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Foto tomada de soychile.cl |
Estoy triste. Muy triste. Ha pasado algo muy terrible, y todo pudiera ser por culpa del fanatismo desmedido o por intereses inescrupulosos. ¿Cómo puede ser posible que estas actitudes hagan que cientos pierdan su hogar? Pues sí: eso pasó acá en Concepción, y la situación da para pensar.
Detrás del hotel Diego de Almagro hay un humedal. Este humedal, llamado Paicaví, es un lugar importantísimo para la biodiversidad dentro de la ciudad. Alberga a muchos animalitos que tienen su hogar, procrean y se alimentan allí. Tristemente, la noche del miércoles 17 de noviembre un incendio consumió casi 10 hectáreas del humedal. Sí: 10 hectáreas. Para hacerse la idea, se quemaron el aproximado a 12 canchas de fútbol profesional.
Pues, ¿Cómo surgieron las llamas? Una teoría apunta a que los culpables fueron algunos hinchas que estaban alentando a la Universidad Católica ese día, ya que su equipo estaba concentrado en aquel hotel porque al día siguiente jugaban la Super Copa frente a Ñublense. ¿Por qué dicen que ellos fueron los culpables? Porque una forma de alentar al equipo fue tirando bengalas. Una de ellas habría caído en el humedal, iniciando el fuego que, avivado por el viento, causó el daño que causó. Desde ese día se inició una investigación, dando con rastros de fuegos artificiales en el sitio del incendio.
Ahora bien, ¿Cuántos animalitos habrán muerto? ¿Cuántos habrán quedado sin hogar? De verdad me da mucha pena, porque tampoco podemos decir que tenemos muchísimos humedales en Conce como para quemar uno. Además, recordemos que los fuegos de artificio están prohibidos por ley. ¿Qué hacían esos hinchas tirando bengalas y dejando la santa escoba? ¿Cómo te sentirías si por culpa de un mongo que tira bengalas se te quema la casa? Eso pienso yo cuando, en año nuevo, tiran bengalas o fuegos artificiales cerca de mi casa. ¿Y si me la queman? ¿Quién se hará responsable?
Esta última pregunta también es aplicable para la quema del humedal. Muchos hinchas de la Universidad Católica lamentaban por redes sociales lo ocurrido, argumentando que no era la intención de ellos que todo terminara así. Y puede que sea cierto. Pero otros no están ni ahí con usar artificios, con los peligros que esto conlleva.
Pero ojo, esta teoría sobre el origen del incendio no es la única. El humedal está situado en un punto estratégico de Concepción, atravesado por la importante Av. Alessandri (que es una especie de bypass para los camiones y así no entran al centro), y queda entre dos importantes arterias (la Autopista 154 Concepción - Talcahuano y la Av. Colón), por lo que hay mucho interés, en especial de las inmobiliarias, por construir ahí. ¿No habrá sido intencional el incendio para luego aprovechar, comprar aquellos lugares, y construir casas o edificios? Tampoco es descartable.
Parte del Humedal Paicaví |
Sea como fuere el origen, es increíble como el ser humano sigue destruyendo todo a su paso. Ya pocos lugares naturales quedan en las grandes ciudades, y esos pocos lugares cada vez son más amenazados con ser destruidos. Creo que hay que tomar conciencia de lo importante que son estos humedales para el ecosistema y la filtración de agua en periodo de lluvias, evitando inundaciones, además que es el hogar de muchos animalitos indefensos.
Mientras llega la solución definitiva al problema medioambiental, la contaminación y el cambio climático (algo que comenté brevemente en el artículo anterior), cada uno de nosotros debería poner su granito de arena en cuidar el planeta. Y cuando hablo de eso, no me refiero sólo a cuidar los humedales. Actos tan sencillos como botar la basura como corresponde ayudan a vivir en un entorno más limpio y amigable. ¡Vamos! No cuesta nada...
Fuentes del artículo:
Muy interesante el artículo. La verdad es que yo había escuchado la noticia del incendio, pero no sabía mayores detalles. Creo que cualquiera de las dos posibles causas del incendio son horribles, aunque no me sorprende, porque el ser humano cada día está mas egoísta. Si tan solo las personas se pusieran a pensar antes de actuar, pensar en los efectos que sus acciones provocan en otros, el mundo sería mejor.
ResponderBorrarHola Camila: gracias por tu comentario.
BorrarAmbos concordamos en que los seres humanos somos cada día más egoístas. Pero lamentablemente las cosas seguirán así durante un tiempo. Pronto todo cambiará, como ya lo comenté en el artículo "Esperanza, parte 3". Por mientras, cada uno de nosotros debe poner su granito de arena para mantener limpio nuestro planeta y actuar en consecuencia de que no vivimos solos en este lugar, aunque el resto no lo haga.
Saludos!
Es muy triste lo que pasó con el Humedal. Esperamos que la naturaleza haga lo suyo para que se recupere. Y no solamente eso, sino que las autoridades protejan ese lugar. Saludos!
ResponderBorrarHola Anónimo: gracias por tu comentario. Te animo a que, si comentas de nuevo, lo hagas con tu nombre y así mi respuesta es más personalizada.
BorrarEs triste lo que pasó. Con el correr del tiempo es probable que el humedal vuelva a recuperarse, a menos que rellenen ese lugar y desaparezca para siempre, construyendo casas y edificios, cosa que no es descartable, conociendo cómo actúan las inmobiliarias. Ojalá se pueda proteger ese lugar, hogar de muchos animalitos indefensos. ¡Saludos!