079. El misterioso número 241543903
"241543903". El número más misterioso de la Web. Si buscas este número "241543903" en Google Images sólo aparece gente metiendo su cabeza en el refrigerador. ¿Serán las farmacias coludidas?, ¿un acto terrorista? o ¿una campaña ambientalista de ahorro de energía? [...] Encontramos este misterio sin resolver en la red. Si vas a Google Images y buscas este número verás que aparecen puros tipos con la cabeza adentro del refrigerador. Qué miedo. ¿Será una secta? ¿O un plan malévolo de cerebro tratando de conquistar el mundo? (Tomado de "La oPiñón")Sí, tal como lees. Muchas fotos de personas metiendo su cabeza dentro de un refrigerador. Y es la verdad. Aquí pondré algunas fotos de las que podrás encontrar al buscar "241543903" en Google Images.
078. ¿Qué ha sido de mí?
Pues bien, desde mucho tiempo que no les cuento acerca de mi vida. En realidad, no es mucho, pero en estos últimos meses han ocurrido cosas importantes que han marcado mi existencia. Siendo sincero, desde hacía mucho tiempo que no me dedicaba a escribir un nuevo artículo. Todos los artículos publicados anteriormente a éste, estaba programados desde abril :P. Es que no he tenido tiempo para dedicarme al blog, y las razones las conocerán a continuación.
Cuando creé este blog, les di a conocer mis intenciones de no entrar a la Universidad. Durante 1 año estuve soportando ese suplicio (claro, quizás para algunos no lo es, puesto que deseaban entrar ahí, pero a mí me obligaron a entrar). Estudié Pedagogía en español, una
Así que el martes 5 de mayo entré a la empresa como reemplazante de cartero. Durante ese día un cartero me enseñó cómo repartir las cartas y ordenarlas por calle, número y cuadra. Un trabajo que al principio lo encontré agotador, pero que con el correr de los días se me fue alivianando. Por poner un ejemplo, los primeros días llegaba del trabajo tipo 8 de la noche. Hoy llego a las 5 de la tarde. Se nota la diferencia, ¿no?
Así que, gracias a Dios, pude conseguir empleo de cartero en "Correos Chile", en la sucursal de Concepción. Y de verdad que es una pega muy entretenida, aunque algo cansadora. Se recorre la ciudad y se conoce gente nueva. Además, me gano unos pesitos que nunca están de más. Obviamente en mi blog les contaré algunas anécdotas que me han ocurrido en este mes de trabajo.
¿Quién dijo que no se pude conseguir empleo en tiempos de crisis? "Querer es poder". Pero falta saber si soy feliz con esto, porque recordemos que ese fue el argumento que le di a mi padre cuando decidí abandonar la Universidad. Y la respuesta es: ¡¡SI!! Estoy más que feliz, porque me sobra tiempo para hacer mis otras actividades, especialmente las espirituales, que son las más importantes. Gracias a Dios. ¡Saludos y espero sus comentarios!
077. Tres años en el internet
En agosto de 2007, debido a lo complicado que era mantener un sitio gracias a un servidor en inglés, decidí cambiarme y pude crear el sitio "Panchito On Line - Recargado". Las secciones que más eran visitadas eran el "Rincón Literario" y, sobre todo, las "Frases de Oro" (Frases que están en este blog en la sección del mismo nombre). El nuevo sitio tenía esta vista:
Y así continué hasta que me aburrí de los sitios web y, el lunes 19 de noviembre de 2007 me trasladé a Blogger con este blog, blog que ha crecido a lo que ves hoy, con más de 15.000 visitas y muchos temas para que tú los leas y los comentes. Muchas gracias a todos ustedes por visitar mi blog: sin ustedes no tendría sentido este espacio. Y, por último, me doy ánimo a mí mismo: estoy contento hacia mi persona, puesto que hasta el momento he cumplido cabalmente las palabras con que inauguré mi blog: "Yo quiero que [mi blog] salga bien... y daré todo de mí para que [...] se mantenga en el tiempo". ¡Saludos!
076. "Donde Panchito" ha recibido un premio
Hoy revisé el blog de Andalbor, y me encuentro con que me he ganado este premio. Me siento contento porque veo que reconocen el trabajo que uno hace - aunque es mísero, no es un gran blog-. Para continuar con este grandioso premio, debo dejar una lista de los blogs que considero que merecen este premio. Mi lista no es tan larga, pero es ésta:
- Pequeña gran superpotencia
- Gameover.es
- Videojuegos y consolas
- El baúl de Jerónimo (por su originalidad)
075. Series de televisión 6: TV Condoro | Cobreloa
074 (ex 100). ¡¡Cien artículos de mi Blog!!
073. Amor eterno
Podrá nublarse el sol eternamente; Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
*: Una pequeña sección para el amor...
#: ¿Dedicada? Mmm... puede ser... al fin y al cabo a todos les pasa: el amor toca a nuestra puerta. En mi caso... de a poco le estoy abriendo :P...
072. ¿Qué sucede con las tradiciones hoy en día?
¿Le suena a usted la palabra “tradición”? Seguramente sí. Es un término familiar para todos nosotros. Pero, ¿siguen existiendo las tradiciones en la actualidad? ¿Se respetan como antes, si es que aún perduran? Para responder estas preguntas, es fundamental comenzar por comprender qué es exactamente una tradición.
Según la Enciclopedia Norma (1991), tradición es:
“La transmisión, generalmente oral, efectuada de generación en generación, de hechos históricos, obras literarias, costumbres, leyes, doctrinas y leyendas. // Costumbre, doctrina, hábito establecido.”
A partir de esta definición, entendemos que una tradición es la transmisión de hechos o costumbres a lo largo del tiempo con el fin de mantenerlos vigentes. Ejemplos de tradición podrían ser obras como Don Quijote, transmitida y valorada por generaciones; la Biblia, el libro sagrado que ha perdurado más que cualquier otro; o el legado musical de Mozart, entre otros.
Desde tiempos antiguos, los pueblos han cultivado costumbres que han sido transmitidas de padres a hijos, convirtiéndose en tradiciones. Un claro ejemplo es la Pascua judía. Según la Biblia, Dios instruyó a los israelitas, por medio de Moisés, sobre cómo celebrarla conmemorando la liberación de Egipto. Esta celebración debía repetirse anualmente y enseñarse a las nuevas generaciones. De no haber sido así, esa tradición se habría perdido. En Deuteronomio 6:6-7 se nos dice:
“Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes.”
Otro ejemplo es la Cena del Señor. El apóstol Pablo recibió directamente de Jesús las instrucciones sobre esta celebración y las transmitió a las congregaciones cristianas, estableciendo así una tradición cristiana. En 1 Corintios 11:2 y 23 se menciona esta enseñanza. Jesús mismo dijo:
“Haced esto en memoria de mí” (1 Corintios 11:24-25).
Estas tradiciones no surgieron de la nada, sino que se mantuvieron gracias a una base sólida: la comunicación fiel de sus principios a las nuevas generaciones. Como dijo Shakespeare, las tradiciones son como árboles firmemente enraizados. Si la raíz es débil, el árbol no sobrevivirá. Así ocurrió con los israelitas y los cristianos del primer siglo: conservaron sus tradiciones con raíces firmes, transmitiéndolas fielmente y permitiendo que dieran fruto.
Pero volvamos al presente: ¿siguen existiendo las tradiciones hoy? ¿Se respetan como antes? El escritor Rimbaud comparó la tradición con una naranja arrugada: aún existe, pero ha perdido su vitalidad. Tomemos nuevamente el ejemplo de la Cena del Señor. Aunque Jesús la instituyó como una tradición solemne, muchos hoy han dejado de observarla o han sustituido su significado por prácticas más comerciales, como la Pascua moderna con huevos de chocolate y consumismo. Esto representa una pérdida de respeto por la esencia original de la tradición cristiana.
Entonces, ¿quién debe encargarse de preservar las tradiciones? La respuesta es clara: nosotros. Como dijo Camus, “sin tradición, no hay padre”. Es decir, si no conservamos nuestras tradiciones, perdemos nuestras raíces, nuestra identidad. Yo creo firmemente que las tradiciones aún existen, pero están en peligro de extinción. Es urgente que las revivamos. Debemos cuidar aquellas tradiciones que tienen un valor espiritual, que fortalecen nuestra fe y nos conectan con nuestras raíces más profundas.
Participemos activamente en las tradiciones que realmente importan, aquellas que edifican el espíritu. No dejemos que el mundo, dominado por la superficialidad y el materialismo, nos aleje de lo esencial. Si logramos mantener vivas nuestras tradiciones, las generaciones futuras también podrán disfrutar de su riqueza y significado.











