Ensayo basado en la clase de "Tradición", efectuada el 6 de octubre de 2006, en la clase de Lenguaje y comunicación.
¿Le suena a usted la palabra “tradición”? Es una palabra muy conocida por todos nosotros. Pero, ¿Existe hoy en día las tradiciones? ¿Se respetan, si es que las hay? Para responder a todas estas interrogantes, es preciso acotar el significado de “tradición”, para tener una idea general de ella. Tradición es:
“La transmisión, generalmente oral, efectuada de generación en generación, de hechos históricos, obras literarias, costumbres, leyes, doctrinas y leyendas. // Costumbre, doctrina, hábito establecido” Enciclopedia Norma, año 1991
La tradición es, entonces, la transmisión de algún hecho o costumbre a lo largo del tiempo para que se mantenga vigente. Así, tradición sería, por ejemplo, Don Quijote, que se ha “heredado” a través del tiempo; la Biblia, el Libro Sagrado, y que es el más tiempo se ha mantenido con nosotros; el músico Mozart, entre otros.
Podemos ver que desde la antigüedad los pueblos tenían costumbres que se comunicaron de padre a hijo y que quedaron como tradición. Pongamos el caso de los israelitas y la Pascua. Dios les explicó a los Israelitas, por medio de Moisés, las indicaciones para celebrar la Pascua (en el contexto de la muerte de los primogénitos) y les dijo que lo hicieran todos los años. Ellos no se quedaron callados, sino que lo dieron a conocer a sus hijos. Si los Israelitas no hubieran traspasado esta valiosa información a sus hijos, no se habría trasmitido la Pascua a través de las generaciones y nadie sabría hasta hoy que es la Pascua. La Biblia informa: "Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes" (Deuteronomio 6:6 y 7).
Veamos otro ejemplo de una tradición: "Vista la tradición como información transmitida oralmente o mediante ejemplo, la información que el apóstol Pablo recibió directamente de Jesús pudo transmitirse apropiadamente a las congregaciones cristianas como tradición cristiana aceptable. Ese fue el caso, por ejemplo, de la celebración de la Cena del Señor. (1Co 11:2, 23.) Las enseñanzas y el ejemplo que pusieron los apóstoles constituyeron una tradición.” Watch Tower Library 2005. En efecto, la Cena del Señor también es una tradición y que todos los cristianos deben recordar cada año (Lucas 22:19).
Pues bien, las tradiciones son como árboles firmemente establecidos (Como mencionó William Shakespeare). Si no tiene una buena base, ¿cómo se va a mantener a lo largo del tiempo? Esto fue lo que hicieron los Israelitas y los Cristianos: mantener una base (una raíz) sólida. ¿Y cómo? Comunicando fielmente cada uno de los detalles de sus tradiciones a sus hijos y a sus creyentes, respectivamente. Así, aquellas tradiciones crecieron como las ramas de un árbol, y dieron fruto.
Pero, acercándonos a la actualidad, ¿es verdad que hoy no hay tradiciones? Y si las hay, ¿se respetan? Rimbard nos habla, parafraseando, de la tradición como si fuera una naranja rugosa, ya que en la actualidad no se respetan las tradiciones. Pongamos un ejemplo. Poco antes de morir, Jesús dejó instituido la Cena del Señor. ¿Qué dice 1 Corintios 11:24, en su parte b? “Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí”, y el verso 25 agrega en su parte b: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de mí”. Jesús le dijo a sus apóstoles que continuaran haciendo esto en memoria de él. Ahí vemos una tradición pero que, lamentablemente, se fue perdiendo u ocultando a lo largo del tiempo. Sólo unos pocos lo hacen hasta el día de hoy, todos los años el 14 de nisán. Esta es una fecha importantísima para ser partícipes activos de esta tradición. ¿Por qué no participamos en la Pascua pura, instaurada por Cristo, en vez de participar en la Pascua mundana, influenciada por el consumismo, los huevos de pascua, etc.; perdiendo el verdadero sentido de esta tradición? Es una falta de respeto.
Ahora bien. De nosotros depende el hecho de mantener viva las tradiciones. La tradición es el padre. Camus – parafraseando – nos dice que no hay tradición y por ende, no hay padre. Yo creo que sí hay tradiciones en el mundo, pero están en vía de extinción. Debemos revivir a aquel padre. Las tradiciones son los legados de nuestros antepasados. Apoyemos y participemos en las tradiciones importantes y los que tienen mayor trascendencia en nosotros, que son las que realmente importan para nuestra edificación espiritual, no dejándonos influenciar por este mundo dominado por los actos del diablo. Mantengamos las tradiciones por mucho más tiempo. Sólo así, nuestras próximas generaciones podrán ser partícipes y gozar a plenitud de las tradiciones.
“La transmisión, generalmente oral, efectuada de generación en generación, de hechos históricos, obras literarias, costumbres, leyes, doctrinas y leyendas. // Costumbre, doctrina, hábito establecido” Enciclopedia Norma, año 1991
La tradición es, entonces, la transmisión de algún hecho o costumbre a lo largo del tiempo para que se mantenga vigente. Así, tradición sería, por ejemplo, Don Quijote, que se ha “heredado” a través del tiempo; la Biblia, el Libro Sagrado, y que es el más tiempo se ha mantenido con nosotros; el músico Mozart, entre otros.
Podemos ver que desde la antigüedad los pueblos tenían costumbres que se comunicaron de padre a hijo y que quedaron como tradición. Pongamos el caso de los israelitas y la Pascua. Dios les explicó a los Israelitas, por medio de Moisés, las indicaciones para celebrar la Pascua (en el contexto de la muerte de los primogénitos) y les dijo que lo hicieran todos los años. Ellos no se quedaron callados, sino que lo dieron a conocer a sus hijos. Si los Israelitas no hubieran traspasado esta valiosa información a sus hijos, no se habría trasmitido la Pascua a través de las generaciones y nadie sabría hasta hoy que es la Pascua. La Biblia informa: "Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes" (Deuteronomio 6:6 y 7).
Veamos otro ejemplo de una tradición: "Vista la tradición como información transmitida oralmente o mediante ejemplo, la información que el apóstol Pablo recibió directamente de Jesús pudo transmitirse apropiadamente a las congregaciones cristianas como tradición cristiana aceptable. Ese fue el caso, por ejemplo, de la celebración de la Cena del Señor. (1Co 11:2, 23.) Las enseñanzas y el ejemplo que pusieron los apóstoles constituyeron una tradición.” Watch Tower Library 2005. En efecto, la Cena del Señor también es una tradición y que todos los cristianos deben recordar cada año (Lucas 22:19).
Pues bien, las tradiciones son como árboles firmemente establecidos (Como mencionó William Shakespeare). Si no tiene una buena base, ¿cómo se va a mantener a lo largo del tiempo? Esto fue lo que hicieron los Israelitas y los Cristianos: mantener una base (una raíz) sólida. ¿Y cómo? Comunicando fielmente cada uno de los detalles de sus tradiciones a sus hijos y a sus creyentes, respectivamente. Así, aquellas tradiciones crecieron como las ramas de un árbol, y dieron fruto.
Pero, acercándonos a la actualidad, ¿es verdad que hoy no hay tradiciones? Y si las hay, ¿se respetan? Rimbard nos habla, parafraseando, de la tradición como si fuera una naranja rugosa, ya que en la actualidad no se respetan las tradiciones. Pongamos un ejemplo. Poco antes de morir, Jesús dejó instituido la Cena del Señor. ¿Qué dice 1 Corintios 11:24, en su parte b? “Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí”, y el verso 25 agrega en su parte b: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de mí”. Jesús le dijo a sus apóstoles que continuaran haciendo esto en memoria de él. Ahí vemos una tradición pero que, lamentablemente, se fue perdiendo u ocultando a lo largo del tiempo. Sólo unos pocos lo hacen hasta el día de hoy, todos los años el 14 de nisán. Esta es una fecha importantísima para ser partícipes activos de esta tradición. ¿Por qué no participamos en la Pascua pura, instaurada por Cristo, en vez de participar en la Pascua mundana, influenciada por el consumismo, los huevos de pascua, etc.; perdiendo el verdadero sentido de esta tradición? Es una falta de respeto.
Ahora bien. De nosotros depende el hecho de mantener viva las tradiciones. La tradición es el padre. Camus – parafraseando – nos dice que no hay tradición y por ende, no hay padre. Yo creo que sí hay tradiciones en el mundo, pero están en vía de extinción. Debemos revivir a aquel padre. Las tradiciones son los legados de nuestros antepasados. Apoyemos y participemos en las tradiciones importantes y los que tienen mayor trascendencia en nosotros, que son las que realmente importan para nuestra edificación espiritual, no dejándonos influenciar por este mundo dominado por los actos del diablo. Mantengamos las tradiciones por mucho más tiempo. Sólo así, nuestras próximas generaciones podrán ser partícipes y gozar a plenitud de las tradiciones.