Ha pasado más de un mes desde que, en este mismo lugar, les había comentado que entrábamos en receso por algunos meses. El receso continúa; de hecho, no hemos subido absolutamente nada a nuestro podcast y canal de YouTube. Pero echaba de menos escribir aquí, así que decidí desempolvar un artículo que tenía en borrador hace muchos años y, finalmente, terminarlo.
En el año 2019 les pude relatar, en este mismo lugar, uno de los pocos conciertos a los cuales he ido: el del pianista argentino Raúl Di Blasio, que dio en el teatro de la Universidad de Concepción. Fue un concierto inolvidable, donde escuché buena música y disfruté de la amena conversación que Raúl tenía con nosotros, su público. Pero este no ha sido el único concierto al cual he ido en mi vida. También les relaté el de 31 minutos, que dieron un año antes acá mismo en Concepción. Hoy, eso sí, les hablaré de un concierto que jamás en mi vida pensé que iba a asistir... para ello hay que remontarse al año 2008, año en que Camilo Sesto se presentó en Chile.
Yendo a mi primer concierto
La verdad es que ni siquiera recuerdo cómo obtuve la entrada para ver a uno de los cantautores hispanos más importantes del siglo XX. (Actualización 23.07.25: Mi madre, luego de leer el artículo, me indicó que ella compró mi entrada. Linda mi mami 😍) De hecho, lo mejor de todo es que ni siquiera tuve que viajar a Santiago a verlo (ya que la mayoría de los cantantes cuando vienen a Chile se presentan en Santiago o en Viña del Mar para el festival). Camilo Sesto vino acá donde vivo: a Hualpén. Sí: no es un error. Estuvo en la comuna de Hualpén. Y, en este concierto, pasaron varias cosas, cosas que intentaré recordar y comentarles en las siguientes líneas, incluyendo cómo terminé al lado del vehículo de Camilo, y él saludándome (o eso creo).
Ticket de entrada al concierto
El concierto fue el 23 de mayo de 2008 a eso de las 21 horas. Llegamos con bastante tiempo de anticipación y había su fila para entrar. En total fuimos más de 3000 personas (sí: no fue mucha gente, pero estaba repleto el SurActivo, lugar donde se presentó Camilo). Luego de entrar nos ubicamos a unos cuántos metros del escenario. Para mí era toda una experiencia nueva. Nunca había asistido a un concierto así que mis expectativas eran más bien altas... o en realidad deseaba pasar un buen rato y disfrutar de vivir algo diferente.
Mi mamá estaba refeliz. Siempre le ha gustado Camilo Sesto, y en su casa tiene aún algunos LP de él, aunque no puede escucharlos porque el tocadiscos está malo. Gracias a ella comencé a escuchar las canciones de este cantautor español. A mis hermanos también les gusta, y hasta el día de hoy comentamos, de vez en cuando, alguna noticia o algún videíllo de Camilo que pillamos en YouTube.
Viviendo el concierto
Al concierto fuimos mis hermanos, mi madre, la novia de uno de mis hermanos (actualmente su esposa) y yo. No recuerdo cuánto duró el concierto, pero lo disfruté mucho. La gente coreaba sus canciones (mi madre también) y, a pesar de que para ese año Camilo ya no cantaba como antaño, lo hizo bien para su edad y la cantidad de tiempo que llevaba de carrera.
De las canciones que recuerdo que cantó estuvieron "Amor mío: ¿qué me has hecho?", "Samba", "Tarde o temprano", "Algo de mí", "El amor de mi vida", y muchas otras. Con mi celular grabé un miserable vídeo de 5 segundos de la canción "Samba", pero comprenderán que el celular que tenía en ese entonces tenía una patética calidad de vídeo, así que ni me dignaré a subirlo aquí. Eso sí, les dejo un vídeo de un tercero con la canción "Donde estés, con quien estés", grabado en una excelente calidad (?).
Además, aquí tengo algunas fotos de ese día, tomadas por una cámara NICON que, de hecho, aún tengo en casa. La calidad no es la mejor, incluso intentando mejorarla en el PC:
A la caza de Camilo
La cosa se puso más entretenida una vez que terminó el concierto. Nos sacamos algunas fotos con el escenario de fondo. Si mal no recuerdo, mi hermano Andrés nos sugirió ir a espera a Camilo al estacionamiento trasero del local a ver si podíamos pillarnos con el artista cuando saliera para irse al hotel, que no quedaba muy lejos de allí. Nos pareció una genial idea así que, mis hermanos y yo, partimos a esperarlo.
Claro... era obvio que no íbamos a ser los únicos en tener esa idea. Cuando llegamos atrás la cantidad de personas (casi todas mujeres) era increíble. Todos estaban esperando a Camilo para una foto, un autógrafo o un saludo... lo que fuera. Andrés logró llegar a la puerta de acceso al SurActivo, por donde saldría Camilo, y yo me puse al lado del vehículo que trasladaría a Camilo al hotel.
Yo, al lado del vehículo donde Camilo volvería al hotel (omitan mi juventud por favor XD)
No sé cuánto tiempo pasó entre que llegamos allí y apareció Camilo. Pero, cuando lo hizo, quedó la santa escoba. Los guardaespaldas y carabineros intentando contener a la gente, las mujeres gritando como locas y Andrés que logra inmortalizar el momento en esta foto:
Camilo Sesto saliendo del centro de eventos
Yo, por mi parte, estaba apretado entre el vehículo y el tumulto de gente que estaba allí. Camilo se sube al vehículo por el lado contrario donde estaba yo, pero al subir se movió y quedó justo en la ventanilla donde podía verlo y saludarlo. "¡Camilo! ¡Camilo!", le grité. Miró e hizo un saludo con sus manos. Luego de ello un guardaespaldas jetón me empujó a un lado y el vehículo se fue. Muchas se fueron corriendo detrás hasta que desapareció en la calle. El griterío continuó unos segundos y, de ahí, todo volvió a la tranquilidad.
¿Me habrá saludado a mí? Quizás. Quiero pensar eso. Fue un momento muy loco que, hasta el día de hoy, recuerdo con mucha nostalgia y risa.
Un detalle curioso: mi madre, junto con mi cuñada, pasaron por detrás de una persona que estaba siento entrevistada para un medio de comunicación. Al día siguiente aparecieron en el vídeo que les dejo. Aparecen específicamente en el segundo 13. Mi cuñada va con un gorro rosado, y mi madre va a su lado.
El crítico de espectáculos siendo entrevistado. Al lado del camarógrafo, de gorro rosado, mi cuñada
De este concierto ha pasado ya más de 17 años. Camilo murió en 2019, y dejó un tremendo legado de muchas canciones hermosas para escuchar y, por qué no, dedicar. Y también dejó atrás cientos de conciertos que dio por todo el mundo. Y puedo decir que yo, Panchito, tuvo el placer de asistir a uno de ellos.
¡Cómo ha pasado el tiempo amigos! Ya son casi 20 años con este proyecto llamado "Donde Panchito" y, como siempre les digo, estoy muy feliz por todo lo logrado. Sin embargo, quiero contarles algo. Porque todo lo que están viendo ahora va a pasar por una transición muy importante. Me atrevería a decirles que es el cambio más grande de "Donde Panchito" en años.
Volviendo a los inicios de "Donde Panchito"
No sé cuántos de los que actualmente me leen conocen cómo comencé a construir lo que hoy ves aquí. Todos los detalles están en la sección "Historia", en el menú superior. Pero, en un breve resumen, en mayo del año 2006 creé en el antiguo servidor web "Googlepages" un intento de sitio web (porque cuando comencé lo que tenía ni siquiera podía catalogarse como sitio web) llamado "Panchito On Line". Les dejo una imagen de cómo era en ese entonces:
La única imagen de mi extinto sitio web
La cosa es que eso era al principio: un sitio web. Conforme fui avanzando el tiempo lo fui amononando hasta tener algo más decente, como lo que ves en la foto. Debo reconocer, eso sí, que ahora me da mucha vergüenza esa cabecera donde salen fotos mías de cuando tenía 17 años (o menos... me atrevería que tenía unos 15). En fin: era lo que había, y así comenzó todo.
Luego de más de un año (con un paso exprés por "página web gratis"), abrí el blog "Donde Panchito" como continuación del sitio web. Y durante estos años se fueron agregando más cosas, como nuestro Instagram, el canal de YouTube, el Podcast, y mucho más. Sin embargo, siempre quedó dando vueltas esa idea de que "Donde Panchito" fuera un sitio web, y no sólo un blog más.
"Donde Panchito" entra en receso
Amigos: este es el último artículo que escribiremos, tanto Eve como yo, por ahora. Se vienen meses muy movidos, no sólo en "Donde Panchito", sino como familia y matrimonio. No se preocupen: todos los detalles los sabrán a su debido momento. Y no: no cerraremos "Donde Panchito". Sólo estaremos en receso durante unos meses hasta tener todo ok para nuestro regreso.
Pronto iniciaremos otro proyecto como matrimonio
Durante este tiempo, seguiremos atentos a sus comentarios en el blog e intentaremos subir contenido a nuestro podcast y canal de YouTube. Ojo: lo intentaremos. No es nada seguro. Pero esperamos que todo lo que se viene ahora sea para mejor en todo sentido. Creemos que así será, y deseamos que ustedes también sientan lo mismo cuando sepan de qué les hablamos.
¡Gracias por estar aquí! Hoy llegamos a la barrera de las 645.000 visitas. ¡Todo un logro! Sin ustedes, este proyecto hace años habría quedado en el olvido. ¡Volveremos pronto! ¡Se los prometemos!
Hoy es 16 de mayo de 2025. Un día muy especial para este pequeño rincón en el gran internet. Un día como hoy, hace ya 19 años, nacía "Panchito On Line", el precursor de "Donde Panchito". Han pasado ya casi dos décadas dedicado a esto. Y me siento muy orgulloso por lo que he construido, tanto solo como con mi esposa Eve.
¿Cómo olvidar el día en que decidí iniciar esta aventura? Luego de varios meses trabajando en casa de uno de mis tíos (ya que no teníamos internet en casa en ese entonces), con un computador Windows 98 (sí, tal como lees: esto lo inicié con Windows 98) que era increíblemente lento, finalmente a las 3 de la tarde de ese 16 de mayo de 2006, publiqué la primera versión de "Panchito On Line".
"Donde Panchito" en el año 2009
Estéticamente hablando era una porquería. No tengo fotos de los inicios de "Panchito On Line", y deben darle gracias a Dios por ser así, porque de verdad era feo. Recuerdo que era una miserable página negra, con un menú en tono más claro. Sólo tenía una página de bienvenida... y era. Sí: estéticamente era patético. Pero, a pesar de eso, sentía que era el inicio de algo grande. Y, si bien es cierto, lo que ves no es grande, sí supera con creces las expectativas más grandes que tuve con respecto a este proyecto.
El camino ha sido largo: y muchos han estado a mi lado ayudándome a crecer. Andrés, mi hermano, me ayudó mucho al darme las ganas de iniciar esto hace ya 25 años, cuando creó el abandonado sitio Supersitio. Mis excompañeros de la media, quienes comentaban con ganas en mi libro de visitas y leían con carcajadas las famosas "Frases de oro". Mi familia, quienes siempre me leían y me daban sugerencias para escribir. Y mis amigos, quienes me apoyaron, en especial cuando creé mi podcast en el 2020, en la peor época de mi vida.
Pero, sobre todo, le quiero dar las gracias a mi esposa Evelyn. Su entusiasmo, sus ideas y el apoyo que me ha dado para construir el blog, el podcast y el canal de YouTube me contagian a tal punto de continuar sin desfallecer. Amo hacer este proyecto con ella, y lo disfruto mucho porque pasamos tiempo como pareja en algo que nos une. ¡Gracias, amor! ¡Te amo mucho!
Con mi Eve trabajado para "Donde Panchito"
Ya son 19 años... comencé con esto cuando tenía 16 años. Hoy, con 35 años, con una familia compuesta (e hija incluida), sólo me queda darles las gracias a ustedes, nuestros fieles lectores, oidores y televidentes (aunque más específico sería "YouTuvidentes" XD). ¡Gracias por formar parte de este proyecto! Y esperamos seguir creando contenido de calidad, con el cariño con que siempre lo hemos hecho.
¡Hola, queridos amigos! Ha llegado una nueva entrega de la sección "Noticias Panchito", en donde con mi Eve tenemos muchas cosas que contarles. Y estamos entusiasmados, porque ahora que tenemos más tiempo (yo en especial), avanzaremos con varias cosillas que teníamos inconclusas. Así que pónganse cómodos y entérense de las últimas novedades del blog:
Nueva imagen del blog: como ya habrán visto, el blog ahora tiene un look renovado. El cambio de estética incluye el cambio de todos los logotipos de "Donde Panchito", incluyendo el blog y el canal de YouTube. Gracias a quienes votaron por los nuevos logotipos. Esperamos mantener este look por mucho tiempo.
El regreso de "InfoPanchito": en abril pasado retornó el informativo del blog. Para quienes me leen desde que creé este lugar, recordarán que todos los meses enviaba un correo informativo con las últimas novedades del blog. Incluso, por allá por el año 2014, imprimí algunos informativos y los repartí en un par de supermercados. Pues bien: hemos decidido retomar este proyecto. El primer número de "InfoPanchito" ya está disponible y lo puedes descargar desde este enlace. En el menú podrás hallar todos los números a medida que vayan publicándose una vez por mes.
Parte de la primera página de "InfoPanchito"
Nuevos vídeos en YouTube: volveremos con el podcast "Las aventuras de Panchito y Eve", tanto en nuestro canal de YouTube "Donde Panchito TV" como en Spotify y Apple Podcast. Secciones como "Chistes fomes" también comenzarán a retomar el ritmo.
Regreso del antiguo podcast: Entre los años 2020 y 2022 tuvimos el Podcast "Donde Panchito", con varios programas que, en su momento, fueron muy buenos. Con mi Eve hemos decidido que dos de esos programas volverán a emitirse, pero sólo por Spotify y Apple Podcast, en formato audio: "Zona 80" (con música de esa década y otras) y "Concierto" (conciertos de varios artistas en vivo).
Novedades en el blog: ya tenemos casi 20 bosquejos de artículos nuevos que iremos subiendo a medida que pasan las semanas. Además, estoy haciendo una revisión de todos los artículos del blog, reasignándoles un tema y agrandando la letra si es necesario.
Al principio de este artículo les comenté que ahora disponemos de más tiempo. ¿Por qué? En mi caso, eso se los comentaré en el siguiente artículo, que tratará de algo que es muy común que suceda y no se le toma mucho el peso: la salud mental. No se lo pierdan.
Al estar dentro de una zona protegida, muchos comenzaron a hablar indicando que el Estado debe comprar el terreno para que no se utilice ese lugar para construcción de viviendas y arruine esa zona ecológica. Hasta el alcalde de la comuna indica que pueden aprovechar los dineros de las multas pagadas por la ENAP (Empresa Nacional del Petróleo, que tiene sus instalaciones en la misma comuna, y ha tenido que pagar harto en multas por sus episodios de contaminación) para comprar el terreno en venta en Ramuntcho.
Hasta ahí todo suena bien. La gente está interesada en preservar este lugar. Personalmente voy constantemente para allá y es un hermoso sitio que, sin duda alguna, hay que cuidar y proteger. Desde hace unos días que andan recolectando firmas en toda la comuna a todo aquel que esté de acuerdo con que el Estado compre el terreno. Y muchos, cientos (o miles) han firmado. La pregunta es: ¿siempre tenemos esa disposición de cuidar nuestro entorno?
Una foto que saqué hace casi 20 años en la desembocadura, ubicada en el santuario de la naturaleza península de Hualpén.
Hace muchos años atrás toqué el tema de la basura (algunos artículos son los números 147, 234 y 312), y de cómo la gente es tan cochina que ni siquiera son capaces de cuidar su propio entorno, su propia esquina, su propia manzana en donde viven. Es aquí donde me pregunto, sinceramente, ¿cuántas de estas personas que están tan preocupadas por el medio ambiente, y que temen que dañen el santuario, no mantienen limpio el lugar donde viven?
¿Será que sólo hay que mantener en óptimas condiciones sólo los lugares naturales que están lejos de las ciudades? ¿No hay que preocuparse también de que las zonas urbanas estén limpias? Lo pregunto porque, con mucha vergüenza lo digo, Hualpén no es una comuna linda que digamos, por mucho que algunos pocos se esfuercen por mantener limpio, o por mucho que la municipalidad construya áreas verdes en algunas zonas. ¿Exagero? Las fotos hablan por sí mismos:
Tanta es la flojera de la gente, que ni siquiera son capaces de dejar las botellas dentro de los contenedores, que no estaban llenos aún.
Una calle sin salida usada como vertedero
Habiendo un letrero de "No botar basura", lo hacen igual
Lo mismo que en la foto anterior
Ni siquiera son capaces de echarla adentro...
Esto es un asunto cultural. No importa la clase social, ni los estudios, ni cuánta plata tenemos. Es meramente nuestra crianza: la forma en que nos enseñaron a tratar al planeta. Y no es que esté mal que la gente pida que los lugares declarados como santuarios se preserven para generaciones futuras, pero estoy totalmente convencido que, antes de eso, hay una tarea mucho más fácil: que nuestro entorno esté limpio. Nuestra ciudad, nuestra población, nuestra calle, nuestro pasaje, nuestro antejardín... nuestro hogar. Muchas veces paso por calles que, de verdad, dan asco. Y la gente que vive a su alrededor pareciera ser que no les importa... o si les importara, no hacen nada por cambiarlo.
Este problema no es de Hualpén solamente. Es un problema como humanidad. Varias veces he tocado el tema de la contaminación, y el daño terrible que le ocasiona a nuestro planeta. Ser de doble estándar no ayuda mucho a mejorar la situación: si exigimos que las autoridades mantengan los lugares hermosos, tanto rurales como urbanos, por lo menos tengamos la decencia de contribuir a que el lugar donde vivimos sea un lugar bonito para todos. No creo que sea tan, pero tan difícil, ¿no creen?
Tal como estuvimos promocionando durante las últimas semanas, el pasado sábado 15 y domingo 16 de marzo hicimos una venta de garaje en nuestro hogar. Personalmente fue la primera vez que hacía algo así. Mi Eve tiene más experiencia en eso, ya que tiene un emprendimiento donde vende sus cositas. ¿Cómo nos fue en esta venta?
La vida está llena de cambios. Las circunstancias no son las mismas a medida que pasa el tiempo. Y, en esta ocasión, quiero contarles sobre un cambio en particular que viví cuando me casé con mi Eve, un cambio que jamás de los jamases pensé que iba a experimentar. ¿De qué hablo? Hablo de mi vida siendo ahora papá.
Lo primero que hay que dejar en claro es que no soy papá en el estricto rigor de la palabra. Soy padrastro: mi Eve tiene una hija, fruto de una relación anterior, y que actualmente tiene 13 años. Hablo de Antonella (quien nos apoya en Donde Panchito desde el anonimato). Y hablo de un cambio en mi vida muy brusco porque nunca tuve la intención de tener hijos; mucho menos criar una hija que no es biológicamente mía. ¿Cómo ha sido vivir este cambio de ser un hombre divorciado a formar una familia ensamblada?
Miedo
Sí: es lo primero que sentí. Miedo. Ya tenía miedo a que me causaran daño nuevamente al iniciar una relación, y a eso había que sumarle el miedo por Antonella. Cuando inicié mi relación con Evelyn a mediados del año 2022, tuve miedo de la reacción que tendría Antonella cuando supiera que su mamá tenía pareja. De hecho, el pensar en eso me retuvo durante un tiempo de lanzarme a iniciar algo con Evelyn. Finalmente, ella se armó de valor e inició esta relación. No quise decirle que me preocupaba la Anto, y no sé por qué no se lo dije. Así que comenzamos con nuestra relación, relación que, durante un par de semanas, sólo lo sabíamos los dos.
Cuando conocí a mis chicas, noté que Antonella era una niña muy tierna y querendona. Conmigo no fue la excepción: conversábamos mucho y actuaba de tal forma que comencé a quererla. Me cayó bien y, como les dije, era una niña muy tierna a sus 9 años. De a poco ella y yo comenzamos a formar un vínculo. Quizá por eso preferí no contarle el miedo que tenía a mi Eve: en el fondo tenía la confianza de que Antonella podría acostumbrarse a que su mamá reiniciara su vida con alguien, y que ese alguien fuera yo.
El día en que le contamos todo a la Anto
Llegó el momento en que Eve y yo decidimos que era hora de contarle a la Anto nuestra relación. Así que armamos un panorama para ese día y salimos los 3 a pasear. Fuimos a comer pizza cerca de la Universidad de Concepción y dimos un paseo por el parque. Nos sacamos muchas fotos y lo pasamos muy bien. La idea era que, cuando las fuera a dejar a su casa, antes de irme a la mía, le contaríamos sobre lo nuestro. Y así fue.
El acuerdo era que, estando allá, Evelyn hablara con su hija y le contara lo que sucedía. Había más confianza entre ellas, por lo que creí que era mejor así. Llegado el momento, Evelyn le dice a su hija: "Antito. Queremos contarte algo muy importante. Y el tío Pancho será quien te lo dirá". Me mira y me tira toda la responsabilidad a mí. Yo quedé estupefacto, porque me pilló por sorpresa. Me armé de valor (sí, valor, porque algo de miedo aún sentía) y le dije a Antonella que tenía una relación amorosa con su mamá. Claro, a su edad, no le dimos mayores explicaciones... con eso fue suficiente.
Antonella quedó unos 10 segundos pegada, totalmente inmóvil. No movía ningún músculo de su cara. Me dio mucho miedo. "¿Y si no le agrado? ¿Y si no me acepta? ¿Y si no acepta que su mamá tiene derecho a reiniciar su vida sentimental con otra persona que no fuera su papá biológico?". Todo eso pensé en esos eternos 10 segundos. Preguntas válidas, puesto que, si mis miedos eran ciertos, el éxito de la relación estaba en juego: si no le agradaba a la Anto, la relación iba a ser forzada, con altas probabilidades que no resultara y todos sufriéramos.
Pero todos esos miedos quedaron atrás cuando, de pronto, esbozó una gran sonrisa de oreja a oreja y, moviéndose locamente por todo el living, decía: "Yo sabía. Lo sabía. Por cómo se trataban y se miraban. Era obvio todo esto". Estuvo así unos momentos cuando, de la nada, se abalanza sobre su madre y, abrazándola, le dice: "Por fin tendré una familia".
Esa frase de la Anto me destruyó por dentro.
Esa frase me hizo entender la tremenda responsabilidad que me estaba echando encima: la de formar una familia con quienes tuvieron una en el pasado (como yo), pero que se había desmoronado por completo. Así, comenzamos los tres a formar nuestra familia, la que llamamos "la familia más bakán y feliz del universo".
La familia Albornoz Beltrán
Pasaron los meses. Nuestro vínculo comenzó a crecer. Eve y yo nos casamos y surgió la familia Albornoz Beltrán. Y, a decir verdad, no ha sido fácil. Si un matrimonio sólo es difícil de construir al principio, imagínense con una hijastra. Acostumbrarnos a vivir los tres, con nuestras costumbres, nuestra forma de ser y nuestras mañas... estoy consciente de que tuvo que costarles mucho a mis chicas acostumbrarse a que ahora haya un hombre en casa, cuando estuvieron años las dos solas. Y les agradeceré enormemente el esfuerzo y apoyo que ponen para que todo vaya bien, a pesar de los problemas y dificultades.
Y, poco a poco, comencé a ver a Antonella como mi hija. El término hijastra no me gusta. Prefiero hija, aunque en estricto rigor no lo sea. Antonella tiene su propia relación con su padre, y eso está super bien. Ella me dice "tío" de cariño y respeto. Y está bien así: es lo que corresponde para no pasar a llevar sus sentimientos, ni tampoco a su verdadero padre.
Pero el cariño que hay entre los dos (y es lo que siento) es muy parecido al de un papá con su hija. Muchas veces me cuenta sus problemas, juega conmigo o me pide salir a predicar juntos. La ayudo con sus tareas, cuando puedo la voy a buscar al colegio o participo en actividades escolares al ser el apoderado sustituto. Salimos a pasear o de vacaciones, y la aconsejo cuando tiene los dramas propios de su edad. También la disciplino cuando hay que hacerlo. Todo esto Eve y yo lo hacemos porque amamos a nuestra hija, y es lo que todo padre y madre debe hacer. Pero, en mi caso como padrastro, quiero llegar ser el papá que siempre tuvo que tener. Y espero poder lograrlo.
Lo que se viene en el futuro
Y, ahora, ¿siento miedo? Algunas veces sí: Antonella tiene 13 años ahora y tiene sus propios desafíos: la adolescencia, los chicos, los estudios, su actividad espiritual... pero ¿saben? Me gusta todo esto. Siento miedo algunas veces al pensar qué nos depara el futuro, mas al juzgar lo que hemos vivido los tres hasta el momento, siento que todo será genial. Hemos formado una hermosa familia ensamblada, con todos sus desafíos, pero siempre tomados de la mano los 4 (junto con Dios, obviamente). Y estoy 100% seguro que, si seguimos queriéndonos como hasta ahora y, con la ayuda de Dios, lograremos tener la familia más bakán y feliz del universo.
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*: Antonella es menor de edad, por lo que no subiré fotos de ella mostrando su rostro, para proteger su identidad.
Sí: nosotros, los hombres, también tenemos miedo. Miedo a muchas cosas. Y yo, personalmente, he comenzado a sentir miedo a cosas que antes no veía (o, por lo menos, no al nivel de ahora). Y es que es sabido por todo el mundo el nivel de inseguridad que existe en la actualidad. Últimamente está muy en boga lo de la reivindicación de las mujeres, y visibilizar la vulnerabilidad que sufren a diario, a los asaltos, violaciones y asesinatos. Y sí: tienen toda la razón para sentirse así: vulnerables. Hay mucha gente mala en el mundo que quiere causarles daño, tanto a mujeres como a hombres. El problema es cuando se mete a toda la gente al mismo saco.
Metiéndonos a todos en el mismo saco
Para entender esta última frase, quiero que recuerden un artículo que escribí años atrás sobre los carabineros, y esa constante manía de algunos de manchar la reputación de ellos a costa de unos pocos. En ese artículo (escrito en 2018) hablaba de la tontera de tildar a todos los carabineros como ladrones, abusadores, etc., sólo porque unos pocos lo hacían. ¿Verdad que no es, ni lógico, ni justo?
Pues, algo parecido está sucediendo con esto del "levantamiento femenino": ahora pareciera ser que todos los hombres son malos, abusadores y violadores. Y estoy total y absolutamente de acuerdo con que esa clase de tipos deberían secarse en las cárceles, y entiendo el nivel de desconfianza de las mujeres por el daño que les han causado a algunas por culpa de esos tipos. Pero irse a un extremo... da miedo... y eso me está pasando a mí, porque por unos pocos están manchando la reputación de todos los hombres. Basta con ver algunos videíllos en redes sociales para notar esto.
Sí: también ando con miedo
Les pongo dos ejemplos que me han sucedido últimamente, y que ilustran esto de sentir miedo en el mundo que vivimos.
Ya no acostumbro a viajar mucho en micro. Pero, cuando lo hago, prefiero evitar sentarme donde hay una mujer. Y, si voy sentado solo, ruego que ninguna chica se siente a mi lado. ¿Han pensado en que una chica se imagine (por algún trauma o qué sé yo) que la estoy acosando y comience a funarme sin motivos en la micro? La gente no preguntará si es cierto: simplemente me sacarán la mugre. No les importa si la acusación es falsa o no: actúan de acuerdo a su criterio de justicia. Y ese criterio es agarrar a golpes a un "acosador", sin saber si es cierto o no. Incluso, si la micro va casi llena y sólo quedan asientos al lado de una mujer, prefiero irme de pie. No estoy dispuesto a correr el riesgo.
Cuando viajo en micro, prefiero sentarme solo (Crédito en la foto)
Y no: no ando mirando mujeres acosándolas, ni tampoco ando tocando a nadie. Pero, así como hay muchos hombres locos por la calle, hay muchas mujeres igual, que son capaces de mentir en pro de seguir alimentando su odio hacia el hombre, por culpa de alguna mala experiencia vivida en el pasado con alguno de ellos.
El domingo pasado estaba trabajando y, para entregar unos insumos en una clínica, decidí usar el ascensor. Estaba caminando hacia uno de ellos cuando una enfermera me ganó y se subió ella sola al ascensor. Yo decidí no subir, y esperar a que volviera el ascensor para subir solo. ¿La razón? ¿Y si ella inventa que le hice algo en el ascensor? Si no hay cámaras, sería su palabra contra la mía. No sé qué clase de gente está a mi alrededor, así que preferí evitar cualquier problema.
Cuando uso un ascensor, prefiero subir solo
¿Entienden a dónde quiero ir? No estoy minimizando en absoluto lo que sucede con miles de mujeres acosadas y maltratadas. Sólo estoy exponiendo que, por culpa de unos pocos mal hombres, todos estamos pagando el pato. Ando con miedo en la calle. Y sí: los hombres también tenemos miedo.
Todos andamos con miedo
Por favor: no me malentiendan. No quiero que piensen que no me interesa lo que les sucede a las mujeres. Lo que viven a diario es terrible. Y, sin dejar en menos lo que viven, a los hombres también les suceden cosas terribles. Eso significa que todos estamos a merced de gente mala. Todos andamos con miedo a que nos asalten, nos violen, nos asesinen. Eso no es un problema de género. Es un problema más de fondo: el ser humano NO puede terminar con la violencia, porque NO estamos capacitados para ello. Entonces, ¿cuándo terminará todo?
Es una buena pregunta. La respuesta la dejo a tu criterio. Yo creo en un Dios que pronto acabará con todo, incluyendo el daño que le hacen a las mujeres... e incluyendo el miedo que siento al vivir en un mundo tan malo como el actual. Y, cuando lo haga, por fin seremos felices y viviremos en paz.
Estamos ya en el año 2025, y damos inicio a la temporada 20 del blog. ¿Cómo? ¿Veinte temporadas ya? ¡Sí! Aunque no lo crean (ni yo tampoco), ya llevo 20 temporadas escribiendo (desde el año 2006). Claro, porque este año mi blog cumple 19 años de existencia. Y nos estamos acercando con rapidez a las dos décadas con este lugar. ¡Cómo pasa el tiempo!
Pues bien. Ya pasó navidad. Una fecha en la que muchas personas se juntan con sus seres queridos, se hacen regalos y se demuestran su afecto. Una fecha en la que todo el mundo desea paz y amor...
Bueno... esto último es en el papel. Pero en la práctica... como dice el dicho: "Del dicho al hecho, hay mucho trecho". Y este dicho aplica a la perfección sobre lo que está pasando últimamente con la sociedad en general. Es cierto que, como ya saben, ni mi familia ni yo celebramos la Navidad por las razones de peso que expuse. Independiente de eso, creo que tú y yo concordaremos en lo que quiero expresar en este artículo.
Me tocó trabajar para navidad. En mi laburo no existen los feriados: los insumos médicos que entrego son de vida o muerte (literalmente), por lo que no hay día en que no se entreguen los medicamentos a los hospitales. Pues bien, venía de vuelta a mi casa cuando me pillé con un taco de proporciones en el peaje Quepe, que queda al sur de Temuco. Eran como las 9 y media de la noche y, claro, venían todos de vuelta a sus casas luego de aprovechar el feriado. La fila no avanzaba mucho, pero no había mucho que hacer, salvo tener paciencia para poder llegar a la caseta y pagar.
Pero bueno... el término paciencia es subjetivo. No todos tenemos la misma paciencia. Al poco andar en la fila, la gente comenzó a tocar las bocinas en señal de descontento por el atochamiento. Miraba atentamente a quienes lo hacían: unos sólo tocaban la bocina. Pero otros estaban totalmente desquiciados: golpeaban sus manos contra la bocina y movían los brazos desesperados. Su fantástico día de relajo quién sabe dónde se fue a las pailas porque no fueron capaces de aguantar seis minutos en una fila. Sí, por eso estuve yo: sólo 6 minutos.
Les dejo un pequeño vídeo de lo sucedido ese día:
Paciencia era lo que menos había en esas filas
Entiendo que el mundo está acelerado. Y a nadie le gusta quedarse pegado en un taco. Y peor si es para que te saquen plata en un peaje. Pero, al margen de eso, sólo tengo dos preguntas para pensar:
1. ¿Qué culpa tenían las cajeras del taco que se estaba formando? Estaban las 6 casetas habilitadas. Era un 100% de cajas abiertas para pasar. Las cajeras no tenían la culpa de toda la gente que vuelve a la misma hora a sus casas. Por mucho que tocaran sus bocinas, ellas no harían nada: son trabajadoras que están bajo la supervisión de una empresa que, por mucho que se armen tacos, no subirán las barreras porque sí, ya que pierden dinero al hacerlo.
2. ¿Dónde quedó el espíritu navideño? Sí, sí: eso creo que ya casi ni existe. Al fin y al cabo, hablar de un espíritu navideño de paz y amor es limitar esas cualidades a una determinada fecha del año, cuando la realidad es que el mundo ya que rato que necesita paz y amor TODO EL AÑO. Independiente de lo que acabo de escribir, en un día de supuesta reflexión y recogimiento, ¿no son capaces de ejercer un poco de empatía y comprensión por quienes tuvieron que trabajar en un día donde todos descansan?
Reflejar buenas cualidades como ser comprensivos, empáticos y bondadosos con los demás no se reduce a un 25 de diciembre. Tampoco se reduce a simplemente desear "Feliz navidad" a través de un WhatsApp o por redes sociales. El altruismo va más allá: es algo que debe reflejarse a diario y a todo tipo de personas, y en todo tipo de circunstancias. De lo contrario, el espíritu de paz y amor del que se pregona tanto en navidad es sólo una palabra al viento: carece de peso.
Finalmente, luego de esperar, pagué y seguí mi ruta. Claro que me daba lata atrasar mi viaje porque ya venía cansado y me esperaban más de 3 horas de viaje aun. Pero, ¿habría logrado algo tocando alocadamente la bocina? Sí: sólo amargarme y estresarme. Y, a estas alturas de mi vida, lo que menos deseo es eso. Hablar de filas y filas es algo que ya conozco. Recuerden que fui cajero, y la actitud de los automovilistas en una fila para el peaje es la misma de quienes no son capaces de aguantar una fila en un supermercado. Tristemente eso no ha cambiado. Y, lo más probable, es que nunca cambie por manos del ser humano, por muchas navidades que vengan por delante.
¡Se viene el fin de la temporada! Les contaré lo que hemos logrado con mi Eve en este año 2024. ¡Saludos!
26 de junio de 2025: Llegamos a las 650 mil visitas.
12 de junio de 2025: Entramos en un periodo de receso debido a cambios muy importantes que habrá en el blog. A su debido momento lo daremos a conocer.
06 de abril de 2025: A partir de hoy, y volviendo un poco a la esencia del sitio web original de 2006, al acceder al blog habrá un tema de portada en vez del mensaje de bienvenida. Este tema de portada irá variando cada cierto tiempo. El mensaje de bienvenida ahora estará en el menú bajo la cabecera.