lunes, 31 de julio de 2023

436. La billetera


Varias veces he hablado de que la sociedad en general va de mal en peor, en especial en su aspecto moral. Pareciera ser que conforme va pasando el tiempo lo malo ya no es tan malo, y lo bueno deja de serlo, a vista de muchos. Pero, de vez en cuando, suceden cosas que me hacen pensar que, entre toda la gente que obra mal, hay muchos que actúan de manera honrada. Y, en esta ocasión, no les contaré algo que yo oí, o de una situación que vivió "x" persona. Porque la historia que les relataré me pasó a mí.

Llegué a Concepción luego de un largo día de trabajo. Había viajado más de 800 kilómetros (recuerden que ahora trabajo como transportista. Mis días de cajero han quedado en el olvido). Antes de irme a casa a descansar, mi novia Eve y yo fuimos a un local a comer completos y papas fritas. Charlamos de lo lindo, regaloneamos y nos reímos mucho. La fui a dejar a su casa y yo me fui a la mía.

Al otro día, luego de un descanso reponedor, me levanto para prepararme e ir a trabajar. Tomo desayuno, arreglo mi almuerzo y mi mochila y me voy... o al menos, eso intenté hacer. Claro, porque cuando reviso mi mochila por última vez, me percato que no estaba mi billetera. Desesperado, comencé a buscarla por todos lados. Todos mis documentos los tenía allí, además de unos 70 mil pesos en efectivo. Pero mi búsqueda fue en vano... no la hallaba por ningún sitio.

Comencé a pensar en si se me había quedado el día anterior en el negocio donde habíamos comido Eve y yo. Iba a llamar a mi novia cuando, de pronto, alguien grita "aló" fuera de casa. Mi madre sale a atender.  No puse mucha atención... hasta que mi mamá grita: "Franci, Franci, mira lo que encontró el caballero". Salgo al jardín y veo a un señor, vestido de negro, de unos 40 y tantos años, con mi billetera en la mano.

"La hallé al lado de la camioneta que está frente a su casa. ¿Es suya?", me preguntó aquel señor. Yo, sin dar crédito a lo que veía, le dije que sí, a lo cual me entregó la billetera y se fue, no sin antes agradecerle por tremendo favor que me hizo al hallar mi billetera y devolvérmela. Sin embargo, creí que sólo encontraría mis documentos, sin mi dinero... pero mi sorpresa fue mayor cuando revisé y estaban todos mis documentos y, además, la totalidad del dinero en efectivo. Claro, estaba todo mojado por la lluvia que había caído en la noche. ¿Pero qué más da? Sólo pasé un buen susto.

Entre tanta gente mala... hay quienes son honrados aun

Sí: el caballero perfectamente podría haberse llevado mi billetera con los $70.000. Al fin y al cabo, es plata que a nadie le sobra, y seguramente a él tampoco. ¿Habrá mirado el interior de mi billetera antes de devolverla? ¿O simplemente se limitó a hacer lo que una persona honrada hace: devolver lo que no es suyo? Muchas gracias a aquel caballero que actuó bien, seguramente porque su conciencia le decía que tenía que hacer eso. Y me hace pensar que, entre tanta maldad, aún hay gente buena y honrada que actúa bien frente a situaciones como ésta. Y eso... eso sí es digno de encomio.

miércoles, 19 de julio de 2023

435. Viajando con Panchito y Evelyn 18: Lebu


Hoy les traigo una nueva entrega de una sección que ya es todo un clásico en el blog: "Viajando con Panchito". Aunque, a partir de ahora, mi novia Eve también me acompañará recorriendo varios lugares de Chile, y quizá de otros lados (¿por qué no?). Y después de muchos meses, por fin tengo listo el vídeo del viaje que hicimos con mi guapa en enero pasado.

Sí, es cierto que me demoré mucho en editarlo. Pero, comprenderán que tengo otros asuntos que atender, como mi trabajo, por ejemplo. Además, también paso mucho tiempo con mi novia haciendo muchas cosas (entre ellas mantener este lindo lugar). Bueno, pero lo que importa es que ya está listo. Esperamos que les guste este vídeo, en el retorno de las grabaciones de nuestra sección "Viajando con Panchito y Eve". ¡Saludos!

miércoles, 21 de junio de 2023

434. Campito


Amo el campo. Me gusta vivir en la ciudad, pero también necesito desconectarme del estrés propio de lo urbano, y estar en paz y tranquilidad en el campo. Claro, puede ser en cualquier lugar fuera de la ciudad, pero, en mi caso, me desconecto yendo al campo de Quilacoya, que queda a unos 50 minutos de donde vivimos Eve y yo.

Pero, en esta ocasión, no quiero hablarles del pueblo propiamente tal (de hecho, eso ya lo hice). Intentaré hablar sobre la conexión que hay entre Quilacoya y yo. Una conexión que, me imagino, casi todo el mundo tiene con algún lugar campestre de la familia, o algún rinconcito donde puede pasar un momento de serenidad. De seguro tú también tienes ese lugar donde eres feliz y viajas constantemente para allá. Para mí, ese lugar es Quilacoya.

Plantaciones en la casa del pueblo

Recuerdo que, desde muy chico, todos los veranos íbamos para allá. Era muy genial. Toda la familia reunida durante un día completo (o algunas veces durante varios días) en la casa del campo, que perteneció a mis tatarabuelos, y se fue traspasando de generación en generación hasta el día de hoy. La casa original (de adobe) ya no está, pero el lugar sigue siendo el mismo. Un gran terreno en el centro del pueblo, donde tenemos varios árboles frutales, además de verduras, varios parrones y una araucaria que, lamentablemente, se secó.

Caminando a la estación de trenes (enero de 2009)

Sentado a la orilla de la estación de trenes (octubre de 2021)

Con mis primos jugábamos e íbamos a pasear a la estación de trenes, que queda no muy lejos de la casa. Comprábamos helados en el negocio del frente, y por las tardes caminábamos hasta los terrenos de mi madre y mis tíos a refrescarnos en el estero Quilacoya. Con un primo jugábamos en un pequeño bosque que teníamos en ese entonces, buscando a unos exploradores que se habían perdido en el cerro de al frente. Se armaban unos buenos asados, o comíamos humitas o pastel de choclo.

Tengo una extraña conexión con la radio. Sí: con la radio. Escuchábamos la radio Biobío, y ahora al escuchar la antigua introducción al "Radiograma", mi mente viaja a aquellos días en el campo.


Mis hermanos tenían una grabadora de audio, y hacían grabaciones caseras con los tíos y los primos. Todos esos recuerdos quedaron en casetes que, ahora, nos repartimos entre mis hermanos y yo. De hecho, más tarde en el tiempo con una grabadora de vídeo hicimos una película casera de acción con mis hermanos y algunos primos (entre ellos Diego, quien ya no está con nosotros). Lamentablemente esos registros se perdieron.

Varias veces éramos tantos los que íbamos que no cabíamos en casa, así que teníamos que acampar en el patio. Sin lugar a dudas, fue una muy linda época del que tengo hermosos recuerdos.

La casa en el campo

Conforme fuimos creciendo, cada uno de nosotros fuimos haciendo nuestras vidas. Pero, para mí, Quilacoya no quedó en el olvido. Y cada cierto tiempo voy para allá, recorro los campos, acaricio los caballos, converso con las vacas (?) o cosecho tomates.

Con mi Eve en medio de las plantaciones del campo

Me pareció ver un lindo caballo

Siempre he tenido la idea de hacerme una casa en el campo. Es que hay una tranquilidad envidiable en ese lugar. Llegar al campo de mi mamá (distante a un kilómetro del pueblo) y sentir la brisa pegar en tu cara, y escuchar el suave movimiento de las hojas de los árboles... no hay mejor sensación de paz. De hecho, cuando viví una traición muy dolorosa hace algún tiempo, me escapé durante una tarde al campo. Solo. Nadie me acompañó. Quise estar solo con Dios y con mis pensamientos... ordenar ideas... aclarar dudas. Y vaya que me sirvió estar en medio de la naturaleza. Da una calma y paz interior difícil de explicar.

La paz que se respira en el campo

Ojalá que algún día esa alocada idea de construir una casa allá e irme a vivir se haga una realidad. Mi novia y su pequeña hija quedaron fascinadas con el lugar. Con esto, no me cabe la menor duda de que Quilacoya es, y seguirá siendo, un lugar muy importante en mi vida. Eso, hasta el día en que yo deje de existir.

¡Saludos para todos!

domingo, 28 de mayo de 2023

433. Episodio 52 del Podcast "Donde Panchito"


Actualización 27.10.2024: Este podcast está desactualizado. Ahora tenemos otro llamado "Las aventuras de Panchito y Eve". Los invitamos a escucharlo.

¡Hola! Ya tenemos disponible un nuevo episodio de nuestro podcast "Donde Panchito". En esta ocasión mi novia Eve me hace una pequeña entrevista por motivo de los 17 años de mi blog. Está muy entretenido. De hecho, también me hizo un juego muy divertido. Aquí les dejamos los enlaces a nuestras plataformas de podcast:

sábado, 20 de mayo de 2023

432. ¡¡¡Llegó la luz!!!

¡Hola! Soy Eve. Bienvenidos y bienvenidas a mi rinconcito. A esta columna, a estos párrafos que quiero compartir con ustedes 😊.

Aquí donde vivo es un "Tropiconce" ... ¡¡¡Hay días con un temporal de aquellos!!! Y luego sale el sol como si nada.