¡Lástima! ¡Qué pena que los árboles sólo nos den el aire que respiramos! Si los árboles dieran wifi, no talarían ni quemarían ninguno...
¿Estamos a tiempo de detener esta destrucción? Aunque muchos digan que se puede hacer algo, lo cierto es que el panorama no se ve muy alentador. En varias oportunidades he hablado sobre los efectos del calentamiento global, y cómo nos estamos autodestruyendo. Pero, pareciera ser que a nadie le interesa un soberano rábano lo que estamos viviendo.
Yo, como creyente en Dios, estoy completamente convencido de que la tierra jamás será destruida por mano del hombre, y tampoco habrá un exterminio completo de la humanidad. Eso no va acorde con Su Voluntad. Pero eso no quiere decir que tengo derecho a contaminar como loco, total, Dios va a impedir que la tierra se destruya.
Lo más triste de todo esto es que los gobiernos, en vez de procurar terminar con el incendio, se dedican a discutir sobre cosas triviales y ridículas (Brasil y Francia, por ejemplo) o lisa y llanamente no aceptan la ayuda internacional. Se nota a leguas las prioridades que tienen. Mientras estos hombres, políticos todos, hacen semejantes bufonadas, miles de esforzados hombres y mujeres luchan incansablemente por detener el desastre.
Sí: leíste bien. No son años o décadas. Son SIGLOS de recuperación.
Por favor, querido lector: no pienses que todo está bien. El mundo va en picada, no solamente en cuanto a naturaleza y destrucción del medioambiente se refiere, sino también en lo moral. Intentemos hacer de este mundo, un mundo mejor. Quizá no podemos ir personalmente a apagar el incendio del Amazonas. Pero si podemos tomar medidas a nivel local o en nuestra familia, como botar la basura donde corresponde, no malgastar el agua, entre otras cosas. ¡Saludos!
*: Las fotos son extraídas de las fuentes indicadas en este artículo.