¿Trabajar en un supermercado? No es fácil como muchos creen |
Lo cierto es que, siendo Supervisor o no, la sección no puede cambiar de nombre, por lo que seguiré contándoles experiencias laborales en Experiencias de un simple cajero, en un sexta entrega. Que lo disfrutes.
La caja no es para jugar
Recuerdo perfectamente lo que me pasó en esa ocasión, puesto que el cliente en cuestión me trató como las reverendas. Estoicamente lo aguante, y eso que me gritoneó en frente de todo el mundo por algo que ni siquiera hice. Por favor, déjenme contarles.
Uf uf y más uf... |
Estaba tranquilamente atendiendo en mi caja (caja preferencial) cuando una supervisora me pide que abandone mi caja para ayudar a una compañera que tenía un problema con un cheque. Al volver, había un chico de unos 7 u 8 años sentado en mi caja, jugando con el teclado y la pistola. Me acerco y de manera muy atenta le digo: "Joven, ¿podría salir de ahí? La caja no es para jugar". El chico me quedó mirando y, luego de decirme "Bueno", salió de la caja sin mayores problemas. Me senté y, antes de abrir mi caja nuevamente, el papá del joven llegó hecho un volcán en erupción que destruye una ciudad arrasando con todo lo que encuentra a su paso qué excelente comparación por Dios... me gusta leerme a mí mismo XD. Comenzó a gritar como loco, llamando la atención de todo el público presente, diciendo que había insultado a su hijo, que lo había poco menos que golpeado y empujado de la caja, y tantas otras cosas que no recuerdo muy bien, pero que iban mezclado con un jugoso y exquisito repertorio de groserías.
Luego de tragarme todos sus improperios, me preguntó por mi nombre para poner un reclamo. Indicándole con mi mano, ya molesto por el trato, le mostré mi solapa y le dije: "Ahí está mi nombre. ¿O no sabe leer acaso?". De ahí fue donde a un jefe de sala para exigir que me retaran en público, a lo cual el jefe no accedió. Terminó escribiendo una hoja completa con su fantástica historia, cual escritor de fábulas, en el libro de reclamos, pensando que concursaba en algún Concurso de Cuentos Infantiles Fantansiosos.
Yo, molesto, le pedí al jefe de sala que si me daba permiso para responder el reclamo en la hoja siguiente, cosa que me dejaron hacer. Luego de unos días, el administrador leyó el reclamo y, sencillamente, no le creyó, porque sabe que yo no soy de esa clase de personas.
Desde ese día nunca más le digo a un mocosillo que dejen de jugar en las cajas. Cuando se les caiga la pantalla encima, ahí aprenderán los papás a ser más cuidadosos con sus hijos.
Para que refresque la vida
Si hay algo que debo reconocer y que detestaba cuando era cajero, era pasar carros llenos a tope. Es muy cansador y agotador. Sin embargo, hay ocasiones en que sencillos gestos por parte de los clientes hacen que tu trabajo sea más grato. Eso me sucedió con un caballero, dueño de un negocio, que compró 3 carros llenos de mercadería para abastecer su negocio. Yo, muy contento (entiéndase como una ironía), comencé a pasar los productos.
Así da gusto :D |
Con el correr de los minutos, el ver lo amable y amigable que era el caballero, lo amurrado que estaba se transformó en una sonrisa de oreja a oreja. El caballero era bueno para tirar la talla, y lo estábamos pasando super bien (junto a mi empaque) a tal punto que, cuando terminé el pedido, me dio pena. Se me pasó el tiempo volando.
Al darle el vuelto, abrió una bolsa de bebidas de 500cc y me dio una a mi, y otra a mi empaque, diciendo: "Para que refresquen la vida". Y se fue. Con mi empaque nos fuimos felices, puesto que fue el último cliente antes de cerrar la caja para terminar el turno.
En estas dos experiencias podemos ver casos totalmente opuestos. Y es lo que se vive en cualquier trabajo en que involucra dar un servicio a otra persona, o que tiene que ver con atender público. Es comprensible que uno pueda terminar estresado al tratar con personas que piensan que porque están comprando pueden tratar a los demás a su antojo.
Me quedaron dos experiencias más en el tintero (expresión ambigua... ya ni escribo con tinta). Se las relataré en una séptima entrega de Experiencias de un simple cajero. ¡Hasta entonces! :)
hola =)
ResponderBorrarla verdad hace un tiempo que vengo leyendo tus curiosas historias, y pues son muy entretenidas me divierto mucho leyendo todas las lokuras qe te pasan y claro a mas de a uno nos a pasado lo mismo pero no todos se lo toman con el humor que tu lo haces, aparte igual las mayorias de tus historias las e escuchado de tu propia boca y es muy divertido :) .
en fin tu blog s muy entretenido me gusta leerte espero que sigas escribiendo sobre las cosas que te pasan que ya de hecho son muy divertidas jajajajaja si yo me hiciera uno ufff tendria miles de aventurillas por ahi ajajaja.
panchito eres grande :D sigue asi, besotes.
sigue escribiendo ¬¬ no tengas tan botado tu blog :)
bye
Hola, anónim@. Gracias por comentar. Pues me alegro saber que ya llevas un tiempo leyendo mis artículos y, por fin, te hayas animado/a a comentar. Gracias por tus sinceras palabras; me dan el empuje necesario para seguir adelante.
BorrarPara la próxima pudieras dejar tu nombre en el comentario, así podré saber a quién me dirijo. Saludos! :D
hola :)
ResponderBorrarpues muchas gracias por haberte dado el tiempo para contestarte mi peqeño comentario, aparte pues prefiero mantenermr en incogito por un tiempo. sigue escribiendo q es un don muy bueno q tienes :) saludo qe estes muy bn y acuerdate! :*
Vaya, veo que has vuelto, anónim@. Que mal que no des tu nombre, aunque creo saber quién eres. Gracias por tus sinceras palabras. De verdad me entusiasman para seguir escribiendo. Saludos y pórtate bien :D
Borrarpanchito y cuando una nueva historia? toy anciosa por leerla :) besos qe estes muy bien =*
BorrarAnónima: ya estoy terminando una nueva entrega, y saldrá en los próximos días, así que atenta :D
Borrarshiiiiiii e.e la esperare con ancias entonces :D qe estes muy bien cuidate :)
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