domingo, 31 de diciembre de 2023

443. Fin de la temporada 18 de "Donde Panchito"


Queridos amigos:

Hemos concluido una nueva temporada. Y, como es costumbre, lo haremos con un vídeo de conclusión, donde repasaremos diversos datos del blog en este año 2023 que ha terminado. Es un cierre de temporada muy especial, puesto que Donde Panchito ya no existirá nunca más. Todos los detalles en el siguiente vídeo. Que lo disfruten.

martes, 26 de diciembre de 2023

442. Jerónimo y yo

Debo reconocer que soy malísimo viendo películas. No me atraen mucho... son contadas con los dedos de una mano la cantidad de veces que he ido al cine en estos últimos diez años. Claro, eso cambió una vez que conocí a mi Eve y a su hija. Hemos ido un par de veces al cine este año (a principios de año a ver "Titanic" y en abril a ver la película de Mario). En casa, de a poco me ha ido entusiasmando el ver series por plataformas de streaming, o películas como "Elementos", que la encontré muy entretenida.

viernes, 15 de diciembre de 2023

441. No fue sólo un accidente...

 

A lo largo de estos ya más de 17 años escribiendo en este lugar, he hablado en más de alguna ocasión sobre el sistema de transporte público de Concepción, la ciudad donde vivimos Eve y yo. Y no precisamente hablo muy bien de quienes tienen el deber de transportarnos sanos y salvos entre las diferentes comunas de esta urbe, urbe que ya va para el millón doscientos mil habitantes. Mi sensación es que nuestro sistema de buses es un caos, un desastre. Sin embargo, a pesar de que mi percepción no es de las mejores, jamás imaginé que, finalmente, ocurriría algo terrible que me hizo pensar en que hay que hacer un cambio de raíz en la forma en que se traza el transporte en Concepción.

lunes, 20 de noviembre de 2023

440. Episodio 54 del Podcast "Donde Panchito"


¡Hola! ¡Hemos vuelto!

Sí: después de algún tiempo de inactividad, hemos vuelto a las andanzas en el blog. Hemos vivido muchísimas cosas en estos últimos meses junto con mi Eve. Y claro, no nos quedó tiempo para nuestro pasatiempo: escribir y hacer vídeos para Donde Panchito. Sin embargo, ahora tenemos tiempo para volver por acá.

martes, 29 de agosto de 2023

439. Corazonada

Escucha este artículo (3:23 min)

Hace unos días tuve que irme en micro al trabajo. No acostumbro a hacerlo puesto que, o ando en mi vehículo particular, o utilizo la camioneta de la empresa. Pero, en esta ocasión, mi novia tenía mi auto y no tenía ninguna camioneta de la empresa disponible, así que no tuve más remedio que tomar una micro. Me gusta viajar así: es entretenido y puedo ir viendo el paisaje por la ventana.

domingo, 20 de agosto de 2023

438. Episodio 53 del "Podcast Donde Panchito"

¡Por fin! Después de varios meses, se estrena un nuevo episodio del "Podcast Donde Panchito". Eve y yo nos dedicamos a contarles sobre nuevas secciones en el podcast. Además, tenemos intenciones de retomar los vídeos de chistes y reels cortos para nuestro canal de YouTube "Donde Panchito TV".

domingo, 13 de agosto de 2023

437. En búsqueda de la felicidad

La felicidad... ese anhelo universal y etéreo que todos, absolutamente todos persiguen, ha sido objeto de reflexión y debate a lo largo de la historia. Desde filósofos antiguos hasta psicólogos contemporáneos, todos han intentado desentrañar el misterio detrás de esta emoción tan preciada. Pero ¿qué es realmente la felicidad? ¿Cómo se alcanza? ¿Es un destino o un camino?

Para muchos, la felicidad se presenta como una constante búsqueda, un objetivo que perseguimos incansablemente. Pero ¿qué sucede cuando la felicidad se convierte en una meta inalcanzable, como perseguir una ilusión escurridiza? Quizás uno de los problemas radica en la concepción errónea de la felicidad como un estado permanente de euforia o plenitud constante. Esto es un error, puesto que la felicidad no una emoción constante, sino más bien una amalgama de momentos placenteros, satisfacción personal y un sentido de bienestar que experimentamos a lo largo de nuestras vidas.

La cultura moderna a menudo asocia la felicidad con logros materiales y éxito externo, como el dinero, la fama o la posición social. Si bien estos factores pueden contribuir a una cierta forma de bienestar, no garantizan una felicidad genuina y duradera. De hecho, no la garantizan para nada. La felicidad va ligada más fuertemente con relaciones interpersonales satisfactorias, conexiones sociales significativas, una sensación de propósito en la vida, y el satisfacer la necesidad innata del ser humano de algo espiritual, como la relación con Dios y ser amigo de él.

En la era de la tecnología y la conectividad constante, nuestra atención se dispersa en innumerables direcciones, lo que puede dificultar nuestra capacidad para saborear el momento presente. La ansiedad sobre el futuro y los remordimientos sobre el pasado a menudo nos alejan de experimentar la plenitud en el aquí y ahora. La práctica de la atención plena y la gratitud puede ser un antídoto poderoso para esta desconexión. Al cultivar la capacidad de estar completamente presentes y apreciar lo que tenemos, nos permitimos experimentar la felicidad en momentos aparentemente insignificantes.

La felicidad también está intrínsecamente ligada a la autenticidad. A menudo, nos dejamos llevar por las expectativas y presiones sociales, ignorando nuestras verdaderas pasiones y valores en el proceso. Aceptar quiénes somos y abrazar nuestras imperfecciones nos ayuda a liberarnos de las cadenas autoimpuestas y a construir una vida más significativa y plena.

Además, la felicidad no es solo un asunto individual; también tiene una dimensión colectiva. Nuestras conexiones con otras personas, nuestras contribuciones a la sociedad y la sensación de comunidad pueden nutrir y enriquecer nuestra felicidad. La empatía, la amabilidad y el apoyo mutuo crean un entorno propicio para la felicidad tanto en nosotros como en quienes nos rodean. Es imposible ser realmente feliz si quienes están a nuestro alrededor no lo son. La felicidad es contagiosa, al igual que la tristeza o el desánimo.

La búsqueda de la felicidad es un viaje complejo, pero no es esquiva, ni mucho menos. Hay quien diga que no hay una fórmula mágica o un atajo para alcanzarla, pero lo cierto es que existe una receta que, por lo menos para mí, ha dado resultado. Claro que tener relaciones personales con otros y compartir ellos trae cierta clase de felicidad. Es cierto que lo material puede, en cierto modo, hacernos feliz de manera efímera o momentánea. Pero la clave de la verdadera felicidad está en reconocer nuestra necesidad espiritual. Y no solamente eso, sino en satisfacerla: buscar a Dios, hacernos amigos de él y seguir sus consejos. Al fin y al cabo, él nos promete que seremos felices si satisfacemos esta necesidad espiritual que, como dije más arriba, es inherente en los seres humanos (Mateo 5:3). 

Y, otra cosa que nos hará felices es ayudar a los demás. Se ha comprobado que ser generosos con quienes nos rodean nos hace más felices. Eso concuerda perfectamente con lo que Dios espera de nosotros (Hechos 20:35)

Aprendamos a ser conscientes y a apreciar cada momento. Tener la tranquilidad de confiar en Dios para que guíe nuestra vida nos dará la seguridad de que seremos felices… pero felices de verdad.

La felicidad, entonces, podríamos decir que es el camino, pero también el destino de ese camino. Claro, porque podemos ser felices en el camino de la vida disfrutando de las cosas simples, de pasar tiempo con la familia, de tener buenas amistades, o de estrechar lazos con Dios. Pero, a mi juicio, también es el destino: porque Dios quiere que seamos felices para siempre... a ese objetivo apunto yo. Llegará el día en que seré feliz de verdad, sin ninguna clase de problema o dificultad... y llegado ese día, podré decir que mi búsqueda de la felicidad ha concluido, porque la he hallado y será eterna.

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lunes, 31 de julio de 2023

436. La billetera


Varias veces he hablado de que la sociedad en general va de mal en peor, en especial en su aspecto moral. Pareciera ser que conforme va pasando el tiempo lo malo ya no es tan malo, y lo bueno deja de serlo, a vista de muchos. Pero, de vez en cuando, suceden cosas que me hacen pensar que, entre toda la gente que obra mal, hay muchos que actúan de manera honrada. Y, en esta ocasión, no les contaré algo que yo oí, o de una situación que vivió "x" persona. Porque la historia que les relataré me pasó a mí.

Llegué a Concepción luego de un largo día de trabajo. Había viajado más de 800 kilómetros (recuerden que ahora trabajo como transportista. Mis días de cajero han quedado en el olvido). Antes de irme a casa a descansar, mi novia Eve y yo fuimos a un local a comer completos y papas fritas. Charlamos de lo lindo, regaloneamos y nos reímos mucho. La fui a dejar a su casa y yo me fui a la mía.

Al otro día, luego de un descanso reponedor, me levanto para prepararme e ir a trabajar. Tomo desayuno, arreglo mi almuerzo y mi mochila y me voy... o al menos, eso intenté hacer. Claro, porque cuando reviso mi mochila por última vez, me percato que no estaba mi billetera. Desesperado, comencé a buscarla por todos lados. Todos mis documentos los tenía allí, además de unos 70 mil pesos en efectivo. Pero mi búsqueda fue en vano... no la hallaba por ningún sitio.

Comencé a pensar en si se me había quedado el día anterior en el negocio donde habíamos comido Eve y yo. Iba a llamar a mi novia cuando, de pronto, alguien grita "aló" fuera de casa. Mi madre sale a atender.  No puse mucha atención... hasta que mi mamá grita: "Franci, Franci, mira lo que encontró el caballero". Salgo al jardín y veo a un señor, vestido de negro, de unos 40 y tantos años, con mi billetera en la mano.

"La hallé al lado de la camioneta que está frente a su casa. ¿Es suya?", me preguntó aquel señor. Yo, sin dar crédito a lo que veía, le dije que sí, a lo cual me entregó la billetera y se fue, no sin antes agradecerle por tremendo favor que me hizo al hallar mi billetera y devolvérmela. Sin embargo, creí que sólo encontraría mis documentos, sin mi dinero... pero mi sorpresa fue mayor cuando revisé y estaban todos mis documentos y, además, la totalidad del dinero en efectivo. Claro, estaba todo mojado por la lluvia que había caído en la noche. ¿Pero qué más da? Sólo pasé un buen susto.

Entre tanta gente mala... hay quienes son honrados aun

Sí: el caballero perfectamente podría haberse llevado mi billetera con los $70.000. Al fin y al cabo, es plata que a nadie le sobra, y seguramente a él tampoco. ¿Habrá mirado el interior de mi billetera antes de devolverla? ¿O simplemente se limitó a hacer lo que una persona honrada hace: devolver lo que no es suyo? Muchas gracias a aquel caballero que actuó bien, seguramente porque su conciencia le decía que tenía que hacer eso. Y me hace pensar que, entre tanta maldad, aún hay gente buena y honrada que actúa bien frente a situaciones como ésta. Y eso... eso sí es digno de encomio.

miércoles, 19 de julio de 2023

435. Viajando con Panchito y Evelyn 18: Lebu


Hoy les traigo una nueva entrega de una sección que ya es todo un clásico en el blog: "Viajando con Panchito". Aunque, a partir de ahora, mi novia Eve también me acompañará recorriendo varios lugares de Chile, y quizá de otros lados (¿por qué no?). Y después de muchos meses, por fin tengo listo el vídeo del viaje que hicimos con mi guapa en enero pasado.

Sí, es cierto que me demoré mucho en editarlo. Pero, comprenderán que tengo otros asuntos que atender, como mi trabajo, por ejemplo. Además, también paso mucho tiempo con mi novia haciendo muchas cosas (entre ellas mantener este lindo lugar). Bueno, pero lo que importa es que ya está listo. Esperamos que les guste este vídeo, en el retorno de las grabaciones de nuestra sección "Viajando con Panchito y Eve". ¡Saludos!

miércoles, 21 de junio de 2023

434. Campito


Amo el campo. Me gusta vivir en la ciudad, pero también necesito desconectarme del estrés propio de lo urbano, y estar en paz y tranquilidad en el campo. Claro, puede ser en cualquier lugar fuera de la ciudad, pero, en mi caso, me desconecto yendo al campo de Quilacoya, que queda a unos 50 minutos de donde vivimos Eve y yo.

Pero, en esta ocasión, no quiero hablarles del pueblo propiamente tal (de hecho, eso ya lo hice). Intentaré hablar sobre la conexión que hay entre Quilacoya y yo. Una conexión que, me imagino, casi todo el mundo tiene con algún lugar campestre de la familia, o algún rinconcito donde puede pasar un momento de serenidad. De seguro tú también tienes ese lugar donde eres feliz y viajas constantemente para allá. Para mí, ese lugar es Quilacoya.

Plantaciones en la casa del pueblo

Recuerdo que, desde muy chico, todos los veranos íbamos para allá. Era muy genial. Toda la familia reunida durante un día completo (o algunas veces durante varios días) en la casa del campo, que perteneció a mis tatarabuelos, y se fue traspasando de generación en generación hasta el día de hoy. La casa original (de adobe) ya no está, pero el lugar sigue siendo el mismo. Un gran terreno en el centro del pueblo, donde tenemos varios árboles frutales, además de verduras, varios parrones y una araucaria que, lamentablemente, se secó.

Caminando a la estación de trenes (enero de 2009)

Sentado a la orilla de la estación de trenes (octubre de 2021)

Con mis primos jugábamos e íbamos a pasear a la estación de trenes, que queda no muy lejos de la casa. Comprábamos helados en el negocio del frente, y por las tardes caminábamos hasta los terrenos de mi madre y mis tíos a refrescarnos en el estero Quilacoya. Con un primo jugábamos en un pequeño bosque que teníamos en ese entonces, buscando a unos exploradores que se habían perdido en el cerro de al frente. Se armaban unos buenos asados, o comíamos humitas o pastel de choclo.

Tengo una extraña conexión con la radio. Sí: con la radio. Escuchábamos la radio Biobío, y ahora al escuchar la antigua introducción al "Radiograma", mi mente viaja a aquellos días en el campo.


Mis hermanos tenían una grabadora de audio, y hacían grabaciones caseras con los tíos y los primos. Todos esos recuerdos quedaron en casetes que, ahora, nos repartimos entre mis hermanos y yo. De hecho, más tarde en el tiempo con una grabadora de vídeo hicimos una película casera de acción con mis hermanos y algunos primos (entre ellos Diego, quien ya no está con nosotros). Lamentablemente esos registros se perdieron.

Varias veces éramos tantos los que íbamos que no cabíamos en casa, así que teníamos que acampar en el patio. Sin lugar a dudas, fue una muy linda época del que tengo hermosos recuerdos.

La casa en el campo

Conforme fuimos creciendo, cada uno de nosotros fuimos haciendo nuestras vidas. Pero, para mí, Quilacoya no quedó en el olvido. Y cada cierto tiempo voy para allá, recorro los campos, acaricio los caballos, converso con las vacas (?) o cosecho tomates.

Con mi Eve en medio de las plantaciones del campo

Me pareció ver un lindo caballo

Siempre he tenido la idea de hacerme una casa en el campo. Es que hay una tranquilidad envidiable en ese lugar. Llegar al campo de mi mamá (distante a un kilómetro del pueblo) y sentir la brisa pegar en tu cara, y escuchar el suave movimiento de las hojas de los árboles... no hay mejor sensación de paz. De hecho, cuando viví una traición muy dolorosa hace algún tiempo, me escapé durante una tarde al campo. Solo. Nadie me acompañó. Quise estar solo con Dios y con mis pensamientos... ordenar ideas... aclarar dudas. Y vaya que me sirvió estar en medio de la naturaleza. Da una calma y paz interior difícil de explicar.

La paz que se respira en el campo

Ojalá que algún día esa alocada idea de construir una casa allá e irme a vivir se haga una realidad. Mi novia y su pequeña hija quedaron fascinadas con el lugar. Con esto, no me cabe la menor duda de que Quilacoya es, y seguirá siendo, un lugar muy importante en mi vida. Eso, hasta el día en que yo deje de existir.

¡Saludos para todos!

domingo, 28 de mayo de 2023

433. Episodio 52 del Podcast "Donde Panchito"


Actualización 27.10.2024: Este podcast está desactualizado. Ahora tenemos otro llamado "Las aventuras de Panchito y Eve". Los invitamos a escucharlo.

¡Hola! Ya tenemos disponible un nuevo episodio de nuestro podcast "Donde Panchito". En esta ocasión mi novia Eve me hace una pequeña entrevista por motivo de los 17 años de mi blog. Está muy entretenido. De hecho, también me hizo un juego muy divertido. Aquí les dejamos los enlaces a nuestras plataformas de podcast:

sábado, 20 de mayo de 2023

432. ¡¡¡Llegó la luz!!!

¡Hola! Soy Eve. Bienvenidos y bienvenidas a mi rinconcito. A esta columna, a estos párrafos que quiero compartir con ustedes 😊.

Aquí donde vivo es un "Tropiconce" ... ¡¡¡Hay días con un temporal de aquellos!!! Y luego sale el sol como si nada.

martes, 16 de mayo de 2023

431. Aniversario 17 de "Donde Panchito"

¡Hola, amigos, queridos lectores de Donde Panchito! Hemos llegado a un nuevo 16 de mayo, fecha en que este blog está de aniversario. Ya son 17 años de existencia desde ese día 16 de mayo de 2006, cuando fui a casa de mi tía y, después de haber trabajado arduamente dos meses antes, ese día di por inaugurado Panchito On Line, el precursor de lo que hoy estás viendo.

Tengo sentimientos encontrado. Me siento feliz por todo lo que Eve y yo hemos logrado en este tiempo, en especial durante estos primeros meses del año 2023. Estamos acercándonos a las 600 mil visitas aquí en este sitio y a los 2000 seguidores en nuestra cuenta de Instagram (¿Aún no nos sigues? ¿Qué esperas para hacerlo?). Nuestro canal de YouTube Donde Panchito TV también ha crecido este año. Y, honestamente, todo esto ha sido gracias a ustedes, nuestros queridos lectores y oyentes. Pero, también, debo dar un especial agradecimiento a mi novia, porque ella me ha ayudado muchísimo a continuar con este proyecto. Ver su entusiasmo para grabar, hacer vídeos y escribir aquí, me tiene muy feliz. Me siento muy privilegiado de tener a alguien como Eve a mi lado.

Pensábamos tener un episodio del podcast listo para esta fecha, pero por nuestras actividades no pudimos hacerlo. Pero se viene aquel episodio, donde hablaremos en extenso sobre estos 17 años de Donde Panchito.

¡Muchas gracias por seguir siendo parte de este lugar! Gracias por leernos, comentarnos, ver nuestros vídeos y escuchar nuestros episodios del podcast. Nos dan el empuje para continuar con este lugar durante muchos años más. ¡Saludos y muchos abrazos para todos ustedes!

domingo, 7 de mayo de 2023

430. Vacaciones 2003: Viajando a la isla de Chiloé


¡Sí! ¡Por fin! Después de, literalmente, años intentándolo, hoy doy inicio a la sección de mi blog titulada "Vacaciones". En esta sección relataré todas las vacaciones que he tenido, por lo menos las que recuerdo y que tengo registros de ello. Por cada artículo de esta sección hablaré de una vacación en particular. Una vez que me ponga al día con todas las vacaciones que he tenido, entonces esta sección relatará todas las vacaciones que tendré de aquí en adelante.

Para iniciar la sección "Vacaciones", hoy les relataré mis vacaciones del año 2003. No fueron las primeras que tuve en mi vida, pero sí son las primeras de las que tengo registros escritos de lo que hice en ese viaje a Chiloé, entre los días 17 y 30 de enero de aquel año. Sólo tenía 12 añitos de edad, y acabo de percatarme que, de este viaje, han pasado ya más de 20 años. Me estoy poniendo viejo.

En Valdivia

Nuestra aventura comienza, como ya les dije, el día 17 de enero de 2003, saliendo de Concepción rumbo a nuestra primera parada: Valdivia. Para relatar el viaje, acudiré a un viejo conocido de mi blog: mi querido diario de vida, que ya tiene más de 3200 páginas y que, al día de hoy, aun lo tengo y sigo escribiendo. Ese día paramos en Collipulli a almorzar y, luego de algunas horas de viaje, llegamos a la ciudad citada al principio de este párrafo.

Lo que recuerdo de esos días en Valdivia hasta el día de hoy, fue un genial viaje que hicimos por el día en un catamarán llamado "Reina Sofía", y cuyo recorrido fue muy lindo. Lástima que, en esas vacaciones, no llevamos cámara fotográfica. Sólo llevamos nuestra nueva cámara de vídeo. Creíamos que, con la cámara de vídeo, no necesitaríamos sacar fotos. Eso fue un error, claramente.

El tour, llamado "Tour de los siete ríos", es un hermoso viaje recorriendo distintos ríos y lugares de Valdivia y alrededores. Adjunto el volante que nos entregaron en aquella ocasión, y que guardo con mucho cuidado. En mi diario relato que comí Salmón en ese viaje. Pasamos a Corral, donde vimos una representación muy vívida de un ataque al fuerte de Corral, con trajes de época.


Volante del viaje con la "Reina Sofía".
Especifico que comí salmón ese día XD

Aquel barco, la "Reina Sofía", se hundió años después. Sin embargo, en uno de mis últimos viajes a Valdivia por trabajo, pude verla nuevamente. Al parecer pudieron reflotar el barco y hacerlo trabajar una vez más. 


Con mi familia en el "Reina Sofía", año 2003

Rumbo a Chiloé

El día 22 de enero continuamos nuestro viaje al sur de Chile. Nos despedimos de Valdivia (capital de la antigua provincia del mismo nombre de la región de los Lagos) y llegamos a Osorno. Mi diario relata: "Nosotros íbamos a entrar a Osorno, pero por las tres entradas que tiene Osorno, en las tres se paga peaje. Así que lo vimos desde afuera" (Tomo 1, pág. 14). Eran los inicios de los caminos concesionados en Chile.

En Puerto Montt almorzamos (yo comí Salmón de nuevo) y, luego de recorrer Angelmó, mi padre decide que nos vayamos de inmediato a Chiloé, en vez de alojar en Puerto Montt. A Ancud, al norte de Chiloé, llegamos ese día 22, a las 18:30 hrs.

Recorrimos la isla completa en un sólo día, el 23 de enero. Sí: sé que no es recomendable hacerlo porque Chiloé es como para recorrerlo un par de semanas fácilmente. Pero así lo hicimos nosotros en aquella ocasión. Pasamos por Dalcahue, Curaco de Vélez, Achao, Castro y Quellón. En Castro mis papás me compraron un gorrito de lana, pero al llegar a Quellón ya lo había extraviado XD

En el barco rumbo a Chiloé, en mis vacaciones de 1998

En estas vacaciones se volvió costumbre que yo le fuera ayudando a mi padre en la conducción del auto leyendo las señales de tránsito. Y sí que le sirvió. Nos llovió mucho ese día. De vuelta llegamos de noche a Ancud con un aguacero de proporciones. Mis hermanos quedaban sorprendidos al ver que podía leer los letreros de tránsito con mucha distancia, aunque fuera de noche y estuviera lloviendo. A pesar de los cansador del viaje por la isla, fue un día bien aprovechado.

A Villarrica

Al día siguiente, 24 de enero, tomamos rumbo a norte, hasta Osorno. Alojamos en unas cabañas que quedaban camino a Puyehue. Claro está, estando tan cerca de las termas, ¿cómo no íbamos a ir? Mi diario habla sobre ello, cuando fuimos a las termas el día 25: "Fuimos a Puyehue como a las 12.30 hrs. Pasamos a Entrelagos, pueblo ubicado al lado del lago Puyehue. Al llegar a Aguas Calientes, nos instalamos y recorrimos el parque. [...] Pasada las dos de la tarde nos fuimos a las piscinas y en realidad estaban muy calientes, porque nos tocó un día caluroso" (Tomo 1, pág. 22).

En ese viaje usamos las piscinas al aire libre. Tuvieron que pasar algunos años más para usar las piscinas temperadas bajo techo, que son un poco más caras que las que están a la intemperie.

Frente al Gran Hotel Pucón, vacaciones de 2017

Luego de pasar la noche en Valdivia el día 26, el 27 de enero llegamos a Villarrica: última parada de mis vacaciones de aquel lejano año 2003. Luego de desviarnos a Lanco por un error de nosotros al equivocarnos de camino, llegamos a eso de las 13 horas a Villarrica. Allá recorrimos tanto la ciudad anteriormente mencionada, como su vecina Pucón y, obviamente, el lago Villarrica. Además, fuimos a los ojos del Caburgua, un hermoso lugar que queda cerca de Pucón. También fuimos a Lican Ray, pueblo ubicado a orillas del lago Calafquén, donde nos subimos a un catamarán para recorrer el lago.

Volviendo a Concepción

Finalmente, el día 30 de enero, comenzamos el retorno a Concepción. La noche anterior no pude dormir por un calor sofocante en Villarrica. En mi diario explico una curiosa teoría al respecto (por favor, comprendan que tenía sólo 12 años: era un niño): "Anoche hizo un calor increíble. Calculo unos 20 o 25 grados. Desperté varias veces. Cuando lo hice a las 4 de la mañana, intenté quedarme dormido, pero no pude, porque unos perros molestaban con sus ladridos. Cuando por fin se callaron, comenzó a cantar un gallo. Luego vino la lluvia y me quedé dormido. [...] En el viaje pensaba: 'Si hace calor y los perros ladran, es porque va a haber un temblor. Y si hay un temblor cerca de un volcán, significa que erupcionará'. Tuve pánico, pero nosotros estábamos en Lautaro. No tenía por qué preocuparme" (Tomo 1, pág. 26, 27).

¿Será tan así que cuando hace calor tiembla?

Pasamos a los Saltos del Laja. En mi diario menciono que venía con harto caudal. Cuánto cambió en 20 años, ¿no? Ahora da pena pasar en el verano. Y luego de pasar a los saltos, nos fuimos a casa, llegando a eso de las 9 de la noche.

Saltos del Laja

Este fue un pequeño resumen de aquel lejano viaje. No tengo muchas fotos por la razón que expliqué en este relato, y por eso tuve que poner fotos de otros años para que la lectura fuera más bonita.

Luego de un año, volvimos a salir, el 2004. ¿A dónde fuimos? Se los contaré en un siguiente artículo de la sección "Vacaciones". ¡Muchas gracias por leernos!


Qué genial es viajar. ¿A dónde habré ido al año siguiente?

sábado, 22 de abril de 2023

429. Felicidad

La vida duele muchas veces, pero también hay momentos de felicidad... como la que hoy estoy viviendo

¿Se acuerdan cuando les decía que el tiempo cura todo? ¿Que algunas veces el tiempo se toma su tiempo para arreglar las cosas? ¿Que duele el alma cuando das todo para que las cosas resulten, y te traicionan? El dolor... mi dolor, continuó durante mucho tiempo. Pasé muchas noches en vela, llorando y preguntándome: "¿Por qué?". Me consumía en un mar de lágrimas... me hundía en mis ganas de desaparecer y no volver nunca jamás...

Pero las cosas pasan por algo...

Y miren las cosas de la vida. Hoy, después de mucho tiempo, soy inmensamente feliz. La vida me sonríe y no puedo negar que es bakán sentirse así.

¿Y saben por qué soy feliz? Porque, tal como dije hace un tiempo, el dolor sólo duraría hasta que llegara alguien y lo hiciera desaparecer de una vez, y ese alguien es el motivo de mi felicidad. Y ese alguien curó mi corazón destrozado.

Y ese alguien tiene un nombre: Evelyn 💖

¡Te amo! 😘

Contigo hasta el fin del mundo

martes, 18 de abril de 2023

428. El amor ❤️



Hola seguidores del blog. Aquí Eve con ustedes😊. Hoy les hablaré de un tema que a todos nos ha llegado en algún momento... el amor, aawww, el amor romántico 💕.

domingo, 16 de abril de 2023

427. Episodio 51 del Podcast "Donde Panchito"

Actualización 27.10.2024: Este podcast está desactualizado. Ahora tenemos otro llamado "Las aventuras de Panchito y Eve". Los invitamos a escucharlo.

¡Amigos! Con mi novia Evelyn estamos muy contentos de compartir con ustedes un nuevo episodio del podcast "Donde Panchito". En esta entrega hablaremos sobre el cambio de hora que recientemente ocurrió acá en Chile. Pero el plato de fondo es... el análisis de la película de Super Mario Bros., que se estrenó hace unos días en todo el mundo. No se lo pierdan.

Pueden escucharlo por las siguientes plataformas:
O, si gustan, pueden verlo a continuación a través de "Donde Panchito TV". Que lo disfruten.

domingo, 2 de abril de 2023

426. Un orgulloso al volante

¿Te ha pasado que te pillas con conductores en la carretera que dejan mucho que desear? Aquí te cuento una de esas tantas experiencias que tengo al volante
Cruce de Ruta 150 con Ruta 146, en la entrada a Concepción.
Foto tomada de soychile.cl

Introducción al artículo


Como muchos de ustedes ya saben, hace algunos años que trabajo como transportista. Ese es el motivo por el cual casi ni publico artículos de la sección "Experiencias de un simple cajero". Y durante estos años en el nuevo rubro, me he percatado de que, en términos generales, los chilenos somos pésimos conductores. Y eso que yo he viajado varias veces a Argentina, y considero que allá es peor (con respeto a quienes me leen desde allá. Quizá me pueden comentar este artículo confirmando o desmintiendo lo que he escrito). Y, en esta ocasión, quiero relatarles algo que me sucedió mientras venía de vuelta a Concepción en una de mis rutas de trabajo.

Estaba viajando tranquilamente cuando, por mi pista derecha, veo un pequeño auto avanzando a una velocidad inferior a los 110 km/h que llevaba yo. Lo lógico, entonces, es adelantarlo. Y, claro, eso hice... o al menos eso intenté hacer. Porque, al comenzar con la maniobra de adelantamiento, este pequeño auto comienza a acelerar para evitar ser adelantado. Yo hago lo mismo, en un intento de terminar como corresponde el adelantamiento y cambiar de vuelta a la pista derecha, pero el tipo que manejaba aquel auto no se dejó. Llegué al límite de 120 km/h y el tipo no me dejó adelantarlo. Me rendí, y volví a mi pista, detrás del susodicho auto.

¿Tanto les duele que alguien los adelante?

¿Tan orgullosos son que no pueden aceptar que alguien vaya más rápido que ellos?

Lo increíble de todo esto es que, al ver que me puse detrás de él, el chofer del auto comenzó a desacelerar, a tal punto que tuve que frenar para bajar la velocidad. Siguió bajando su velocidad hasta un punto en que, ya algo molesto, intento adelantarlo de nuevo. El jetón (porque no merece otra palabra... no acostumbro a decir groserías) comienza a acelerar nuevamente y no me deja adelantarlo. A esas alturas su forma de conducir me estaba hartando. Desistí de adelantarlo y decidí irme detrás de él hasta que yo me saliera de la carretera o él hiciera abandono de ésta en algún enlace.

Sigo con mi viaje, detrás de este auto, y el tipo sigue con su genial idea de ir más y más lento, hasta llegar a un punto de ir a 70 km/h en una zona de 120 km/h. Tenía muchas ganas de adelantarlo, pero sabía que si lo intentaba el jetón comenzaría a acelerar. Y no conforme con eso, si me cambiaba de pista a la izquierda, él hacía lo mismo. Aburrido, decidí detenerme en un paradero y dejar que se fuera. Aprovechaba también de descansar y botar el estrés que me causo este orgulloso al volante.

Dejé pasar algunos minutos y reinicié mi viaje. En este tramo de la carretera, comenzábamos a cruzar la cordillera de la costa, con muchas curvas y pendientes. Así que bajé la velocidad. Al poco andar, eso sí, me pillé con el tipo que seguía su recorrido, justo cuando iniciamos una larga subida. Así que, una vez más, comencé mi maniobra de adelantamiento. Y, como lo intuí, el tipo comenzó a acelerar, pero... ¡Ups! No contaba con que su pequeño auto no soportaría la subida, y se chupó. Lo adelanté y lo perdí de vista. Nunca más logró alcanzarme. Por muy orgulloso que fuera, tuvo que dejar que lo adelantara porque su auto no tenía comparación con la camioneta que uso para trabajar XD

Esta pequeña historia me ha pasado varias veces. No entiendo el porqué de algunos que no soportan que los adelanten. Los irrita, los enfurece... sienten que nadie puede adelantarlos. Y si alguien osa hacerlo, te siguen apegadito a ti, como si no fuera peligroso manejar de esa manera. ¿Conoces gente así? Yo sí, como este, y como otros. Tengan cuidado al manejar: háganlo siempre a la defensiva. Yo ya tuve un accidente de tránsito por culpa de un irresponsable. Cuidémonos entre todos.

¡Hasta un siguiente artículo!

domingo, 26 de marzo de 2023

425. Episodio 50 del Podcast "Donde Panchito"

Después de más de medio año sin transmitir, el "Podcast Donde Panchito" ha vuelto a las andanzas. Escucha el nuevo episodio en este artículo
Actualización 27.10.2024: Este podcast está desactualizado. Ahora tenemos otro llamado "Las aventuras de Panchito y Eve". Los invitamos a escucharlo.

Después de 8 meses sin transmisiones, el Podcast Donde Panchito ha vuelto. Y, tal como ya les hemos comentado en nuestras redes sociales (Facebook e Instagram), desde hoy me acompañará mi querida novia Eve. En este primer episodio de la temporada 2023 (episodio 50 desde la creación del Podcast) les contaremos lo que se viene para este año. 

Les dejamos aquí el episodio, tanto en audio como en vídeo. Nos puedes seguir en ambas plataformas, Spotify y Youtube.

Que lo disfruten.

lunes, 20 de marzo de 2023

424. Siempre hay una primera vez

En mi primer artículo en este blog, les quiero contar sobre mi experiencia al contagiarme con este bicho llamado COVID

Hola queridos lectores. Esta vez soy yop. Si, EvE, y estoy feliz de compartir con ustedes un pedacito de mí. Bueno, después de jactarme, de pensar y decir que yo era inmune al bicho, pues me dió Covid... ¡Auch!

No les hablaré de los achaques que me dieron. Está demás decir lo mucho que me faltó el aire - literalmente XD -. Bueno, pero no todo es malo, ya que los efectos colaterales del encierro fueron buenos jejeje. 🤔 ¿De qué hablo? 

Pues tenía tiempo⏱️¡¡¡Mi cocina jamás estuvo tan brillante!!! El baño nunca estuvo tan, pero tan blanco y, como perdí el olfato, el cloro no me molestó, hasta que me dolió la cabeza XD.

También tuve tiempo para subir cosas a Instagram XD

Mi gato nunca comió tan seguido 😅 (Cada vez que me pedían les daba, y... ¿cómo decirles que no si son tan lindos?). Me exfolié mucho la cara... Chao puntitos negros 😊¡Aaaahhh! También bailé frente al espejo grande del living, ¡cómo si no hubiera un mañana! (Al otro día no podía moverme).

Me queda un día, y pensé en practicar guitarra... Cocinar... emmm, emmm, emmm naaaah, eso lo puedo hacer siempre así que no pienso cocinar XD... (Mi mamá me trae o pido algo).

Mi Panchi me regaloneó en mi encierro

Y bueno... ¿Ya les dio a ustedes Covid? ¿Qué hicieron? ¡Ojo que también se vale no hacer absolutamente nada! Cuéntame y te leo amiga y amigo del blog.

Se les quiere. Bye.

✓Agradezco a mi Panchi que estuvo siempre pendiente de mi 💕. A mí familia que me apañaron en todo. Y a todos por sus mensajes 🤗

Mi Nébula no me deja ni a sol ni sombra.
Fue mi gran compañera 😸


martes, 14 de marzo de 2023

423. El enredo en la feria

En una de las veces que acompaño a mi madre a comprar a la feria, se suscitó un pequeño enredo con uno de los vendedores de frutas

Comenzamos con todo esta temporada número 18 en Donde Panchito. Como ya saben, ahora tanto mi novia como yo escribiremos en el blog, por lo que ahora somos dos editores aquí. Podrás ver quién escribió cada artículo bajo el título (Panchito o Eve). Además, los artículos escritos por mí tendrán una letra celeste claro, y los que escriba mi Eve serán de color rosado intensoAsí que estamos entusiasmados porque es probable que haya un aumento de artículos este año en relación al anterior. Mi novia ya tiene algunas ideas en mente para escribir.

En este artículo quiero contarles una chistosa experiencia que viví a finales del año pasado cuando acompañé a mi madre a comprar a la feria. 

Primero que todo, no es primera vez que hablo de ferias libres en mi blog. Hace algunos años hablé de una llamativa cuidadora de autos que se supone que está pendiente de cuidar los vehículos que llegan a hacer sus compras bueno... los vehículos no compran, los dueños de ellos sí XD Y también les relaté mi experiencia comprando en una feria en un "Viajando con Panchito". Hoy agregaremos lo que me sucedió al comprar frutas en un puesto de esta feria, donde mi madre y mi abuela siempre compran.

Reciclando una vez más esta foto de mi visita a la feria hace ya 13 años

Cuando mi madre compra, lo hace para la semana, así que compra hartas frutas y verduras. Cada vez que la acompaño, la ayudo llevando el carrito y las bolsas. Pero, en silencio, también la ayudo de otra forma: llevando la cuenta de cuánto está gastando en la compra. Los feriantes tienen la costumbre de llevar la cuenta en forma mental. Y claro, tienen años de experiencia haciéndolo, pero eso no significa que puedan equivocarse.

Una vez que mi madre ya había seleccionado todas las frutas, comenzamos a sumar los valores para pagar. El tipo iba mentalmente sumando cada fruta y diciendo el total a viva voz. En un momento, dice: "$5.900 más $1.200 de plátanos... $8.100". Ahí, saltó el Francisco matemático, intuyendo que algo no cuadraba.

"Disculpe, pero está mal ahí", le dije cortésmente. El caballero me miró algo extrañado y vuelve a repetir que son $8.100. "No. El total es $7.100", le contraargumenté. 

- Ya me enredaste con tu interrupción - me respondió -. Comencemos de nuevo con la cuenta.
- No es necesario. El último valor fue de $5.900, y si a eso le sumamos los $1.200 de plátanos, da $7.100, no $8.100.
- Ahh ya ya - dice -, dejémoslo en $7.100. Más los $1.100 de tomates llevamos $7.200.
- $8.200 es el total - le interrumpí de nuevo, pensando en que debía usar una calculadora para no tener problemas -.
- Buuuu ya, $8.200 entonces.

Finalmente dio como $11.000 aprox. Mi madre pagó y nos fuimos. En eso me dice: "Quizás cuántas veces se enredan en la suma y me cobran de más". "Es probable - le respondí -, pero quizás cuántas veces te cobraron de menos". Y ambos nos reímos. Llegamos al auto, cargamos las cosas, le dimos unas chauchas a la famosa cuidadora de autos y nos fuimos a casa :D