viernes, 8 de marzo de 2019

331. El limpiaparabrisas


Cada vez es más común ver en las esquinas semaforizadas de las ciudades, personas vendiendo toda clase de productos, u ofreciéndose para limpiarte los parabrisas. Siendo honesto, algunas veces soy reacio a dejar que me limpien el parabrisas por una propina. En realidad, la mayoría de las veces queda peor que como estaba, y ni siquiera sé qué clase de líquido le echan encima.

Cuando se me acerca uno, me da un poco de cosa. No quiero que piensen que soy prejuicioso, o algo por el estilo. Pero, sin ir más lejos, hace un tiempo atrás un conductor murió a manos de un limpiador simplemente porque no le había pedido que le limpiaran el vidrio. Bueno, la cosa es que hoy quiero contarles una pequeña historia que me sucedió tiempo atrás, mientras venía de hacer unas diligencias en el centro de Concepción. La historia fue así:

Luego de hacer todos los trámites pertinentes, volvía a casa por la Av. Los Carrera, una de las más transitadas del centro. Al llegar al cruce con las Avenidas San Juan Bosco y Collao, estaba esperando la luz verde de un semáforo de tres tiempos. Claro, como el tiempo de detención es largo, los vendedores y limpiadores aprovechan de escabullirse entre los autos intentando obtener dinero. A todo esto, quiero dejar bien claro que prefiero mil veces que intenten trabajar, a simplemente pasar por los autos pidiendo plata porque sí. De eso hablé tiempo atrás en un artículo bien interesante.

Ya, pero no nos desviemos del tema. Se acerca un tipo, un poco harapiento, con sólo una plumilla de limpieza y, sin preguntarme nada, intenta limpiar el parabrisas sin líquido alguno. Yo, temiendo que me rayara el vidrio, le grito desde dentro: "Oye, no te pedí que me lo limpiaras".

El tipo, haciendo caso omiso de mi mensaje, y con una actitud un poco prepotente, me dice que necesita dinero no sé para qué cosa. Y continúa "limpiando" el vidrio. De pronto, se escucha una sirena. Justo al lado mío, también esperando la luz verde, estaba una patrulla de carabineros. Uno de ellos le grita al tipo: "¡Oye! Te dijeron que no quería que le limpiaras el vidrio".

Al instante, el individuo deja de pasar la plumilla por mi vidrio, e increíblemente va a la patrulla y comienza a limpiarle el vidrio a la patrulla. Da luz verde. El carabinero le dice: "Deja de hacer eso. Sabemos en lo que andai metido". De ahí no escuché más. Aceleré y me fui a casa.

Con este pequeño relato no quiero decirles que den o no den dinero a quienes limpian parabrisas. Eso es decisión de cada uno. Simplemente quise contarles esta pequeña experiencia sólo para que supieran lo que me pasó. Quiero pensar que la mayoría de ellos son honestos y que andan en buenos pasos. Y bueno... uno nunca sabe las vueltas de la vida. ¿Quién sabe si, en algún tiempo, les relato "Experiencias de un simple limpiador de parabrisas"? :D

¡Hasta el siguiente artículo!

Foto tomada de The Clinic

viernes, 1 de marzo de 2019

330. El Quincho

 

Muy bien. Iniciamos el mes de marzo y les presento el primer artículo propiamente tal de la temporada 14 de Donde Panchito. Y la historia que quiero relatarles pasó hace exactamente dos meses, el día en que se inició este año 2019. Veamos qué sucedió, y qué podemos aprender de esta experiencia.

Descansando en Rafael

La Polla, Rafael

En la población donde vivo, los vecinos arman una batahola de proporciones para despedir el año viejo y recibir el año nuevo. Para mí, sólo es un cambio de día, pero claramente no puedo ir en contra de las celebraciones de los demás. Sin embargo, no me gusta estar en la población mientras todos meten boche durante toda la noche. Así que, junto con unos amigos, decidimos irnos el 31 en la tarde a un camping que queda en la localidad de Rafael, a unos 15 km de Tomé hacia el interior.

El sector se llama "La Polla", y es muy tranquilo... excepto si es víspera de año nuevo. Cuando llegamos, sin mentirles, había unos 4 o 5 familias con música a todo volumen. Pero ¿Qué más da? Estaba con mis amigos en un lugar bonito. Podíamos descansar... al fin y al cabo, cualquier lugar era mejor que quedarse en casa. Así que armamos nuestra carpa y dormimos.

El bendito Quincho

Antes de irnos a dormir, a las 12 de la noche, todos comenzaron con los abrazos de año nuevo. Algunas familias pasaron por donde estábamos nosotros, deseándonos lo mejor para este año 2019. Es loable que la gente, aun viendo el caos que existe como sociedad, aun crea que el año siguiente al que uno vive será mejor. Pero bueno: la razón de ser de este artículo no es ese.

El pequeño quincho, la noche antes de los sucesos de este relato

Al amanecer, tomamos desayuno, pusimos música y jugamos un rato. Comenzaba a hacer calor, y decidimos algunos de nosotros irnos un ratito al río que pasa por allí. En eso estábamos cuando, de pronto, llega una camioneta con una cantidad de personas que no recuerdo, pero eran muchas. Se baja un tipo alto, gordo... digamos que era maceteado, y comienza a instalar sus cosas en el quincho para asados que era de nosotros, puesto que estaba al lado de nuestra mesa. Uno de quienes quedaron en la orilla le indica al caballero que no podía usar el quincho, puesto que en un rato más íbamos a preparar el asado del almuerzo. El tipo, ofuscado, se subió a la camioneta y siguió su camino.

Al rato me di cuenta de que se pusieron al frente de nosotros, cruzando el río. Bajaban sus cosas y se instalaban debajo de un sauce. Miraban de reojo, con un sentimiento de odio hacia nosotros. No podía dejar de pensar en que, lo más probable, es que ese hombre la noche anterior abrazó a medio mundo esparciendo buenos deseos para todos... menos de 12 horas después, estaba molesto por un simple quincho. Pero lo que sucedió después iba a ser suficiente para mostrar sus verdaderos sentimientos... al menos desde lejos.

Continuábamos bañándonos. Nos salimos un rato para charlar bajo los árboles. Llegó un autito al mismo lugar donde hacía un rato había llegado el tipo de la camioneta. Al bajarse, y al ver que el quincho estaba vacío, vino donde nosotros y, de manera muy amable, preguntó si podía usar el quincho para el almuerzo.

Al ver la actitud tan distinta al del tipo anterior que llegó e intentó usar el quincho, accedimos a prestárselo. Al fin y al cabo, habíamos pagado por la mesa y el quincho, por lo que podíamos decidir qué hacer con él. La cosa es que el tipo desde al frente se percató que habíamos prestado el quincho. Yo había vuelto al agua, y justo al pasar cerca de ellos, noté que estaban murmurando pestes contra nosotros. Refiriéndose a algunos de nosotros, las mujeres del grupo decían: "Claro, esas viejas cul... le prestan la cag... de quincho al hue... ese. Guatonas cul... no más". 

Los buenos deseos para los demás se fueron a la porra... ¡Feliz año nuevo para todos!... menos para los idiotas que no prestaron el quincho de asados XD
 

Hipócritas en una sociedad que no cambiará su actitud

En un supuesto de que aquellas personas, al llegar el 2019, abrazaron a sus cercanos y amigos deseando lo mejor para ellos, podríamos decir que son bastante hipócritas. No basta sencillamente con desear lo mejor para los demás: hay que contribuir para que así sea. Es como si yo le dijera a un jugador de futbol que le irá bien en el partido y, luego, le dejara una cáscara de plátano en el camino a propósito para que se resbalara, cayera y se lesionara. ¿De qué habrá servido desear lo mejor a aquel jugador?

¿Cuántos de los involucrados en esta pelea habrán deseado que todo mejore este año? 

Por eso la sociedad está como está. Y por eso creo firmemente que, aunque tengamos buenos deseos para los años venideros, la actitud de esa misma gente que desea cosas buenas hace que el mundo vaya en picada. También creo firmemente que la actitud de la sociedad no cambiará... lo que cambiará será la sociedad en sí. Y para eso falta muy poco...

Por lo pronto: no nos conformemos simplemente con desear cosas buenas a la gente: HAGAMOS cosas buenas por los demás. Los más beneficiados seremos nosotros al ayudar a los demás de manera altruista, y actuando de buena manera con los demás. Así hacemos felices a los demás y, por sobre todo, nos sentiremos felices y realizados como personas. ¡Hasta un siguiente artículo!

_____
Última foto tomada de elpais.com

sábado, 23 de febrero de 2019

329. Inicio Temporada 14: Vídeo de introducción

Mi blog, hace muchos años atrás
¡Y sí! ¡Por fin! Después de casi un mes de atraso, hoy damos inicio a la temporada 14 de mi blog Donde Panchito. Y créanme que se vienen muchas sorpresas para este año 2019. Una de ellas sé que les gustará. Pero, como ha sido la tónica durante este último tiempo, mejor se los explico en el siguiente vídeo. ¡Disfrútenlo!

lunes, 31 de diciembre de 2018

328. Fin de la temporada 13: Video de conclusión

¡Y ya casi estamos en el 2019! ¡Vaya! ¡Cómo pasa el tiempo! Estamos finalizando la temporada 13 de Donde Panchito, la temporada con la mayor cantidad de artículos escritos. En el siguiente vídeo concluiremos esta temporada, haciendo un repaso sobre algunos artículos, y qué nos espera este año 2019. Agradezco infinitamente a quienes me visitan y me leen. Sé que no son muchos, pero son constantes. También a quienes me siguen en las redes sociales (especialmente en Instagram, que ha tenido un crecimiento de unos 40 seguidores a más de 125 en esta temporada). ¡Muchas gracias de verdad!

Volveré pasado el 20 de enero para iniciar la temporada 14 de Donde Panchito. ¡Hasta entonces!


_____________________________________________

Estoy en las redes sociales

Puedes mantenerte al día si me sigues tanto en el Fanpage de Donde Panchito en Facebook, como en Twitter y en Instagram. ¡Sígueme y podrás estar conectado con Donde Panchito!

jueves, 27 de diciembre de 2018

327. Tres razones para creer que Dios existe, parte 3


Amigos, hemos llegado al último artículo de la temporada 13 de mi querido blog. Una temporada cargada de artículos interesantes y muy buenos. ¿Has podido leerlos? Puedes examinar el archivador para que puedas ver cada uno de los 59 artículos de este año, que hoy se nos va.

Antes de pasar al año 2019 (falta poquito ya), quiero que reflexionemos en asuntos espirituales. Y si tienes una Biblia, tenla a mano. De seguro te interesará esta última parte.

Ustedes saben que creo mucho en Dios. Y este artículo es el último de una serie de 3, titulada "Tres razones para creer que Dios existe". Hasta el momento hemos visto dos razones, y hoy veremos una última razón:
  1. Percibimos la existencia de un Dios mediante la creación y por cómo estamos hechos.
  2. La maldad del mundo es por culpa de los propios humanos, así que no podemos decir que Dios no existe porque existe la maldad.
  3. Pronto Dios eliminará toda la maldad y el sufrimiento, y esa será la expresión máxima de la existencia de Dios.
Pero, para poder entender el hecho de que Dios eliminará nuestros problemas para siempre, hay que conocer primero el motivo por el cual existe el sufrimiento. Ya sabemos, como vimos en la segunda parte de esta serie, que Dios no es quien nos causa problemas, pruebas o sufrimientos. Entonces, ¿de dónde viene la maldad?

Los problemas de la humanidad - como la
hambruna - no son culpa de Dios
Es cierto que ya les había comentado que en parte viene de nosotros mismos. Pero nuestra imperfección no es por culpa de Dios, puesto que Él nos creo a Su imagen, y Él es perfecto (Génesis 1:26). Entonces, la imperfección la tenemos por culpa de nuestros primeros padres, Adán y Eva, quienes pecaron deliberadamente al desobedecer a Dios, y preferir obedecer a una serpiente. Pero, esperen: el asunto no es sólo eso. Le creyeron a una serpiente, que en realidad no era una serpiente cualquiera: era el Diablo. Sí, un poderoso ángel creado por Dios. (Génesis 3:1-5)

Entre paréntesis, quiero dejar claro que, si bien es cierto Dios creó a ese poderoso ángel, éste era bueno en un principio. El problema comenzó cuando deseó la adoración que sólo corresponde a Dios. Ese deseo creció en su corazón hasta que aprovechó la oportunidad y tiró "toda la carne a la parrilla". De otro modo no se explica la manía de hacer caer a Adán y Eva y así inicia la rebelión contra Dios, desafiando el derecho de Dios a gobernarnos, derecho que tiene porque Él nos creó (Santiago 1:13, Apocalipsis 4:11).

Las condiciones de vida el próximo año seguirán empeorando. Pero no porque Dios no exista, sino por culpa de nosotros mismos.

Esta noche comienza un nuevo año: 2019, año donde todos se desean paz, amor, y que los problemas se acaben de una buena vez. Pero, déjenme decirles una cosa: eso no sucederá, a menos por el lado de los seres humanos. Como Dios permitió que la humanidad siguiera sin su amorosa guía, e influenciada por el Diablo, nuestra sociedad seguirá en picada (1 Juan 5:19). Eso no quiere decir que Dios no exista porque "a simple vista" no hace nada por remediar la situación. Permitir no es lo mismo que causar, o no hacer nada. Dios existe: y dentro de poco todo el mundo se dará cuenta de ello, incluso quienes se niegan a creer en Su existencia.

Por medio de la Biblia puedes
conocer la verdad de Dios
De hecho, ya ha hecho cosas por nosotros. Nos dejó una guía clara y confiable para nuestra vida: la Biblia, ese libro de quien muchos se burlan y hasta dicen que es anticuada y que no sirve para nada. Pero yo, Panchito, puedo dar prueba de lo sabio que es ese libro. Junto con mi esposa nos esforzamos por aplicarla en nuestro matrimonio. Créanme: los problemas siguen, pero la Biblia nos ha ayudado bastante para solucionarlos y ser felices. Eso de por sí prueba la existencia de un Dios que quiere ayudarnos. El problema es que pocos se dejan ayudar (2 Timoteo 3:16, 17).

Otra cosa que Él ha hecho por nosotros fue enviar a Jesús a morir por nosotros y liberarnos de la muerte. ¿Cómo puede ser eso posible? La imperfección y la muerte que pacedemos todos entró por medio de Adán. Entonces, por medio de Jesús, un hombre perfecto igual que Adán, se nos liberó de todo eso puesto que el hijo de Dios hizo lo que Adán no hizo: ser obediente y fiel a Su Padre hasta la muerte (Romanos 5:8, 12, 19, 23). Esta entrega de amor es clara prueba de la existencia de un Dios que está dispuesto a ceder a su hijo amado a morir por nosotros.

Y lo que es más, ten la bondad de leer estos textos para que veas qué hará Dios en un futuro:
  • Salmo 37:10,11; 72:16
  • Juan 5:28, 29
  • Apocalipsis 21:3-5
  • Isaías 33:24; 35:5,6
Si no existiera un Dios que quiere arreglar los asuntos de esta manera, entonces nuestra vida no tendría sentido, estaríamos vacíos por dentro y sin una esperanza para, por ejemplo, después de la muerte.

Dentro de poco, todos nuestros problemas serán cosa del pasado. Y disfrutaremos la vida de verdad

Entonces, ¿por qué no actúa ahora? Esa pregunta la dejo para que investigues. Que busques en la Biblia la respuesta a esa y otras preguntas. Es un libro confiable, sus profecías se han cumplido, lo que nos da apoyo sólido para pensar que las promesas que faltan por cumplir se realizarán sin falta. Queda claro entonces, que Dios existe. Sólo hay que buscarlo porque, como dice Su palabra, Él no está lejos de nosotros (Hechos 17:27).

Para mí, el día del año nuevo es sólo un día más. El mundo seguirá su curso, y empeorando, como ha quedado demostrado durante estos años recién pasados. Anhelo el día en que nuestros problemas se acaben de una vez, y ese día llegará. ¿Cuándo? Cuando Dios lo estime conveniente. Y de esa manera, todos nos daremos cuenta que Dios, sin lugar a dudas, es un ser real. Sí: DIOS EXISTE.

Quiero agradecer a todos ustedes quienes me han acompañado en esta temporada 13. Este, como les dije al principio, es el último artículo de esta temporada. Sólo queda el vídeo de conclusión que se viene en algunos días más. ¡Muchas gracias amigos! Se viene un pequeño receso de unos 15 ó 20 días para descansar, y volveré con todas las ganas para la temporada 14 de Donde Panchito. ¡Nos vemos!