Han pasado más de dos meses desde que no he escrito ni una mísera palabra en mi blog. Y no es que no quiera seguir escribiendo. De hecho, por algo aun mantengo en pie este pequeño rinconcito en el internet. Y el pasado 16 de mayo Donde Panchito cumplió nada menos que 9 años. ¡Nueve años ya! Casi una década de aventuras, que comenzaron el 16 de mayo de 2006, en un viejo computador en casa de mi tía, cuando se inauguró Panchito On Line, precursor de este blog.
Buscando nuevamente empleo
En mi anterior trabajo |
Y es que en este último tiempo han pasado muchas cosas por mi vida. Como deben recordar, en noviembre del año pasado fui despedido (a mi juicio injustamente) de mi anterior trabajo, según ellos por "necesidades de la empresa", siendo que, curiosamente, el mes anterior a mi despido fui elegido como el mejor empleado del supermercado donde trabajaba. Sospechoso, por decir algo. La cosa es que siempre sentí que mi despido a la postre sería para mejor (mmm, me dio hambre con el "postre"). Y a pesar de que pasaron muchos meses antes de encontrar una pega definitiva, nunca deje de sentir eso.
A principios de diciembre del año pasado comencé a buscar empleo a medio tiempo, con la intención de renunciar para poder ir de vacaciones con mi familia en febrero. Pero no hallé nada, así que descansé y disfruté mi finiquito de cuatro años y medio de trabajo esforzado y sacrificado.
Al volver de mis vacaciones de febrero me puse rápidamente a buscar empleo. Buscaba en lo que fuera: la cosa era trabajar. Postulé a varios, no sólo como cajero o algo similar. En abril me llamaron a varias entrevistas, como conserje en un edificio, o como vendedor en Ripley. Pero no pasaba nada. El típico "te llamaremos" y nunca más supe de ellos. ¿Para qué ilusionan?
También me llamaron de una empresa de servicentros expendedores de gasolina. Necesitaban un bombero para apagar incendios atender en un servicentro de San Pedro de la Paz, cerca de Andalué. Fui a la entrevista y el administrador era un colombiano que, amablemente, me explicó las condiciones laborales (que no me gustaron para nada) y el pago (que era básicamente un sueldo de mago: dos o tres movimientos y desaparecía). Aun así, considerando que peor era estar de holgazán en la casa, acepté el empleo, y debía entrar al otro día a las 3 de la tarde.
Sin embargo, camino a casa, comencé a pensar si realmente valía la pena trabajar allí. Justo esa noche, en las noticias, mostraron el asalto a una bomba de bencina en Santiago. "No - me dije -. Es mucho el riesgo por tan poco dinero. Prefiero esperar y seguir siendo un holgazán". Así que no entré a trabajar y, cuando me llamaron, les expliqué que no iría por la razón aquí expuesta.
Antes de concluir, quiero agradecer a los 201 seguidores de Donde Panchito. Es una cifra histórica y animamos a quienes lean mi blog a que se unan a nuestro Facebook y lo comenten con sus amigos. ¡Saludos y nos vemos pronto! ¿Dónde? Donde Panchito pues.
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