Cortesía de "El País"
Es sabido por todo el mundo que el ser humano es el mayor depredador de la tierra. Sus ambiciones hay llevado a la tierra al límite, contaminando sus aguas, el aire, el suelo, y acabando con cuanta especie animal se le cruce por su camino, en su afán de lograr sus mezquinos proyectos.
Es así como, a lo largo de la historia, los humanos han acabado con muchas especies de animales y plantas. Es increíble como le faltamos el respeto a los animales, a las plantas, a nuestro planeta en general, sólo por creer ser dueños de ella, cosa que, a estas alturas, sabemos que no es así.
Sudan (foto gentileza de publico.es) |
Me da mucha rabia. En realidad, todo lo que tenga que ver con destruir el planeta y a quienes habitan en él me causa una profunda rabia, pena y frustración. Los rinocerontes blancos del norte fueron atacados sin piedad durante décadas debido a sus cuernos, que son más valiosos que el oro, y que se venden por muchísimo dinero, debido a sus supuestas propiedades curativas y afrodisíacas. Tanto fue todo esto, que estos últimos tres rinocerontes (dos ahora) son resguardados día y noche por militares, aviones no tripulados, torres de vigilancia y perros. ¡Increíble!
¿Hasta cuando el ser humano tendrá el derecho de maltratar y acabar con los animales por simple placer o por dinero? Es una pregunta que me dará muchas vueltas por un largo tiempo. Sólo me queda decir... ¡Hasta siempre, Sudan!
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