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miércoles, 21 de junio de 2017

247. Canciones: Elizabeth (Nino Bravo, 1970)



Durante estos últimos días he estado amononando mi blog, ordenando las temporadas (que ya son doce y contanto) y actualizando los artículos, cambiando fotos y agregando vídeos que habían sido dados de baja.

Hoy quiero compartir con ustedes un temazo en vivo del extinto Nino Bravo. Un hombre con una voz terriblemente extraordinaria. No me imagino cómo habría sido la historia de la música moderna si no hubiera fallecido en 1973. La canción que les dejo es Elizabeth, y la cantó en un festival en Brasil donde, increíblemente, a pesar de semejante voz, no ganó. Por favor, noten cómo canta y dónde pone el micrófono. Es impresionante. Disfrútenlo.


martes, 6 de junio de 2017

246. El internet de antaño: Nostalgia Pura

Estamos en el mes de junio de 2017. Han pasado más de 11 años desde que creé este blog, así que es obvio concluir que el internet como lo conocemos ha cambiado muchísimo durante esta última década. Cuando creé Donde Panchito en mayo de 2006, MSN Messenger la llevaba para chatear, acá donde vivo estaba recién llegando la banda ancha, el wifi. Youtube llevaba sólo un año de vida y aun arrendábamos películas físicas para verlas en casa, ya que no existía Netflix.

Pero, ¿cómo era el internet más atrás en el tiempo? Digamos... ¿durante los años 90? En este artículo quiero que hagamos un viaje muy interesante. Un viaje en el tiempo para poder comprender cómo vivimos en un mundo tan digitalizado y conectado por esto que llamamos internet.

¿Cómo llegó internet a mi casa?

En este artículo no pretendo comentarles cómo surgió internet ni quién lo creó. De hecho, el título de esta entrega apela a la nostalgia, por lo que me remitiré meramente a mis recuerdos que tengo de chico, acerca de cómo internet llegó a casa de mis padres y de a poco comenzamos a sumergirnos en este gran mar de información.

Mi papá compró el primer PC en el año 1997 ó 1998, cuando mi hermano Cristián salió de la secundaria. Un PC Windows 95 con 4GB de disco duro. Antes de la existencia del wifi, para conectarse a internet utilizábamos el cable del teléfono. Claro está, utilizar un cable como éste no brindaba una velocidad aceptable. Éramos felices si descargábamos algo a 4kb/s. Sí, no me equivoqué: son 4 kilobits por segundo. Es difícil pensar que hace tan sólo 20 años esa era la velocidad con la que transitábamos por internet, en especial cuando hoy 10 mb/s es muy poco para descargar un archivo.

Descargando canciones con el programa Morpheus, en noviembre de 1998

Una canción de 3 minutos en formato .wav podía tomar horas, y en .mp3 unos cuantos minutos. Hablamos de una época en que todo era más lento, la gente andaba con más calma y nadie andaba apurado... excepto tu mamá, si debía llamar a tu abuela, ya que estabas usando el cable del teléfono.

Sí, internet era paradógicamente incompatible con el teléfono de mi casa. Al levantar el auricular, se escuchaban sólo chirrillos. Debíamos desconectarnos del internet, realizar la llamada telefónica, colgar, y luego conectarse de nuevo. ¡Y cómo olvidar ese mítico sonido de cuando hacíamos conexión con el naciente internet!



Visitando algunas páginas de ese entonces

Altavista en Enero de 1999
Internet Explorer 3.0, mostrando Yahoo! en 1997

Google no existía. Entonces, ¿cómo buscábamos algo en internet? Si bien es cierto, no había mucha información, era la suficiente como para perderse. Entonces, el buscador por excelencia, aunque no muy bueno, era el Altavista. Para navegar en ese entonces sólo teníamos el - amado por unos y odiado por otros - Internet Explorer, aunque el pionero, si mal no recuerdo, fue Nestcape.

No es difícil encontrar en internet hoy algunos pantallazos de páginas web antiguas, de finales de los años 90. Haz el ejercicio. Te sorprenderás de cómo lucían con esos gif tan hermosos para la época. Veamos algunos:

Web de Adobe el 4 de noviembre de 1996

Sitio web de un candidato a la presidencia de
Estados Unidos en 1996. Aún existe.

MSN Hotmail el año 2000

Latinmail el año 2000

Portal de noticias MSN en 1999
SuperSitio, el sitio web de mi hermano Andrés, en el año 2000

¿Querías navegar en varios sitios a la vez? Bueno, si tu computador Windows 95/98/2000 no se colgaba con el pantallazo de la muerte, había un problema: los navegadores de ese entonces no tenían pestañas, por lo que debías abrir una ventana nueva por cada página web que querías visitar, llenando la barra de tareas si era necesario. Toda una odisea.

En esta época mi hermano Andrés creó su sitio web SuperSitio que, aunque no lo creas, aún está vivo y en pie, a 17 años de su estreno y posterior abandono. Una arqueología con todas sus letras.

¿Correo electrónico y chateo? No había problema...

Mi primer correo electrónico es el que aun uso actualmente; una cuenta de hotmail de increíbles 2MB que me creé el año 2001. Paralelamente me creé un correo en latinmail, pero con poco uso. Recién en el 2004 se creó Gmail con un 1GB de capacidad y de ahí en adelante los correos comenzaron a crecer en capacidad. ¡Qué memorable época donde nos mandábamos cadenas o postales por mail! 

MSN Messenger

El rey indiscutido del chateo era MSN. Apenas llegaba de clases me sentaba a chatear con mis amigos y compañeros de clase. Facebook ni se asomaba con su poca privacidad... Whatsapp ni hablar, si lo celulares de ese entonces a lo sumo eran a color. No faltaba el que te llenaba de zumbidos en el MSN o usaba una aplicación para saber quién lo había bloqueado del chat.

Me encanta recordar lo vivido tiempo atrás. Una época que fue genial, por lo menos para mí. Buscando tareas en monografías.com, el rincón del vago, o en la enciclopedia Encarta. Usaba los CD con enciclopedias que al poco andar quedaban desactualizados. Mi niñez fue muy entretenida averiguando más sobre este incipiente mundo del internet. Conforme fueron pasando los años, las cosas cambiaron. Se fue MSN y apareció Facebook. Whatsapp es el rey de la mensajería instantánea. Llego la banda ancha y el wifi. Wikipedia es la herramienta para hacer tareas y Encarta quedó en el olvido.

Mi primera Encarta

Gracias por haberme acompañado en este pequeño recorrido por los inicios de internet en mi vida. ¿Y tú? ¿Desde cuándo usas internet y recuerdas cómo era hace unos buenos años? Conversemos en los comentarios. ¡Nos vemos!
Aquí va la descripción personalizada de la entrada que queremos mostrar y que sólo se verá en la portada del blog. Puedes repetir un fragmento de la entrada o agregar una descripción completamente nueva; ésta sólo será visible cuando la entrada esté resumida, una vez que el lector ingrese a la entrada esta descripción no se visualizará.

martes, 23 de mayo de 2017

245. Experiencias de un simple cajero 9


Amigos: hoy he vuelto con una nueva versión de Experiencias de un simple cajero, donde les contaré una situación que he vivido constantemente a lo largo de los años en mis diferentes trabajos. Lo más triste de todo, es que la gente cada día está peor. Díganmelo a mi, que trabajo atendiendo público.

La gente ni saluda al pagar

Yo entiendo que muchas veces las personas pueden ir apuradas, que estén atrasadas por muchos motivos, ya sea porque se pillan con un taco o porque se quedaron dormidos y despertaron tarde. También los entiendo si andan como la mona, mal genio, irritables por abc motivos. Pero en ningún caso se justifica que, cuando vayan a mi caja y los salude, simplemente se limiten a pedirme lo que quieren, como si fuera su criado o su esclavo.

Cada vez es mayor la cantidad de personas que ni siquiera tienen la decencia de saludar a otra persona al llegar, por ejemplo, a una caja. Hay otras que sí lo hacen, y en una sociedad cada vez más agresiva y menos amorosa con el prójimo, ver que saluden ya se convierte en un acto raro. Pero no es nada raro que alguien llegue a mi caja, yo lo salude y simplemente me dice: "Dame tal cosa". Ni siquiera lo piden por favor. Siento que simplemente soy una máquina que debo obedecer todos sus requerimientos...

Pero, ¡Sorpresa! Soy un ser humano: merezco respeto. No saludar cuando te saludan es, con todas sus letras, una rotería.

Muchas veces los saludo de nuevo, quizá pensando que no me escucharon. Algunos me piden disculpas por no corresponder el saludo al principio. Pero otros, simplemente repiten la orden: "Dame tal cosa", y más encima se molestan. Ahí me aburro y simplemente lo atiendo lo más rápido para que sigan su camino. Al fin y al cabo, ellos son quienes quedan mal por no tener respeto hacia su semejante.

Amigos: no hay que ser mal educados. Saluden. Den un buen día. Sonrían. Al llegar a una caja saluden amablemente. Y si el cajero te saluda, devuélvele el saludo. Y si no te saluda, no importa. Debes demostrar que tus padres te educaron bien, incluyendo el respeto por los demás. No seamos rotos, y lo digo en buena. :D

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La foto fue tomada del sitio de internet Grandes Pymes de Argentina.

martes, 16 de mayo de 2017

244. Aniversario número 11 de "Donde Panchito"


Y bueno, hoy es un día especial. Hace ya 11 años abrí este lugar en internet. Ya son 11 años de muchas aventuras y muchos buenos momentos. Estoy feliz, nunca había logrado que un proyecto hecho por mí dure tanto. Nada, ni mi primer pololeo (3 meses), ni haber juntado plata para mi auto (3 años), ni mi largo diario de vida (10 años) ha durado tanto como Donde Panchito.

En esta ocasión, no les relataré nada referente a cómo creé mi blog. Esa historia la repito año tras año cada 16 de mayo. Si quieren releerla, está en la sección "Acerca de". Pero se vienen muchas cosas interesantes para los siguientes meses. Pretendo retomar mi sección de escritos. Me encanta escribir, no solamente en mi blog, sino también novelas y cuentos. En los inicios de mi blog, por allá en el año 2007, les contaba que también dibujaba comics. Por ahí también anda dando vueltas una obra de teatro. Todo eso intentaré plasmarlo en mi blog, en una sección llamada "Mis Escritos", que, si Dios quiere, pronto estará aquí.

Aprovecho también de comentarles que, oficialmente, ya no publicaré más artículos referentes a las Frases de Oro, aunque los artículos que haya escrito sobre ello no serán eliminados y podrán seguir consultándolos.

Intentaré, en la medida de lo posible, seguir a un buen ritmo para que puedan seguir leyéndome. Agradezco infinitamente el apoyo de ustedes, lectores, en estos 11 años de vida. Y espero que pueda estar a la altura de lo que ustedes esperan, aportando con artículos de calidad y que les guste leer.
¡Feliz aniversario Donde Panchito! Veremos si en unos 50 años más, bates el record del blog más longevo del mundo.... Eso espero :D
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sábado, 13 de mayo de 2017

243. Clases de relajación usando el mar

El mar (Foto tomada de hdfondos.eu)

Hace unos años les conté en este mismo blog que me habían operado de un quiste. ¿Se acuerdan? Estuve un par de días en el hospital y con cuatro meses de licencia porque no podía trabajar en las condiciones en las que había quedado. La cosa es que los primeros días, luego de volver del hospital al hogar, dormir se me hacía muy difícil. No sabía por qué, pero me quedaba hasta altas horas de la noche intentando conciliar el sueño, y lo lograba a eso de las 2 de la mañana.

Sin embargo, indagando en internet, logré dar con una solución que, al principio, la encontré descabellada. Pero luego de los años, puedo decir que en parte me ayudó a dormir mejor. Déjenme contarles.

El sonido del... ¿qué?

A principios de 2013, en casa luego de mi operación, comencé a buscar información referente a cómo poder dormir mejor. Salían muchas soluciones, que de acuerdo a mi presupuesto, estaban alejadas de mí. Entonces, encontré un artículo (no recuerdo dónde, ha pasado mucho tiempo ya), donde hablaba del sonido del mar como método de relajación.

"El sonido del... ¿Qué?", fue lo primero que pensé. Lo encontré un disparate. Sin embargo, se me vino inmediatamente a la mente cuando, siendo un niño, mi padre me llevaba a pasear a la desembocadura del río Biobío, que queda cerca de casa de mis papás. En ese lugar corre muchísimo viento, y se levantan olas muy altas que rompen con fuerza sobre las rocas. Ese sonido me gustaba mucho. Tanto así que me sentaba sobre las rocas más altas y cerraba los ojos, sólo para relajarme escuchando el sonido del mar y del viento.

Pero, vamos.... No podía ir todas las noches a dormir a orilla del mar, ¿no? Pero decidí buscar en Youtube si alguien había grabado el sonido del mar como para relajarse. Y bueno, internet está plagado de vídeos con el sonido del mar. Y veía comentarios de personas que lograban dormir mejor dejando este sonido por las noches. "Debe ser una locura - pensé -. ¿Cómo puede ser posible eso?". 

En fin... no perdía nada con intentarlo, y un día decidí dejar el sonido del mar como fondo en mi habitación.


Relajación pura con el mar, la lluvia... ¡y hasta con la lavadora! 


Les acabo de dejar el vídeo original que usé la primera noche. Descargué el sonido y lo puse en el reproductor de música repetidas veces. Aunque pareciera extraño, ese día dormí tranquilamente toda la noche. Pensaba que el ruido no me dejaría dormir, pero al contrario: dormí muy bien. Al otro día hice lo mismo, y también logré dormir muy bien. El sonido claramente no era igual a cuando estás realmente frente al mar, pero los efectos son similares. Hay que usar la imaginación, cerrar los ojos y el resto viene por añadidura.

Una lavadora
Mis papás al darse cuenta que tenía ese ruido, les pareció muy raro lo que hacía. Pero al final se acostumbraron. Aparte que no les molestaba porque dormían al otro lado de la casa.

Luego me di cuenta que sucede algo parecido con la lluvia, y el ruido que produce al chocar las gotas del agua en el techo. ¿Acaso no es relajante escuchar la lluvia, acostadito, leyendo un buen libro o un buen blog como el mío? Y hace unos días me di cuenta que también sucede lo mismo con el sonido del centrifugado de una lavadora automática. Claro, pero en menor escala.

Hay de todo en internet. Sonido del mar, la lluvia, de lavadora... e incluso de secador de pelo y de aspiradora. Todo esto es para intentar dormir mejor. En mi caso, durante esos años ponía ese ruido por las noches (el del mar) y me dio resultado. Últimamente ya no lo hago tan seguido. Pero de vez en cuando, uso mis audífonos, le doy play al vídeo... ¡Y a relajarse se ha dicho!