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sábado, 16 de agosto de 2014

199. Fíjate por donde andas, pajarón

Clienta: ¿Pero cómo, si adentro dice que la leche vale $500?
Cajero: Sí, pero si lleva 45mil unidades. La unidad le sale $2300.

Hace ya más de cuatro años entré a trabajar como cajero en un supermercado. Al principio, como era part-time y el supermercado cerraba temprano, podía irme en las noches tomando una micro en la Av. Principal, y recorrer un trayecto que no superaba los 5 minutos. Mi lugar de trabajo queda relativamente cerca de donde vivo. Hasta ahí: todo bien. Sin embargo, hicieron unos pequeños cambios en el trabajo que me obligaron a tomar ciertas medidas.Aquí va la descripción personalizada de la entrada que queremos mostrar y que sólo se verá en la portada del blog. Puedes repetir un fragmento de la entrada o agregar una descripción completamente nueva; ésta sólo será visible cuando la entrada esté resumida, una vez que el lector ingrese a la entrada esta descripción no se visualizará.

El supermercado comenzó a cerrar a las 10 de la noche (antes era a las 9), por lo que generalmente salía entre las 10:30 y las 11 de la noche del trabajo. A esa hora es muy difícil encontrar locomoción para llegar a mi casa. Algunas veces mi padre podía ir a buscarme, pero otras no. Así que comencé a ir en bicicleta al trabajo. Hasta ahí: todo bien. Pero lamentablemente mi bicicleta se echó a perder, y mientras mandaba a arreglarla, tuve que volver del trabajo todos los días caminando (un trayecto de unos 10 minutos).

Ladrón: Deme su dinero.
Persona: Disculpe, soy político.
Ladrón: Entonces, deme MI dinero.
Tomado de Link

Para desgracia mía, a mediados del año pasado dos tipos me asaltaron mientras iba caminando a mi hogar, a eso de 20 para las 11 de la noche. Me encañonaron y me sustrajeron mi celular más 30 mil pesos. A pesar de que uno de los tipos le decía al otro "Dispárale no más al hu...", gracias a Dios no pasó a mayores y quedé tirado en el piso mientras el par de zopencos se fue con el botín. Nervioso llegué a casa y, decidido, comencé a juntar mis últimos pesitos para hacer la gran compra de mi vida: un autito.

Finalmente logré comprarme un Chevrolet Spark del año 2013 (nuevo) y con ese voy al trabajo ahora. Feliz feliz, porque es mi primera gran compra, una inversión que me tomará 3 años pagar (ya llevo más de un año). Pero quizás, estimado/a lector/a, te estés preguntando: "Pero, ¿qué diantres tiene que ver todo esto con el título de mi artículo?". Bueno, pues, desde que me compré un auto, pasé de ser peatón a conductor, y en realidad puedo darme cuenta de lo poco prudentes que somos tanto al ser peatones como al ser conductores. Déjenme contarles algunas cosillas que me han pasado durante mi experiencia como conductor.

Naaa, pero si no viene nada. ¿Quién me va a atropellar?
Tomado de Link

Es sabido que somos malos peatones. Pero malos malos maaaalos poh. Somos tan malos que llegamos a ser buenos pa'ser malos como peatones. ¿Cuántas veces hemos cruzado a mitad de cuadra, con luz roja, o corriendo sin mirar a ambos lados? Para qué hablar de cruzar una calle concurrida aun habiendo una pasarela para cruzar con seguridad. Somos tercos: no nos gustan que nos indiquen qué hacer; hacemos lo que queremos y, por pasar por alto algunas precauciones, pasan cosas como la que me pasó a mí un día, mientras esperaba en mi autito que me diera la luz verde del semáforo.

Apenas me dio la luz verde, inicié mi marcha, pero no duré ni un segundo. De improviso aparece un peatón corriendo e intenta cruzar la calle, él teniendo luz roja. Freno en seco y el se detiene. ¿Qué sería lo lógico que debería ocurrir aquí? Cualquier persona en su sano juicio quema mi auto me pide disculpas por cruzar imprudentemente y me deja pasar. Pero no... este es el mundo al revés. El peatón se enoja conmigo y comienza a gritar no sé qué cosas, porque como estaba lloviendo tenía las ventanas cerradas y escuchando música. Pero de seguro me estaba felicitando por meterme en su camino - entiéndase "felicitar" como una forma muy peculiar de subirme y bajarme a groserías -.

Lo cómico de esto es que se puso en medio de mi pista a seguir diciendo pavadas. De un momento a otro se le olvidó que iba atrasado (de otro modo no me explico que llegara corriendo al cruce). Era tanto su enojo que prefería mojarse y seguir moviendo la boca - insisto, no sé que decía -. Al ver que no podía pasar, los vehículos de atrás comenzaron a tocar sus bocinas. Yo comencé a impacientarme porque, igual na que ver que este tipo estuviera molestando mi recorrido. Así que comencé a tocarle la bocina y hacerle señas para que se dejara de joder.

Cuando por fin lo hizo, me dio la luz roja. "Joder", me dije a mí mismo. "Qué tipo más loco", concluí.

En otra ocasión iba saliendo de la calle donde vivo cuando veo un ciclista en medio de la calle. Le toqué la bocina y se hizo a un lado, pero al pasar por al lado de él me gritó: "Idiota". Estimado lector: ¿Qué diablos sucede aquí? 

Historias como éstas tengo varias, pero no quiero latearlos con artículos extensos. Aparte si escribo todo me quedaría sin material para próximas ediciones y mi blog moriría, lo cual no quiero que suceda. Pero así rápidamente puedo indicarles las veces en que los conductores no señalizan antes de doblar, adelantar o cambiarse de pista, o cuando van a exceso de velocidad, o cuando los microbuseros me echan el bus encima, y blablablablablabla... y más bla.

Y bla, bla bla.... Y muchos más bla, que si los escribiera todos, me moriría de viejo y aun así me quedarían unos cuantos bla por mencionar. Lamentablemente, ni conductores, ni peatones se dan cuenta por dónde andan. Caminan donde quieren, pasan con sus autos por donde quieren, los ciclistas andan por en medio de las calles... no me imagino el día en que no existan leyes del tránsito. Ahí si que queda la toletole. Aceptémoslo: todos somos unos verdaderos pajarones.

Con tantos pajarones sueltos (incluyéndome)... prefiero quedarme en casa descansando o creando un blog... cosas por el estilo. Y es que ser conductor tiene sus ventajas, pero también conlleva serias responsabilidades. 

Me siento feliz por poder escribir un nuevo artículo. ¿Te gustó lo que escribí? Compártelo con tus amigos en facebook. Aparte, recuerda que puedes seguirme en Twitter, Facebook y Google+. ¡Hasta la próxima! :D

domingo, 10 de agosto de 2014

198. Blanco, blanco, blanco

Una caja de OMO


Uf... imagínense ya... muchísimo sin escribir ningún mísero artículo en mi blog. Tiempo en realidad poco me queda. Mi trabajo seglar y mis actividades de índole espiritual (como buen cristiano que soy) me dejan muy poco tiempo para mis hobbies. Sin embargo, no pretendo dejar este lugar en el más absoluto abandono. De hecho, hoy quiero contarles una pequeña historia que me contaron, y que sucedió hace aproximadamente veinte años, cuando tenía sólo 4 años. Es una historia muy curiosa, y espero que les guste.

Como les conté ya, hace unos veinte años una vecina nuestra (que actualmente ya no vive aquí en mi barrio) andaba comprando el pedido del mes en un supermercado que quedaba cerca del centro de Concepción, llamado Multimarket, y que hoy ya no existe. En eso andaba cuando, de pronto, y de manera sorpresiva, aparece el famoso "Inspector Incógnito", esos caballeros que esperan que alguien compre sus productos y, al sorprenderlos, les dan premios. La cosa es que ella andaba comprando detergente OMO (como el de la imagen), y el inspector la pilló.

Le indicó que ganó un premio, pero que antes de canjerarlo, debía responder una sencilla pregunta:"¿Cómo lava OMO?", y ella debía responder: "Blanco, blanco, blanco". Luego de eso, podía obtener el premio.

Mi vecina - quien tengo lindos recuerdos de ella - accedió y, luego de formularle la pregunta y responder con el ya mítico "Blanco, blanco, blanco" (todo esto grabado para una radio local), el inspector incógnico le indicó que debía pasar a la radio (ubicada en pleno centro, frente a la Plaza) a buscar total y absolutamente gratis, DOS CAJAS llenitas de OMO. Ella, muy contenta, quedó en ir a buscarlas.

Nos contaba que, cuando había llegado a casa contando lo sucedido en el supermercado, todos estaban muy contentos, puesto que tendría detergente para lavar ropa durante meses. Habían decidido que ella, junto a su hijo mayor, irían a buscarlas al centro, mientras la hija de al medio y el cabrito chico iban a esperarlos en el paradero de microbuses para ayudar a trasladar las cajas.

Un paradero

Bueno bueno... la historia sigue. Mi vecina nos contaba que fueron a buscar las lindas cajas de OMO, y cuando volvieron, no llegaron con ninguna de las dos cajas a la vista. Los hijos menores que estaban esperando en el paradero pensaron que había una equivocación, pero cuando ella les mostró el premio, fue... deprimente, por decir algo. Efectivamente eran dos cajas llenas de OMO: pero eran dos cajas DE DOSCIENTOS GRAMOS (200 gr) cada una. Total: 400 espectaculares y geniales gramos de OMO para ellos solitos.

Al final, no les duró tanto el OMO: tan sólo unas cuantas lavadas y san se acabó. Pero bueno, ¿qué mas podían pedir si era GRATIS? Al fin y al cabo, uno casi nunca gana premios y es más fácil encontrar una aguja en un pajar que ser sorprendido por el bendito inspector incógnito. Así que mi vecina debió de sentirse feliz por su premio, aunque fuera pequeño.

Esa es la curiosa historia del día de hoy: espero que les haya gustado y, por favor, compartan mi blog si les ha gustado. Y no se olviden: OMO lava blanco, blanco, blanco. ¡Hasta la próxima!
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martes, 18 de febrero de 2014

197. Me he mudado


ACTUALIZACIÓN 30 DE AGOSTO DE 2014: No hay mudanza. Nos hemos quedado en blogger, para seguir con nuestras aventuras :D


Queridos amigos: les cuento que nos hemos mudado a una nueva casa. Desde noviembre de 2007 blogger ha sido el hogar de mis escritos y aventuras. Antes lo fue páginawebgratis.com y googlepages. Pero, como debes saber, mi idea original era crear un sitio web, no un blog. Es por eso que me gustaría que pudieras visitar mi nuevo sitio web, que también posee un blog.

Se sigue llamando Donde Panchito, y continuaré publicando mis escritos allí, por lo que este blog lentamente caerá en el olvido. ¡Gracias por visitarme y te espero en mi nuevo hogar!

HAZ CLIC AQUÍ PARA QUE NOS MUDEMOS AL NUEVO DONDE PANCHITO

martes, 24 de diciembre de 2013

196. No hay peor ciego que el que no quiere ver

Esta noche todo el mundo (o casi todo el mundo) celebra Navidad, donde todos se desean paz y amor y donde, supuestamente, todo es felicidad y amor. Pero, seamos francos, ¿de qué paz y felicidad y amor me están hablando? En este artículo, verás una pequeña mirada realista (Ojo, REALISTA) del mundo en que vivimos

Nota: Antes de comenzar mi artículo, que quizás sea ya el último del año, quiero ser bien claro en explicarles que me considero una persona optimista, y que siempre anda sonriendo por la vida, intentando ver el lado positivo de todo. Sin embargo, aunque soy optimista, no soy idiota, y también debo ver todo de forma realista, sin taparme la vista y quedarme ciego frente al mundo en que vivo. ¿Por qué aclaro esto? Bueno pues... ahora comienza mi artículo.

Todos los días acostumbro a leer el diario. Me gusta mantenerme informado y saber lo que sucede donde vivo, y también en otras partes de Chile y el mundo. Así estoy actualizado. Casi siempre me informo por medio de internet y sus páginas de noticias, ya que en mi casa no se acostumbra mucho a comprar el diario, salvo los fines de semana cuando van a comprar al supermercado y aprovechan de traer uno. Pero últimamente ya no tengo muchas ganas de informarme. ¿Por que?

Hagamos un breve experimento: pon en una balanza imaginaria (usa tu imaginación, claro está, porque si no la usas no podrás imaginarte nada XD), en un lado las noticias buenas que salen en el diario o en la tele, y en el otro las noticias malas. ¿Hacia dónde se inclina la balanza? No hay duda: aunque intentes decir que las noticias buenas abundan, lo cierto es que inevitablemente la balanza se inclinará hacia las noticias malas. No lo niegues, la realidad es esa.

Luego de este sencillo experimento, podemos concluir que el ser humano se está acostumbrando a ver cosas malas. Es cierto que cada cierto tiempo ver la noticia de un asesinato cruel y despiadado, o la violación de una pequeña niña, nos deja atónitos. Pero pareciera ser que ya no lo vemos como tan raro... como si fuera NORMAL que pasaran esas cosas... o por lo menos ya nos acostumbramos a que las cosas sean así. Pero, por favor, ¿de verdad deberíamos vivir en un mundo donde las noticias buenas, por lo general, son cuando algún deportista chileno gana algo, o porque Chile clasifica a un mundial de futbol? Porque pareciera ser que la gente vive a costa de ese tipo de noticias "buenas" que, por lo menos a mí, me importan un cuerno.

Me considero optimista y alegre, pero a la vez realista y objetivo.
No faltará quien diga que yo, Panchito, soy un pesimista y amargado que ve todo negativamente. He ahi la razón del principio de este artículo. Yo no me considero así. Soy optimista, pero a la vez realista. Optimista porque, como buen Cristiano que soy, sé que algún día (muy pronto, por cierto) toda la maldad se acabará de una buena vez; y realista porque no puedo hacerme el bobo frente al mundo en que vivo. Como botón de muestra, les comentaré brevemente dos noticias que encontré leyendo en internet, y luego atrévete a decirme que todo va viento en popa.

Caso uno: El horrible caso del niño sin ojos
Tomado de dailymail
Esta espantosa noticia la leí hace unos meses y ocurrió en China. Un niño de sólo seis años desapareció durante un período de 4 horas. Cuando lo encontraron sus papás, se encontraron con el niño en un campo vacío, rodeado de sangre... ¡Y sin sus ojos!

La policía sospecha del tráfico de órganos. Lo raptaron y, luego de drogarlo, le extirparon las córneas. ¿Podríamos decir que eso es NORMAL? ¿Podemos seguir pensando en que vivimos en un mundo tranquilo, y que ahora sabemos de estas cosas tan sólo porque las comunicaciones de ahora permiten saber todo al instante? ¡Vaya ridiculez de argumento, ¿eh?!

Te dejo la noticia aquí para que la leas:

Caso dos: Muerto por defender lo suyo
Este lo acabo de leer, y fue el impulso para escribir este pequeño artículo. ¿No se supone que en estas fechas debería reinar el amor y la paz? ¡Bah! Eso no lo pensaron los delincuentes que se robaron un taxi. El dueño los enfrentó para impedir que se lo llevaran. Y uno de los tipos tomó una pistola y le disparó un certero tiro en la cabeza. Murió en el acto.

¿Aun crees en la DULCE NAVIDAD? Vamos, amigo/a, dejémonos de cosas y seamos realistas y francos. El mundo esta horriblemente mal. Y de eso varias veces he hablado en mi blog. Cosas como estas sólo me hacen pensar que los seres humanos somos unos fracasados para autogobernarnos... las pruebas saltan a la vista. ¡Déjame adivinar! Si la policía logra dar con los asesinos de este taxista, los atraparán, pasarán a control de detención y quedarán libres.

Insisto, ¿aun crees que todo está bien? Te dejo la noticia para que la leas también, y no pienses que estoy inventando (lo digo por si las moscas):

Pensemos con la cabeza
A pesar de los avances en la ciencia y en otros campos, los principales problemas de la
humanidad, como las guerras, siguen y no tienen para cuándo parar. En la foto, un Mayor estadounidense carga en sus brazos a una niña iraquí, ya muerta, luego de un ataque. Tomado de Link.
Amigo mío, amiga mía, que lees este artículo. Recuerda que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Las pruebas están a la vista. Sólo te mostré dos noticias malas de las muchas que existen en el mundo. Quizás me digas que hay noticias buenas, como la reducción del desempleo, nuevos tratamientos para combatir enfermedades, adelantos en la ciencia y en la tecnología, entre otras cosas. Pero, dime: ¿ha logrado el ser humano acabar con los principales problemas que existen? Por mucho esfuerzo que pongan, la pobreza, la delincuencia, la drogadicción, los asesinatos, las violaciones, las guerras, el hambre, las enfermedades y la muerte no se acabarán... hasta que Dios diga basta.

Sólo quiero que pienses bien: que las cosas andarán de mal en peor, y que la única esperanza para que nuestros problemas se vean solucionados no viene de parte del hombre. Si quieres saber más, haz clic aquí para leer otros artículos míos que hablan de este tema.

Dentro de muy poco, todos los seres humanos podremos disfrutar de muchos días de paz y felicidad.

¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿Estoy exagerando, o soy realista en lo que digo? Espero sus comentarios. ¡Hasta pronto! :)

domingo, 1 de diciembre de 2013

195. Caída de carnet

Y después de casi 2 años, volvió la sección "Inserte título aquí". La idea es que, quienes lo leen, inventen un título a este artículo, que describa lo mejor posible el tema que toco. ¿De qué hablaré hoy?


Me acabo de dar cuenta que se me ha caído el carnet... 


...y estoy envejeciendo...


*: la foto fue sacada hace casi 14 años, en febrero de 2000, cuando sólo tenía 9 años :D