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miércoles, 3 de mayo de 2017

242. Panchito Schumacher

La velocidad máxima siempre ha sido un tema entre los conductores

Enfermo: sí, así amanecí hoy. Completamente enfermo. Hoy tengo día libre de mi trabajo, y justo tengo que enfermarme. Estuve toda la noche tomando agua de Natre, más unas pastillas y miel con limón, y me siento un poco mejor.

Aprovecharé, entonces, ya que estoy encerrado en casa porque afuera el tiempo está muy cambiante y eso hace mal, de escribir una nueva entrega para ustedes, mis fieles lectores de mi blog. Avanzamos muy rápido hacia el aniversario número 11 de mi querido blog. No les prometo nada, pero mi idea es hacer algo especial ese día. Veamos si me resulta. Ahora vamos con el tema de hoy.

Locura en la carretera

La historia que les contaré me ocurrió hace aproximadamente un año. Fui a casa de unos amigos a Lirquén, a unos 18 kilómetros desde mi casa. Me quedé hasta las 10 de la noche aproximadamente conversando sobre diversos temas. En eso, salió el tema de la conducción. Uno de mis amigos tiene problemas a la vista... problemas severos. Debe usar unos lentes con un aumento muy grande. Aun así, manejaba sin lentes y en varias ocasiones casi ha chocado con árboles o postes.

Claro está, para mí no era mucho el chiste, puesto que es peligroso. Actualmente no tiene licencia porque se le venció y no lo ha renovado. La cosa es que le decía que podía sacarle un parte por manejar de esa forma, y peor si en su licencia dice que debe usar lentes. Seguimos hablando de otras cosas y luego me fui.

Ruta 150: Carretera Concepción - Penco, a la altura del km 1.


Era de noche, y había mucho tránsito en la carretera. Viajaba a unos 85km/h cuando me cambié de pista (derecha a izquierda) para adelantar a un furgón. Me costaba mucho, porque iba más rápido que yo. Iba a aumentar mi velocidad cuando, en eso, de la nada, sin mentirles, DE LA NADA, aparece "un amigo en tu camino" (un carabinero), que se tomó la molestia de cruzar la carretera completa para atajarme a mí. Como iba por el carril izquierdo, que es el que se usa para adelantar, tuve que frenar en seco porque el carabinero se quedó frente a mí, con una linterna, indicándome que me estacionara en la berma. Como pude, me cambié de pista de nuevo y me estacioné en la berma, justo delante de un letrero que indicaba que la velocidad máxima era de 90 km/h.

"Buenas noches - me dijo el carabinero -. Sus documentos por favor". Se los pasé y, luego de ir a corroborar la información, me dice: "El motivo de esta fiscalización es para indicarle que usted ha infringido la velocidad máxima de esta carretera, ya que viajaba a 93km/h en una zona de 70km/h". Dicho esto, concluye: "Por lo que lo citaré al juzgado para proceder al parte".

Yo quedé plop. No iba a 93 km/h, sino a 85, como indicaba el velocímetro de mi auto. Pero, ¿Cómo refutar a la autoridad, si no tenía pruebas de ello? Aparece una carabinera con una pistola de velocidad y me muestra un 93 gigante. Yo la miro, y le digo: "¿Cómo sé yo que usted apuntó a mi auto y no al que iba al lado mío?". No dijo nada; dio media vuelta y se fue a la patrulla.

Reconozco que iba excedido de velocidad, puesto que el último letrero con la velocidad máxima permitida efectivamente decía 70 km/h. Pero, una cosa es ir a 85km/h, y otra muy distinta es ir a 93km/h. ¿Por qué digo esto?

Diferentes velocidades, diferentes partes

Hablemos un poco de leyes viales. Todo vehículo motorizado debe respetar la velocidad máxima permitida, que en ciudad es de 60 km/h, y en carretera es de 100 km/h en una vía por lado, y 120 km/h en dos o más vías por lado (autopistas), a menos que un letrero indique otro valor. Si tú te excedes hasta 10 km/h, corresponde pagar entre 0.5 y 1.0 UTM ($23.323 - $46.647); entre 11 y 20 km/h es entre 1.0 y 1.5 UTM ($46.647 - $69.970); y más de 20 km/h es entre 1.5 y 3.0 UTM ($69.970 - $139.941)* más la suspensión de la licencia hasta por 45 días. 

¿Ven por qué les digo que es distinto ir a 85 que a 93 en una zona de 70 km/h? Si me hubieran cobrado el parte a los 85 km/h que marcaba mi velocímetro, tendría que haber pagado como máximo $69.970. Pero como el parte fue hecho por 93 km/h, entonces la multa era como máximo de $139.941.# La diferencia era mucha, más considerando que en esa fecha estaba juntando aun dinero para el matrimonio.

Pero, seamos sinceros. Si no hubiera ido a exceso de velocidad, jamás habría pasado esto, y reconozco mi error. Fui el día en que me citaron y terminé pagando casi $68.000 y me suspendieron la licencia por 5 días. Me sirvió de lección para manejar con más cuidado y, por sobre todo, respetar las leyes del tránsito que están para nuestro beneficio. ¡Saludos amigos! 
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*: Más información sobre las multas de tránsito puedes visitar este link.
#: Para calcular el valor de la UTM puedes visitar la página del Servicio de Impuesto Internos aquí.

sábado, 29 de abril de 2017

241. Series de televisión 12: TV Condoro / Lo Persistí

Para despedir el mes de abril y así entrar de lleno al mes de aniversario de mi blog, les muestro un vídeo del extinto programa de televisión "TV Condoro", que daban en Chilevisión en los años 90.

Ya les había comentado de este programa donde se mostraban diversos vídeos divertidos, en una época en que internet era en pañales y Youtube no existía. En esta ocasión, un vídeo sobre un supuesto clarividente que resultó ser muy chanta. Disfrútenlo.


sábado, 22 de abril de 2017

240. Este será el artículo con el título más largo en la historia del blog "Donde Panchito", blog que fue inaugurado el 16 de mayo de 2006 bajo el nombre de "Panchito on Line", y que el 19 de noviembre de 2007 cambió su nombre al que actualmente posee, y que al día de hoy tiene más de 200 mil visitas en sus casi 11 años de vida, formando así parte de la vida de su creador, que desde hace ya mucho tiempo que se dedica a contar experiencias de su vida a través de este pequeño espacio en la gran y descomunal internet, y esta no será la excepción, ya que les contaré lo que me pasó el otro día en el trabajo luego de una jornada agotadora. ¡Saludos y que tengan una linda mañana, tarde o noche (depende de dónde vivas y a que hora leas este tremendo artículo)!

Acabo de darme cuenta que, al parecer, Blogger no pone un límite en la cantidad de caracteres que puedes escribir en el título de una entrada. Interesante, ¿no?

Para que este artículo, el que tendrá el título más extenso en la historia de mi blog, no sea en vano, les contaré una pequeña experiencia que me pasó días atrás en mi trabajo.

El otro día me tocó trabajar de mañana en la tienda de comestibles donde trabajo como cajero hace ya casi 1 año. En vísperas de fin de semana largo, el local estaba atestado de gente, ya que la tienda está ubicada en una carretera en las afueras de la ciudad donde vivo, por lo que la cantidad de vehículos que pasan es considerable. Estaba vuelto loco atendiendo a los clientes, y mis compañeras cocineras hacían lo suyo preparando los pedidos de comida rápida.

A eso de la 1 de la tarde ya no podía más. Las filas no acababan y estaba cansado. El sencillo escaseaba y la gente apuraba para que atendiera rápido... O sea, pónganse a pensar que les estaba robando 4 ó 5 minutos de su fin de semana largo esperando en la fila. ¡Qué desconsiderado fui! Eso me muestra la poca paciencia y empatía de la gente en la actualidad. Ya, pero el tema no era ese.

Lo único que quería era que se acabara mi turno e irme a casa para descansar. Al día siguiente iría con mis padres a ver a mi hermano a Ninhue. Pensaba que el turno no podía terminar de peor forma cuando, de la nada, a eso de las 2 de la tarde, el local se vacía por completo. Era el momento propicio para hacer algo de aseo antes de que se llenara de nuevo. Atendí a la última chica y le di su vuelto, que correpondía a exactamente 10 mil pesos.

"Un lindo y hermoso billete de 10 mil pesos"

Tomé la escoba y la pala y salí a barrer la sala cuando, de pronto, algo me llamó la atención en el piso. Miro con atención y, al ver detenidamente, tooooodos los malos ratos del día se esfumaron: un lindo y hermoso billete de 10 mil pesos botados. "¡Oh! ¡Qué genial!", pensé. Los recogí, pero antes de dejármelos, quise corroborar si eran de la chica que le había dado el vuelto, puesto que ella estaba al lado del billete.

Claro está, si le preguntaba si el billete que recogí era de ella, al tiro me diría que sí, así que me acerqué y le pregunté: "Disculpa, pero no recuerdo si te di el vuelto de tu compra. ¿Te di tu vuelto?". A lo que ella respondió: "Sí, aquí lo tengo", y me mostró el billete de 10 mil pesos.

Nada que hacer, me fui al auto, y guardé el billete de 10 mil en mi billetera. La desgracia de algunos es la dicha de otros, dicen por ahí. Lamento por quien haya perdido ese billete, son cosas que pasan.

¡Nos vemos en una siguiente entrega, aquí en Donde Panchito!
Aquí va la descripción personalizada de la entrada que queremos mostrar y que sólo se verá en la portada del blog. Puedes repetir un fragmento de la entrada o agregar una descripción completamente nueva; ésta sólo será visible cuando la entrada esté resumida, una vez que el lector ingrese a la entrada esta descripción no se visualizará.

miércoles, 12 de abril de 2017

239. El extraño caso del robo de la cámara fotográfica

Yo en el liceo, en 2007

Cursaba cuarto año medio, por allá por el año 2007. Este blog aun no existía, aunque ya tenía en funcionamiento mi sitio web Panchito on Line, precursor de este lugar. Me gustaba ir a clases: compartir con mis compañeros y aprender cosas nuevas. Por ese entonces me gustaba una chica de primero medio, llegaba de clases a meterme al MSN y estaba aun dubitativo en cuanto a qué haría con mi vida luego de licenciarme. Me gustaba salir en bicicleta y arreglar mi pequeño sitio en internet.

Ahora que los puse en contexto, les contaré este extraño caso del robo de la cámara fotográfica. Pero, estimado lector, no es cualquier cámara... era la cámara de fotos de mi papá.

Es muy común que en la sala de clases se sienten los más desordenados atrás, donde payasean y muchas veces le hacen la vida imposible al profesor de turno (hablé de eso un poco en mi artículo Al Maestro, con Cariño). En fin, yo me sentaba al medio de la sala de clases... término medio, ni fu ni fa. No era un mateo, pero tampoco un desordenado desenfrenado.

Cada cierto tiempo llevaba la cámara de fotos de mi padre (que la usábamos todos), y que recién la había comprado ese año. Era la última chupada del mate en tecnología, para ese entonces. La cosa es que un día, por allá por agosto, llevé la cámara para sacarme fotos en el colegio con mis compañeros. Algunas fotos de este blog fueron tomadas con esa cámara.

Esta foto, donde por extrañas razones salía humo del suelo del colegio, fue tomada con la cámara en cuestión

Lo que no sabía, es que uno de mis compañeros, de esos que se sentaban atrás de la sala, era amigo de lo ajeno. A la hora de almuerzo dejé mi cámara fotográfica en la mochila, y me fui al casino a almorzar con mis compañeros. Al volver... bueno, es como obvio lo que pasó: la cámara había desaparecido. La mochila estaba abierta y estaba todo, menos la cámara.

Tocaba clase de Argumentación, y yo desesperado buscaba la cámara por todos lados. Mis compañeros no vieron quién se la robó. Y yo estaba muy mal, porque si no aparecía, mi padre me iba a castigar. Decidí ir donde el inspector general, y explicarle lo ocurrido. Decidió abrir una mini investigación para descubrir quién se lo había robado.

Al llegar a casa a explicarle a mi padre lo sucedido, no me castigó ni mucho menos. Pero me dijo que con eso aprendería a que tuviera más cuidado, porque la ocasión hace al ladrón.

Un par de semanas después, y luego de dar por perdida la cámara, me llama el inspector general a su oficina. Yo, extrañado, fui para allá. Nunca fui un cabro extremadamente desordenado como para que me fuera a retar por algo que hubiera hecho. Me imaginé mil cosas, pero nunca me imaginé lo que vería al entrar a la oficina del inspector.

Entro y el inspector estaba en su escritorio y, frente a él, dos personas. Una de ellas era mi compañero de curso y al lado, su mamá. Mi compañero lloraba a mares y desconsoladamente. Se suscitó el siguiente diálogo (parafraseando, por lo que me acuerdo... ya han pasado casi 10 años de esto):

Inspector: Bueno Francisco, te mandé a llamar porque tu compañero de clases quiere decirte algo muy importante.
Yo: Ah, pues, soy todo oídos.
Compañero: - llorando - Perdóname por favor. Yo fui el que te robé la cámara pero lo hice sin ninguna mala intención. ¡Perdóname!
Yo: ¿Así que tú te metiste en mi mochila?
Compañero: Sí, vi tu cámara y me la llevé.
Mamá: Sí, joven. Mi hijo te la quitó, pero hoy te la va a devolver.

La susodicha cámara

Dicho esto, la mamá de mi compañero saca de su cartera mi cámara de fotos intacta. Lo único que le faltaban era la tarjeta de memoria y las pilas. Pero eso era lo de menos. Por segunda vez recuperaba algo que me habían robado. Un par de meses antes, me habían asaltado y robado mi mp3, siendo recuperado por carabineros ese mismo día. Sin embargo, quería saber el motivo por el cual mi compañero había sustraído mi cámara de fotos. Y he aquí la explicación:

Días antes del robo, mi compañero se encontraba en un Cyber haciendo una tarea de la escuela. En eso entran unos tipos a asaltar el local. Amedrentan al locatario y le quitan todo el dinero. Pero al irse, se dan cuenta de que estaba mi compañero en uno de los computadores. Lo agarraron por el cuello y lo amenazaron. Le dijeron que no le contara a nadie lo que había visto, y le exigieron una cierta cantidad de dinero, o sino le iban a sacar la mugre. Dicho esto, se fueron.

Entonces, cuando me vio con la cámara, vio una excelente manera de conseguir el dinero que necesitaba. Me la robó e inventó un dolor de estómago para retirarse ese día a la 1 de la tarde, en vez de a las 4:15. Al salir, fue a donde un amigo de él (ex-compañero de los dos) y éste la redujo en el mercado negro. Consiguió la plata, pero por extrañas circunstancias no llevó a cabo la entrega del dinero.

¿Habrá sido un invento? ¿O realmente habrá ocurrido? ¿Le habrá pesado la conciencia? ¿O todo esto fue fruto de la investigación del inspector general? O quizás la mamá se dio cuenta, ¡qué se yo! A estas alturas, poco importa responder esas preguntas. Lo que importa es que, en sólo dos semanas, se pudo resolver el extraño caso del robo de la cámara fotográfica.

viernes, 7 de abril de 2017

238. Viajando con Panchito 11: Caleta Lenga

Panorámica de la Playa de Lenga

Se nos fue el verano, pero eso no quiere decir que no podamos salir a seguir disfrutando de los lindos lugares que nos rodean. Claro, puede que este mes de marzo que recién pasó haya sido un tanto traumático, puesto que volvemos de las vacaciones a la triste rutina de trabajar. Los niños y jóvenes vuelven a sus estudios, y los días de relajo llegaron a su fin. Pero, si les sirve de consuelo, yo no tuve vacaciones. Así que imagínense cómo me sentía al ver que mis familiares y amigos salían de vacaciones y yo... bueno, trabajando.

Pero bueno... hoy es una nueva entrega de mi ya clásica sección "Viajando con Panchito", una de las secciones que más me gustan. Ponte cómodo: nos vamos a Lenga.

Caleta Lenga: de una caleta de pescadores a un polo gastronómico

Entrada a Lenga, en la carretera que une aquella localidad con Hualpén y Concepción

Vista hacia el Estero Lenga (con su humedal). A la derecha la caleta.

Costanera de Lenga (tomado de juvenoide.cl)

Saliendo del radio urbano de Hualpén, en el Gran Concepción, son sólo 6 kilómetros para poder llegar a Lenga. Hay que tomar la autopista Concepción - Talcahuano (Ruta 154), y virar a la derecha en la trompeta O'Higgins (pasado el mall). Seguir derecho por la Av. Las Golondrinas para, luego de pasar por las 4 esquinas y por algunas industrias, lleguemos a Lenga al virar la carretera a la izquierda y apareciendo el mar. Hay señalización para llegar a la caleta. También la línea 71 (buses Puchacay) llega allá.

Caleta Lenga es una pequeña caleta cuya mayor actividad no es la pesca, sino la gastronomía. Su población es de aprox. unos 350 habitantes. Posee una Av. Principal (llamada Av. Lenga) y varias calles y pasajes secundarios. Posee una cancha de futbol, un colegio y una gran costanera de 1 km de largo aproximadamente. Durante todo el año los restaurantes ofrecen una gran gama de productos de mar, como pescados, mariscos, curantos, y una infinidad de platos muy sabrosos.

Mirador hacia el humedal Lenga

Como Lenga pertenece al Santuario de la Naturaleza Península de Hualpén, podemos encontrar lugares bonitos para deleitar la vista. Hace poco inauguraron un mirador hacia el río Lenga, donde podemos divisar algunas especies de aves y árboles. Además, durante la época estival, se puede disfrutar de conciertos al aire libre frente al mar, campeonatos de castillos de arena, deportes en la playa y ferias artesanales. De verdad, y no es porque yo viva cerca de allá, vale la pena la visita por el día.

Desde hace un par de años, la playa de Lenga es apta para el baño durante algunas semanas en el verano. La playa da hacia la bahía de San Vicente, y la jurisdicción le corresponde a la Capitanía de Puerto de San Vicente. Hay un proyecto de crear un club de yates, pero aún no se ve nada concreto.

Yo en el mirador

Ramuntcho

Cruzando el puente (en muy mal estado) ubicado al final de la Av. Lenga, el camino se divide en dos. Hacia la izquierda se va al sector "El Castillo", bordeando el río Lenga. Hacia la derecha se va a unas instalaciones de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. A pie, se puede subir el cerro (se recomienda llevar ropa ligera y tener buen físico. No es complicado el camino, pero tampoco hay que subestimarlo). El cerro que cruzamos es una de las famosas "Tetas del Biobío". Son dos cerros que están junto a la desembocadura del Biobío. Desde arriba se obtiene una hermosa vista del mar, del río, de Lenga y, en general, de todo Concepción.

En fin, al final de camino cruzando el cerro, llegamos a Ramuntcho. Es una hermosa playa de aguas cristalinas, algo escondida, donde se puede disfrutar de un lugar muy tranquilo y relajado. Para quienes se preguntan si sólo se puede llegar a pie, la respuesta es que también se puede llegar en auto. En otra oportunidad les hablaré de eso.

Sentado en la carretera que une Hualpén con Lenga

Para quienes vivimos en Concepción, es muy fácil visitar Lenga y disfrutar de las bondades que sus restaurantes y de la belleza que hay en ese lugar. Si tienes la oportunidad, visita está pequeña pero pintoresca caleta: te aseguro que no te arrepentirás. ¡Hasta un nuevo Viajando con Panchito!