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martes, 3 de diciembre de 2019

346. Endeudándose para estudiar


Llegamos al último mes del año. Un año bastante movido socialmente hablando acá en Chile. Pero, fuera de eso, en mi vida todo va bien. Tengo un trabajo que me permite mantenerme y muchos amigos que me hacen la vida más amena. Espiritualmente hablando, todo súper bien. Pero hay una pequeña piedra que me impide decir que estoy 100% tranquilo. Y tiene que ver con algo que hice hace más de 10 años, aun cuando no quería hacerlo: ir a la Universidad.

Quienes me leen desde los inicios del sitio web y blog, quizá se acordarán cuando, en aquel lejano 2008 les comentaba que no quería ir a la Universidad. "No tenía muchas ganas de gastar más años de mi juventud en algo que quizás no me sirva para nada", escribí en esa oportunidad (Artículo 0007. Disfrutando de las vacaciones) Y hoy, casi 12 años después de haber escrito eso, sigo pensando igual: ir a la Universidad no sirve para nada. No te asegura tener trabajo. Mírenme a mí: no terminé mi carrera y aquí estoy... no me he muerto de hambre. Pero, al margen de eso, puedo contarles que, para estudiar en la Universidad durante ese año 2008, tuve que endeudarme. Claro, mi familia no contaba con los recursos para pagar la totalidad de las mensualidades y matrícula para estudiar, así que me dieron el Crédito Solidario que otorga el Estado.

Pues bien, el resto de la historia ya la conocen. Abandoné la Universidad y comencé a trabajar (más detalles en los artículos 0033. Mi vida post media y 0078. ¿Qué ha sido de mi?). En el 2011, la Universidad comenzó a exigir el pago del préstamo. La deuda ascendía a 35.9 UTM (Unidades Tributarias Mensuales), que en pesos chilenos de ese año era de $1.400.853.- Todos los años he tenido que declarar cuánto gano y, de ahí, me sacan un porcentaje que debo ir pagando. Durante estos años (desde el 2011 al 2018) he pagado 13,004 UTM ($645.297 actuales).

Al hacer la resta entre lo que debía y lo que he pagado, podemos deducir que he pagado casi la mitad de la deuda, ya que aun me queda por pagar $755.556.- Pero, aquí viene el truco (o los trucos): la deuda está expresada en UTM, no en pesos. Y la UTM sube todos los meses. Además, todos los años me cobran intereses.

Metiéndome en la página de la Universidad, pude constatar que, luego haber hecho los pagos que he mencionado ($645.297), aun me queda por pagar la increíble suma de $1.573.098. ¡Más de lo que debía al principio! ¿Tiene algo de lógica eso? Para nada: es un robo legal. Me han robado más de $600.000, y la ley lo permite. ¿Y qué pasaría si no pago? ¿O si un año no declaro lo que he ganado? Pueden ejercer acciones judiciales en mi contra, meterme en DICOM por moroso, e incluso pagar con cárcel si no cancelo la totalidad de la deuda.

¿Cuál es mi consejo? ¡Jamás se endeuden para estudiar! Claro, quizá hayan muchos que no tienen los recursos para poder estudiar en la Universidad, o que estudiar es un derecho que debe ser gratis, pero... ¿Es realmente necesario ir a la U para ganarse la vida? ¿Es realmente la clave del éxito gastar 6 o más años de tu juventud en un lugar donde, aunque te entreguen tu título, no pueden asegurarte de que trabajarás en lo que estudiaste? El mundo es muy volátil, por lo que nadie puede prometerte el éxito por ir a la Universidad. Soy  la prueba viviente de que, sin títulos ni estudios superiores, uno puede ganarse la vida. Piénsalo... yo sólo estudié un año y miren lo que debo... ¿Te has puesto a pensar si estudias 6, 8 o 10 años? De verdad... piénsalo...

viernes, 25 de octubre de 2019

345. Canciones | Somos hijos de la tierra (Los Jaivas, 1995)


A lo largo de mi blog he publicado varias canciones que me gustan, de diferentes artistas, y en diferentes épocas. Pero nunca había hablado de un grupo o cantante de mi país. Y hoy será la primera vez que lo haga: el Grupo Chileno Los Jaivas tiene unos temazos como Mira Niñita o Sube a nacer conmigo, hermano. Pero hoy les traigo una canción que, personalmente, me encanta, y tiene una pequeña historia digna de contar.

Cuando se publicó esta canción en 1995, Los Jaivas hicieron un videoclip para promocionarlo. Pero en Chile fue censurado... ¡Por la iglesia católica! Si quieren saber por qué, les dejo el vídeo de la canción y saquen sus propias conclusiones. ¡Ya se vienen nuevos artículos de peso en mi blog!¡Hasta un siguiente artículo!



Amor se nos va la vida

Ven vamos a buscar entonces
toda la ternura.
Toda la hermosura,
tesoros del alma.

Volcan es mi pecho ardiente,
su lava insolente
cura las heridas.
Cristales de tierra dormida
serán nuestros besos
que en el embeleso
de otros siglos nuevos
tendrán su cabida.

Somos hijos de la tierra
y su palabra es nuestra historia.
Somos hijos de la tierra.
Somos hijos de la tierra
y su palabra es nuestra historia.
Somos hijos de la tierra.

Amor
Somos hijos de la tierra.
Amor
Somos hijos de la tierra.

Ay ven, vamos a invocar
con la voz más clara
las riquezas puras
del jardín del mundo.

Sultana, cuerpo y maravilla,
eres tú la fuente,
remanso y vertiente,
guardas la semilla.

Ven, vamos a jugar
a que somos dueños
de todos los sueños
que tenemos todos.
El sublime encanto,
llama de la vida.

Somos hijos de la tierra
y su palabra es nuestra historia.
Somos hijos de la tierra.
Somos hijos de la tierra
y su palabra es nuestra historia.
Somos hijos de la tierra.

Amor
Somos hijos de la tierra.
Somos hijos de la tierra,
y su palabra es nuestra historia.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

344. Se quema el Amazonas


Con estupor vi en las noticias semanas atrás los incendios forestales en la amazonía, el principal pulmón del planeta, y cómo se iba destruyendo a un ritmo alarmante. Me dio mucha rabia ver cómo los intereses de unos pocos (y su dinero) priman por sobre algo tan básico como el aire que respiramos. Independiente del o los motivos por los cuales comenzó este desastre (dicen que era para dejar terrenos aptos para la ganadería, pero qué más da), lo cierto es que estamos llegando a un punto crítico de la historia de la humanidad, a tal punto de que, si seguimos al ritmo que vamos, en unos 30 años la tierra será un desastre, y todo por culpa de quienes deberíamos cuidarla.

miércoles, 21 de agosto de 2019

343. Nacionalismo, parte 2 y final

Este artículo está en "Radio Donde Panchito". ¡Escúchalo!


A principios de este mes inicié una pequeña serie de 2 artículos, referente al nacionalismo, y lo absurdo que llega a ser. Tomé como ejemplo los campeonatos de futbol, donde muchos, más que disfrutar de buen futbol, se dedican a insultar a otros tan sólo por ser de otro país, y se sienten superiores al resto tan solo por ser de un país en específico.

La cosa es clara: todos somos iguales, y a mi no me daría orgullo sentirme superior a los demás sólo porque soy de Chile, ni tampoco iría a matar a personas que son exactamente iguales a mi en una guerra sólo porque no son chilenos. No: no me daría orgullo. Me daría vergüenza.

Sin embargo, puedo sentir vergüenza ajena por ciertos comportamientos patrióticos y nacionalistas que veo en los demás. Hasta cierto punto los entiendo, porque les enseñaron a amar su país por sobre todas las cosas. Ojo: quiero dejar bien claro que no odio el país donde vivo. Respeto las leyes y obedezco las autoridades (aun cuando muchos "nacionalistas" no respetan las leyes e insultan a quienes son la autoridad), y tengo respeto por el país donde vivo. Que quede claro eso.

Quiero comentarles hasta qué grado puede llegar a ser ridículo el sentir un amor desproporcionado por el país donde uno, sin elegirlo, nació. Me remitiré a un suceso que sucedió a principios de julio.

El eclipse "chileno"

El pasado 2 de julio acá en Chile se observó un increíble eclipse de sol, un evento natural que, a todas luces, debería invitarnos a reflexionar en lo diminutos que somos ante el gran universo, y en que sin lugar a dudas existe un Creador detrás de estas maravillas. En donde vivo no se vio totalmente. Fue un eclipse parcial. Pero en la región de Coquimbo el eclipse fue total, por lo que, durante unos minutos, el día se transformó en noche. Lo vi por internet en mi trabajo y, sencillamente, lo encontré espectacular. Me imagino cómo debió de ser en vivo y sentirlo en carne propia. Algo totalmente majestuoso.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con que se sienta "un amor desproporcionado por [Chile]", como mencioné hace un rato? Pues, cuando comenzó la cuenta regresiva para el eclipse total, la gente se agolpó por millares en la playa, en los valles, en las calles y en las esquinas, listos para ver el hermoso fenómeno. Pero, ¿saben lo que hicieron cuando el eclipse llegó a su clímax? Vean el siguiente vídeo y bueno... dura un poco más de 6 minutos.



¿Vamos Chile? ¿Viva Chile? ¿Gente con banderas de Chile? Cuando lo vi en vivo ese día, muchos cantaron el himno nacional, en un evento que no tiene absolutamente nada que ver con Chile, como si Chile hubiera traído el eclipse. No tiene ningún sentido atribuirle a un país el evento astronómico. Nacionalismo puro. Y ojo: no soy el único que piensa así. Lean los siguientes comentarios del mismo vídeo:

Algunos de los comentarios del vídeo (clic en la foto para agrandar)

Lo único que se logró fue, aparte de hacer el ridículo, fue quitarle el crédito a Quien realmente se lo merece por darnos estas maravillas de la naturaleza. Sí: Dios, en quien muchos no creen, pero yo sí.

No pretendo hacerlos cambiar de opinión. Cada uno es libre de hacer y pensar lo que estime conveniente. Pero no podía dejar pasar esto sin dar mi opinión al respecto. Y creo que, el día en que la sociedad de cada país deje de ser nacionalista, se acabará el odio, las guerras y la xenofobia. Y eso se los digo tajantemente: así será. ¡Saludos!
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Temporada 14 / Artículo 15

domingo, 11 de agosto de 2019

342. Experiencias de un simple cajero 14


¡Estamos ya en pleno mes de agosto! Increíble: el tiempo pasa volando y me estoy acercando con rapidez a las tres décadas de vida. Y aquí sigo con este blog, en su temporada número 14. Apropósito: tal como les conté en las redes sociales, estoy preparando, luego de varios meses, un vídeo para ustedes. Pronto sabrán de qué se trata. Mientras tanto, veamos algunas nuevas experiencias como cajero, en mis más de nueve años en ese oficio.

Experiencias como cajero en estos casi 8 años son muchas. Y así como varias veces les he contado experiencias bien desagradables con clientes pesados e insolentes, hoy les traigo dos casos donde no necesariamente debo lidiar siempre con gente así. Veamos qué sucedió.

¡Mi hijo se está atorando!

Estaba terminando mi turno de tarde cuando, de pronto, un cliente comenzó a gritar que su hijo se estaba atorando. Junto con otro compañero corrimos a socorrer al niño. Mi compañero comenzó a apretarle el abdomen hasta que salió un trozo de papa frita. Luego de ello le traje agua y lo sentamos. Lo intenté calmar un poco y lo logré. El papá estaba muy desesperado pero cuando pasó todo la vorágine, nos agradeció por ayudarlo prontamente. Nos dio $2000 a cada uno. El niño, aun asustado, nos dio un abrazo a los dos por lo que habíamos hecho.

Jóvenes me dan 1000 pesos por cantar con ellos

Una de las cosas que jamás extrañaré de haber trabajado en un local de comida al borde de una carretera son los turnos de noche: extenuantes, con sueño y cero ganas de trabajar. Pero bueno, ¿qué le iba a hacer? Había que trabajar para tener dinero. Así que ahí estaba: día viernes, tipo 4 de la mañana, recibiendo a un montón de jóvenes que venían del carrete a darse el bajón.

En eso, una de las cocineras me pidió si, por favor, podía llevarle un pedido de comida a una de las mesas donde había un grupo de chicos que, a todas luces, estaban pasados de copas. No quería ir ella por ser mujer, y la entendí: podrían haberla molestado o hasta acosado. Así que tomé el pedido y fui a dejárselos.

En este local trabajé, antes de su remodelación el 2017

Casi al llegar a donde estaban, se ponen a cantar... no me acuerdo de la canción, pero sí recuerdo que me la sabía. Se tomaron todos de los brazos y se movían de un lado a otro cantando, sin vergüenza alguna al ridículo que estaban haciendo. Llegué con el pedido a la mesa, con la intención de dejarlo y devolverme rápidamente, pero no pude. Uno de los chicos me agarró y me metió al grupo, me tomaron de los brazos y cantaban. Yo, dejando el ridículo a un lado, me puse a cantar con ellos. Me quedaron mirando y uno de ellos me dio mil pesos de propina. Aplaudieron y yo volví a mi caja.

Lo que uno tiene que hacer por ganar dinero :P

Pues bien, esas son dos experiencias más de las tantas que he tenido. Si bien es cierto al día de hoy sigo siendo repartidor, no dejo de lado mi oficio de cajero al ir a dejar los pedidos y cobrar por ellos. Sí: aunque pase el tiempo, nunca dejaré de ser un feliz cajero, orgulloso de su trabajo. ¡Hasta un siguiente artículo amigos!

lunes, 5 de agosto de 2019

341. Nacionalismo, parte 1

Nota: Amigos y lectores de mi blog. Ya está habilitada la caja de comentarios de Facebook para que puedas comentar usando tu cuenta de esa red social. Es muy fácil. Lee el artículo y, al final de este, encontrarás la caja para comentar. ¡Los espero!

Brasil campeón (Tomado de Wikipedia)
Hace un tiempo atrás terminó la Copa América, torneo de futbol donde se enfrentan diez países sudamericanos más dos invitados, y en donde todos aspiran a ser los campeones: ser los mejores de América. Años atrás hablé un poquito sobre esta copa, y lo incómodo que resulta cuando tu país gana y quieres seguir con tu vida normalmente, sin poder hacerlo porque todos celebran, no respetando tu derecho a no hacerlo.
Pero, fuera del espectáculo que se ve en estas copas (yo vi varios partidos de la Copa América), hay un sentimiento en común que impregna, no solamente este torneo, sino cualquier competición en general. Con ustedes, el nacionalismo.

domingo, 23 de junio de 2019

340. El tiempo es oro



Hay algo que no se puede comprar con dinero, y que si lo dejamos pasar nunca lo recuperaremos. Se trata del tiempo. El tiempo pasa, y pasa muy rápido. Prueba de ello es que me falta poquito para llegar a la barrera de los 30 años. ¡Increíble!

sábado, 25 de mayo de 2019

339. Maltrato

Escucha este artículo (4:18 min)


Yo jamás golpearía a mis padres. Sería una terrible falta de respeto y un maltrato de proporciones a quienes me dieron la vida. Me duele mucho ver cómo hijos golpean a sus padres o madres sin ninguna clase de respeto ni remordimiento. No les importa: sólo lo hacen. ¿Cómo una madre podrá defenderse de su hijo adolescente, que tiene mucha más fuerza? Si a eso le sumamos leyes permisivas (donde pareciera ser que los hijos tienen más derechos que sus padres), el resultado es uno solo: hijos que hacen lo que quieren, porque se les permite que hagan lo que quieran.

jueves, 16 de mayo de 2019

338. Aniversario número 13 de "Donde Panchito"



¡Increible! ¿Pueden creer que hoy, 16 de mayo de 2019, este pequeño y humilde blog, Donde Panchito, cumple 13 años de vida? Pónganse a pensar por un momento: este lugar se inauguró el 2006, cuando yo sólo tenía 16 años y cursaba tercero de la secundaria. Ya tengo 29 años, mucha agua ha pasado bajo el puente, y con altos y bajos aun continúo con esta aventura.

Donde Panchito en 2015

Panchito On Line en 2007 (Pantallazo de este año)

Muchas veces lo he dicho, y lo diré una vez más: quiero llegar a viejito y continuar con este lugar. Para quienes me siguen desde que comencé, seguramente recordarán que, por allá en el año 2008, les hablé de un blog, cuya dueña tenía increibles 95 años. Ella comenzó en el mundo de los blogs siendo ya una anciana. Yo quiero llegar a esa edad (ojalá) y que Donde Panchito continúe existiendo. A esas alturas, quizá deba pedirle ayuda a mis sobrinos para que escriba lo que les vaya relatando.

Como todos los años, quiero agradecerles su fiel compañía: a Wladimir, uno de quienes comenta más en mi blog; a todos quienes me visitan y me comentan... todos, absolutamente todos han sido apoyo fundamental para que Donde Panchito lleve casi 240 mil visitas y más de 1000 comentarios. A todos ustedes: GRACIAS INFINITAS.

Donde Panchito en 2009

Seguiré poniendo lo mejor de mí para crear artículos de calidad para el deleite de mis lectores. Secciones como Viajando con PanchitoMis EscritosNostalgiaExperiencias de un simple cajeroreflexiones, entre otros, seguirán en mi blog. Se vienen nuevos vídeos y más cosas para ustedes. ¡Nos vemos en un siguiente artículo! ¡Feliz aniversario, Donde Panchito!

lunes, 13 de mayo de 2019

337. Nostalgia (parte 5) | T14 / A09

Mi colección de celulares
Debo reconocer, francamente, que soy muy nostálgico. Imagínense: estamos casi a mitad del año 2019, y mi computador principal aun es un viejo Windows XP, que para las cosas que hago (escribir en mi blog, llevar las cuentas de mi trabajo y jugar juegos antiguos) me va muy bien. No veo la necesidad de actualizarlo.

La primera foto que saqué con un celular
El resto de mi navegación en internet lo hago casi en su totalidad en mi celular. Y es que la tecnología ha avanzado a pasos agigantados. ¿Se acuerdan cómo eran los celulares de antaño? Pues en esta nueva entrega de la sección Nostalgia, quiero compartir con ustedes algunos de los celulares que he tenido en mi poder desde que obtuve el primero, hace ya 13 años. Empecemos.