sábado, 18 de febrero de 2012

164. Viajando con Panchito 6: La plaza Acevedo.

No hay nada mejor que escribir largamente escuchando la lluvia caer en el techo del cobertizo, acostado tomando una rica y calentita leche con chocolate. Y es que muchos me han dicho que quieren leer cosas nuevas en mi blog. Y me parece curioso, puesto que hasta la fecha he escrito 163 artículos - sin contar este -, por lo que material para leer hay de sobra. Quiero pensar, entonces, que han leído todos mis artículos, y si esa remota idea fuera cierta, me sentiría muy feliz porque, que yo sepa, nadie ha logrado semejante proeza.

En mi visita a la U de Conce... sentimientos encontrados

Volviendo a lo que me dijeron algunos lectores si oh, eso de que querían leer cosas nuevas, ¿ya lo olvidaste? come más pasas, es verdad que de hace algún tiempo no me dedicaba a escribir. Estuve de vacaciones. Sí, Panchito merecía descansar de las agotadoras jornadas de trabajo en el supermercado. Así que me fui hacia la cordillera - bueno, ni tanto tampoco, pero fui hacia el interior -, específicamente a dos ciudades: Yungay y Laja. Sin embargo, como leíste en el título de este artículo, no hablaré de ninguno de esos dos lugares por ahora, puesto que debemos seguir con la continuación del último Viajando con Panchito, cuando recorrimos la Universidad de Concepción. ¿Tienes tu equipaje listo? Buuu pero cómo, ya, apúrate y arma tus maletas pronto que no te voy a esperar tanto Ponte cómodo y sigamos recorriendo algunos lugares del Gran Concepción.



Luego de haber recorrido la Universidad de Concepción, donde yo malgasté un año de mi vida y ahora tengo una deuda de aproximadamente 1,5 millones de pesos, deuda que ni a ti, ni a tu papá, ni a tu abuela y ni a tu perro les interesa, nos dirigimos a la camioneta para movilizarnos hacia la plaza Acevedo. Para poder llegar allí desde la Universidad de Concepción, deberás tomar la Av. Chacabuco, subiendo numéricamente hasta doblar a la izquierda en la Av. Roosevelt, y continuar hasta la intersección con Av. San Juan Bosco, donde deberás doblar a la derecha hasta el cruce con Av. Los Carrera y Av. Collao. A mano derecha encontrarás la Plaza Acevedo. ¿Quedó claro? Parece que como guía turístico me moriría de hambre :P

Llegamos a la citada y bendita plaza y nos estacionamos. Curiosamente en ningún lado - que yo recuerde - se expresaba por medio de algún letrero que debíamos pagar por dejar el vehículo allí. Sin embargo, había un caballero cobrando. En fin, no nos vamos a poner a cuestionar su trabajo. A final, si nos cobró y le pagamos, preferimos quedar de generosos y no de tacaños.

La plaza Acevedo

Luis Acevedo - tomado de link -

Hagamos un poquito de historia, aunque la detestes. La plaza fue construida hace casi 100 años, en 1914. Su nombre se debe al aviador Luis Acevedo, uno de los primeros pilotos chilenos, quien murió al estrellarse con su avión (algunos dicen en el Biobío, otros en lo que actualmente es San Pedro de la Paz) un 13 de abril de 1913.

Actualmente podemos encontrar allí no solamente el famoso parque jurásico, sino también el Museo de Historia Natural, creado en el año 1902. A sus alrededores hay dos regimientos militares, un hospital y un consultorio. La plaza tiene forma triangular, conformada por el perímetro de la calle Maipú y las Avenidas San Juan Bosco e Ignacio Collao. Esta plaza estuvo muy olvidada por mucho tiempo, hasta que hace unos pocos años se hicieron trabajos en ella y ahora es una de las plazas más espectaculares de Concepción.

Pues bien, basta de historia. Vayamos al recorrido. Seré sincero: no tengo ni idea de dinosaurios, y me da flojera estar buscando fotos y haciendo comparaciones para saber qué especies están replicadas en la plaza. Sólo me conformo con explicarles que está lleno de dinosaurios. Incluso hay uno volando en los cielos. Luego de comerme un completo y unos algodones de azúcar, contemplé aquellas imágenes y quedé muy entusiasmado porque nunca había visto algo semejante. Además, es lo más parecido a la película Jurassic Park, aunque en una escala muuuuuuuuuuy reducida, por no decir insignificante.

Galería de fotos

¡¡Qué hallazgo!! Una pisada de dinosaurio :)

Pero mira esa mirada... y esos dientes...

Venga mi cachorro... es hora de su comidita... ¡Eso es!

La foto oficial

Tremenda mole, ¿no?

Que no se le ocurra sentarse porque hará puré de Panchito

Les juro que yo no rompí esos huevitos :S

Es un bonito lugar de Concepción que vale la pena visitar. De hecho, si vienes por la carretera desde Penco, Cabrero, Florida o desde Talcahuano por la Av. Alonso de Rivera, podrás llegar de manera rápida por la rotonda General Bonilla y, metiéndote por Av. San Juan Bosco (donde hay una gran cruz), llegarás a la Plaza, pero deberás dar vueltas por otras calles para llegar y me da una flojera estarte explicando eso así que mejor ándate a otro lado y deja de molestarme, pero no me sé esas calles, pero hay que ser intuitivo.

¿Qué sorpresas nos espera más adelante?

De la plaza Acevedo nos fuimos a casa. Sin embargo, Viajando con Panchito tiene otras sorpresas preparadas. ¿A dónde iremos a parar la próxima ocasión? Quizás ya sea hora de salir de los perímetros de mi querida ciudad y nos vayamos a otro lado. Ñeeee, quedará en suspenso. Gracias por sus comentarios y recuerda que todos serán respondidos. ¡Ah! Aprovecho de agradecer a los 73 seguidores que tiene Donde Panchito en Facebook. ¿Aun no lo sigues? No te desactualices de mi blog y hazte fan haciendo clic aquí. ¡Saludos!

Lo más probable es que para la próxima, "Viajando con Panchito" se vaya hacia la derecha en esta intersección :P (no tomen en cuenta la fecha)

domingo, 29 de enero de 2012

163. Es cuestión de modales...

Tener buenos modales es signo de cultura y educación

¿Te han enseñado modales? A mí desde muy pequeño mis padres me inculcaron lo que son los modales, el ser respetuoso y ser amables con los demás. Sin embargo, en un mundo cada vez más apurado y poco preocupado por el prójimo, pareciera ser que los modales se están quedando en el pasado. ¿Será que en la actualidad están obsoletos?


Un mundo sin modales

 Ceder el asiento es muestra de modales

Entendamos que "los modales son las normas de conducta que, ejecutadas, demuestran que una persona es correcta, educada y refinada, y que se usan para exteriorizar el respeto hacia otras personas" (tomado de Wikipedia). Por lo tanto, el hecho de tener buenos modales reflejan en nosotros una actitud de respeto hacia nuestro prójimo, y así demostramos ser personas correctas y bien enseñadas. Personalmente he visto cómo los modales han caído notablemente en el último tiempo. La gente ya no tiene respeto por nada ni por nadie, siendo unos egocéntricos, es decir, "me preocupo por mí, y el resto no me importa".

Ejemplos hay varios, y no es necesario ir tan lejos para darse cuenta de ello. ¿Qué tal si hablamos de los asientos preferenciales en las micros, ubicados adelante? Sí, ese letrero que dice Cédalo, donde tienen preferencia los minusválidos, embarazadas y tercera edad. Y, aunque no sea los primeros asientos, moralmente los jóvenes deben ceder el asiento a los mayores. Pero eso cada vez se ve menos.

No te hagas el desentendido: cede el asiento

Pero hay cosas más sencillas aún. ¿Pedimos permiso antes de pasar por un lugar lleno de gente, o simplemente chocamos con todos? ¿Pedimos disculpas si empujamos a alguien sin querer? ¿Pedimos las cosas por favor? ¿Cedemos el lugar en la fila a una abuelita o a una persona con movilidad reducida... o a una embarazada? ¿Ayudamos a cruzar la calle a un ciego? En el supermercado donde trabajo, hay una caja preferencial para personas con discapacidad, embarazadas y tercera edad. ¿Es posible que la gente llegue incluso a pelear e insultarse con tal de no ceder el lugar? Es curioso, porque esa misma persona que no cede su lugar a un abuelito, tarde o temprano también será un viejo a menos que la amargura que tiene lo mate antes de viejo, y demás que querrá que le cedan el lugar en la fila para no estar tanto rato esperando.

Las palabras mágicas :D

¿Y qué hay de dar las gracias? Algo tan básico que también está quedando en el olvido. Nadie agradece por nada, y eso sí que es una falta de respeto. Ejemplo: ¿decimos gracias cuando alguien nos hace un favor? ¿Cuando nos ayudan en algo que es difícil de hacer? ¿Damos gracias cuando un empaque nos ayuda con las bolsas en el supermercado? Mi experiencia dice que cada vez se usa menos.

Palabras como por favor, perdón, disculpe, gracias; o acciones como ceder el asiento, ayudar a alguien que viene muy cargado, o acompañar a alguien a cruzar la calle, van quedando obsoletas. E incluso, muchas personas quedan atónitas cuando alguien, especialmente un joven, hace estas cosas.

Un experimento muy curioso

Pero no quiero dedicarme a la palabrería. El 23 de diciembre pasado fui al centro con un amigo, y el centro estaba llenísimo de personas que, supuestamente motivadas por el amor y otras cosas, compraban regalos navideños para los seres queridos. Allí, hice un experimento, experimento que ya había hecho en tercero medio, por allá por el año 2006, y que arrojó resultados negativos. ¿Cuál? Me paré en la esquina de Barros Arana con Aníbal Pinto, una esquina muy transitada por peatones, puesto que allí se cruzan dos paseos peatonales, y comencé a anotar cuántas personas chocaban conmigo. No me iba a mover. Y si alguien me chocaba, quería ver si era capaz de pedirme disculpas por lo menos.

Haciendo el experimento. El de mochila y gorro verde soy yo

Yo otra vez... (sí, el gorro verde es de Luigi Bros :P)

Estuve 10 minutos parado en esa esquina en ambos casos, el 2006 y el 2011, y aquí están los resultados:

2006:
Minutos parado en la esquina: 10
Personas que chocaron conmigo: 12
Personas que me pidieron disculpas: 4
Personas que no me dijeron nada: 7
Personas que se molestaron conmigo: 1

2011:
Minutos parado en la esquina: 10
Personas que chocaron conmigo: 22
Personas que me pidieron disculpas: 6
Personas que no me dijeron nada: 10
Personas que se molestaron conmigo: 6

Los resultados saltan a la vista: la gente en general es mal educada. O por lo menos, justo a mí me tocaron personas mal educadas que ni siquiera se dignaron a pedirme disculpas. De un universo de 34 personas en esos dos años, sólo 10 me pidieron disculpas, y 7 SE MOLESTARON porque seguramente consideraron que yo era un estorbo en su camino. 17 personas no dijeron nada. Lo curioso es que de esas personas que se molestaron y me increparon, una abuelita soltó una palabrota, siendo que por lo general los mayores son más respetuosos.

Seamos más respetuosos

Desubicados

A pesar de que un libro muy antiguo indicó que la gente sería "amantes de sí mismos, sin afecto natural, crueles, aborrecedores de lo bueno", nosotros no debemos ser como la mayoría de la gente que muestran estas características (2 Timoteo 3:1-5). En el experimento citado anteriormente, sí hubo gente respetuosa que, amablemente, me pidió disculpas por pasarme a llevar sin querer. Si realmente somos respetuosos, no tendríamos por qué seguir la corriente de un mundo cada vez menos comprensivo y amable con los demás. ¿Acaso costará tanto pedir las cosas por favor? ¿Tanto dolor de pies nos traerá si cedemos el asiento en la micro y viajamos parados? Si no tenemos plata para darle al empaque, ¿no podríamos decirle un Muchas gracias en señal de agradecimiento? Si vemos a una abuelita que no puede cruzar la calle, ¿acaso se nos vendrá el mundo encima si perdemos 30 segundos y la ayudamos?

De nosotros depende hacer un mundo un poco más amable. Quizás no recibiremos grandes recompensas en dinero o en cosas de valor al ser agradecidos, amables, corteses o con buenos modales hacia los demás, pero créanme: cuando le hacemos el bien al prójimo, es un bálsamo para nuestra alma, y eso NO TIENE PRECIO. Vamos... es sólo cuestión de modales.

jueves, 19 de enero de 2012

162. Experiencias de un simple cajero 3

A comprar se ha dicho :D

A pesar de todos los problemas que he tenido al tratar con los clientes, me gusta ser cajero. Y a pesar de que he tenido experiencias desabridas, que por algunos instantes me han hecho pensar en abandonar este oficio, hay otras experiencias y otros sucesos que me hacen feliz y que me empujan a seguir trabajando como cajero. En esta tercera parte sólo tocaré experiencias positivas y curiosas que me ha tocado vivir en estos 18 meses pasando productos por caja.



"Me dio mucho gusto pasar por aquí"

Llevaba aproximadamente unos 5 meses trabajando cuando pasó una abuelita muy simpática junto a una jovencita, que debo suponer que era su nieta. Llevaba un carro llenado a la mitad. La saludé de manera cortés y comencé a pasar los productos. La abuelita me miraba atentamente y, cuando la compra estaba realizada, me dice: "¿Sabe? Primera vez que me atiende un cajero varón ni modo que sea cajero mujer :P, pero se entiende, y me dio mucho gusto pasar por aquí. Te felicito hijo: dejaré un mensajito a tus jefes indicando que eres un buen chico". Mis ojos se iluminaron. Le agradecí a la señora por su amabilidad y claro, después leí en el libro de reclamos que me había dejado una notita hablando muy bien de mí. :D

Con gente así, da gusto trabajar. Es verdad que cada uno tiene sus problemas, y por ejemplo, ayer estaba agotadísimo mentalmente atendiendo a la gente, y no con muy buen ánimo. Pero ambas partes, tanto clientes como cajeros, debemos dar lo mejor de nosotros mismos y así la cosa se pone más amena e, incluso, más entretenida.

"A mí tampoco me sirven"

Un grupo de jóvenes fueron al supermercado a comprar cosas para lo que ellos llaman carrete. Pasaron por mi caja con cervezas, vinos y algunas cosas para comer. No me acuerdo cuánto les salió, pero recuerdo que terminaba en 16. Supongamos que les haya costado $5216. Ellos me entregaron todo con sencillo. Entre todo ese sencillo venían 16 monedas de $1. Por mi no había ningún problema. De hecho, esas monedas me sirven para los clientes que me exigen el vuelto exacto. Lo que sí me molestó un poquito fue que, mientras me entregaban los $16, se burlaban de mí, diciendo que no me servirían de nada esas monedas y que me iba a faltar plata en la caja. Yo guardé silencio.

Un peso

Cuando se iban, uno de los chicos se acordó que debían llevar otros productos. Cuando llegaron a mi caja nuevamente, me pagaron, y el vuelto curiosamente fue de $16. Yo, tranquilamente, procedí a devolverles una por una las 16 monedas de $1 que burlescamente me habían dado en la compra anterior. Incrédulos, al ver el vuelto, me dijeron: "A nosotros no nos sirven estas monedas". Los miré y, con una pequeña sonrisa, les respondí: "A mí tampoco, ahí tienen su vuelto. Muchas gracias". Calladitos, se fueron del supermercado.

"Qué honrado es usted"

En mi familia, y en la congregación a la cual asisto, me han enseñado desde niño a ser honrado. La Biblia nos insta a "comportarnos honradamente en todas las cosas" (Hebreos 13:18 TNM). Y algo relacionado con la honradez me pasó en la caja 11. 

Los billetes se pegan con facilidad

Un caballero pasó por mi caja y me pasó un billete de $10.000 de más. Los conté como cinco veces para asegurarme que de verdad me había pasado un billete de más. "Caballero - le dije -, me está pasando un billete de más". El caballero quedó asombrado y me dijo: "Qué honrado es usted". Casualmente, en la fila, estaba mi hermano mayor comprando y dijo: "Es que él es de tal religión"*. Cuando el caballero supo, se puso feliz y dijo: "Ojalá que todos fueran como ustedes de esa religión. El mundo sería distinto".

Fui muy feliz.

Se vienen más experiencias

Para mí es imposible no llevarme bien con mis compañeros de trabajo. Y es que cuando pasas buena parte de la tarde metido en medio de ellos, suceden cosas que quedan grabados entre nosotros y que nos unen como personas. Así como a mí me han pasado tantas experiencias, a mis compañeros/as de trabajo también les ha sucedido lo suyo. Y las tallas que nos tiramos en la sala de arqueo se recuerdan durante meses.

Me encanta mi trabajo. E intento no olvidar todas las vivencias que he tenido en este tiempo para poder escribirlas en mi blog. Así que no te pierdas más de estas historias en los siguientes artículos de la sección "Experiencias de un simple cajero". ¡Saludos!

sábado, 7 de enero de 2012

161. Fútbol

El primer artículo del año 2012. Un nuevo [Inserte título aquí] referente a los noticieros que dan en la televisión chilena. ¿Te has dado cuenta de algo?

¿Se han dado cuenta que en los noticieros a la hora de los deportes por lo general SÓLO HABLAN DE FÚTBOL, como si no existiera ningún otro deporte?












Fail...
Aquí va la descripción personalizada de la entrada que queremos mostrar y que sólo se verá en la portada del blog. Puedes repetir un fragmento de la entrada o agregar una descripción completamente nueva; ésta sólo será visible cuando la entrada esté resumida, una vez que el lector ingrese a la entrada esta descripción no se visualizará.

viernes, 30 de diciembre de 2011

160. Estrena la cara 2012 de Donde Panchito

Estoy muy feliz porque este año 2011 ha sido el regreso triunfal de Donde Panchito, luego de un 2010 espantoso. ¿Qué se viene para el otro año? Averígualo aquí
Así de feliz estoy :D

Seguramente al entrar a mi blog, te habrás dado cuenta de que han habido algunos cambios. ¿Sabes qué? Pareciera ser que sí... de hecho: así lo es. Esta es la nueva cara que tendrá mi blog durante el año 2012, una plantilla más colorida, pero igual de sencilla que sus antecesores. ¿Qué tal?

Aquí va la descripción personalizada de la entrada que queremos mostrar y que sólo se verá en la portada del blog. Puedes repetir un fragmento de la entrada o agregar una descripción completamente nueva; ésta sólo será visible cuando la entrada esté resumida, una vez que el lector ingrese a la entrada esta descripción no se visualizará.
Disculpen la calidad de la foto... es que es tarde y me da lata modificarla :D

Me interesa mucho saber tu opinión sobre la nueva plantilla. ¿Te gustó? ¿No fue de tu agrado? Házmelo saber, porque puedo hacerle algunas modificaciones, dejándome un comentario en este artículo. Además, se habilitó una nueva encuesta que es justamente relativa a este nuevo aspecto de Donde Panchito. Puedes dejar tu voto :)

Y para este año 2012, que prontamente se iniciará, se vienen nuevos artículos y secciones para deleite de quienes visitan este pequeño lugar. Sin ustedes, Donde Panchito no tendría sentido. Aprovecho de darles las infinitas gracias a cada uno de los 92.000 visitantes que han llegado aquí desde que creé este lugar, hace ya más de 5 años. Pero, en especial, a mis compañeros de trabajo, mis amigos del barrio y de la congregación a la cual asisto y, por sobre todo, a la fan N°1 de mi blog: Yass, quien desde hace un tiempo hacia acá ha dejado su huella con sus comentarios sí sí, ahora se hace llamar nana, pero es la misma Yass... le encanta que le escriba de forma tachada :D. Muchas gracias a todos.

Así me despido de ustedes, esperando verlos nuevamente dentro de poco en este rinconcillo de internet. ¿Donde? Donde Panchito pues :D