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| A las afueras de TVN recordando a quienes murieron |
Es inevitable no emocionarse al ver los sucesos ocurridos durante la última semana. Me refiero al fatal accidente aéreo ocurrido el viernes de la semana pasada en el archipiélago de Juan Fernández. En este viaje viajaban 21 personas, entre quienes iban el reconocido animador de televisión Felipe Camiroaga y otros. ¿A qué iban a esa isla? Pues a ayudar en las labores de reconstrucción luego del fatídico terremoto que ocurrió el 27 de febrero del año pasado. Si bien es cierto la isla Robinson Crusoe estaba a más de 500 km. del epicentro del terremoto, el tsunami que provocó este movimiento azotó con fuerza la pequeña aldea de San Juan Bautista. Es por ello que los mencionados 21 pasajeros iban a aquel lugar a continuar con esta ardua reconstrucción.
Pero este pequeño artículo lo escribo, no para hacerles saber lo que ocurrió ese horrible día 2 de septiembre, ni mucho menos hablarles del terremoto. Todo el mundo sabe eso. Sin embargo, muchos ni siquiera saben algo muy elemental, que podría traer tranquilidad a los familiares de quienes perdieron a sus seres queridos en esa tragedia.
¿Realmente Dios se los llevó?
A lo largo de los días desde el accidente, he escuchado muchos comentarios de personas que insisten en creer que todo esto fue por voluntad de Dios, y en realidad no las culpo. Quizás a lo largo de los años eso es lo que han aprendido, y las comprendo. Pero continuar en la idea de que Dios se las llevó porque necesitaba ángeles en el cielo, o porque quienes murieron eran personas tan buenas que por eso Dios las necesitaba en el cielo, va en contra de toda lógica acerca de la naturaleza de Dios. No te preocupes: seré bastante breve.
Una verdad fundamental con respecto a Dios es que él "es amor" (1 Juan 4:8). Una pequeña ilustración, sencilla por cierto: si un hijo se porta muy bien con su padre, ¿acaso el padre lo mataría para tenerlo a su lado para siempre? Obviamente no: eso iría en contra del lógico amor que el padre siente por su hijo. Con Dios sucede lo mismo: iría en contra de su propia naturaleza el matar a alguien para tenerlo a su lado en el cielo. Él ES amor, por lo que es imposible que realice semejante acto en contra de su propia creación.
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| Te lo aseguro: Dios no quería esto |
Cierto, quizás el término "matar" es muy fuerte. Pero es lo que indirectamente enseñan en las iglesias y en todos lados, ¿no? "Es que es la voluntad de Dios que pasen estas cosas" es igual a "Dios quiso que esa gente muriera". "Dios necesitaba angelitos en el cielo" es igual a "A Dios le faltaban ángeles, por eso mató a esa gente para poder llenar esos cupos". Pero la verdad es que Dios nunca quiso que la muerte se apoderara de la humanidad. Cuando creó a la primera pareja humana, la creó con la perspectiva de vivir para siempre. Lamentablemente, pecaron (Génesis 3:1-5), y por eso la muerte se extendió a todos: "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre [Adán] y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Romanos 5:12). ¿Significa eso que no hay esperanza?
Una linda esperanza para el futuro
Es verdad que en momentos como estos es difícil encontrar el consuelo necesario. Pero Dios ofrece una esperanza maravillosa. Muy por el contrario de lo que enseñan por ahí, que Dios se lleva a la gente al cielo, dejando a sus familiares tristes acá en la tierra, la Biblia enseña algunas verdades básicas con respecto a cómo Dios nos ayuda en estos momentos tan difíciles:
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| Dios resucitará a quienes han muerto |
- "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios" (2 Corintios 1:3,4). Dios nos puede dar el consuelo necesario para sobrellevar la muerte de algún familiar.
- "El mundo entero está bajo el maligno" (1 Juan 5:19). ¡Qué consuelo nos da el saber que Dios no es el causante de las desgracias de este mundo porque él NO CONTROLA ESTE MUNDO, sino su enemigo número 1: el Diablo! ¿Verdad que eso explica por qué hay tantos desastres en la actualidad?
- "Dios es amor" (1 Juan 4:8). Como Dios es la personificación máxima del amor, nunca causaría un sufrimiento tan grande para los seres humanos como la muerte de alguien a quien queremos. ¿Se quedará entonces Dios de brazos cruzados mirando cómo la gente se muere? Claro que no.
- "No os asombréis de esto, porque llegará la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida" (Juan 5:28, 29). Esa es la maravillosa esperanza que Dios nos ofrece: resucitará a nuestros seres queridos, y tendrán la oportunidad de vivir para siempre bajo el Reino de Dios (Juan 17:3).
Lo cierto es que el accidente ocurrió, y así como ellos están descansando en la muerte, muchas personas están en las mismas condiciones. Dios no se las llevó: eso tenlo por seguro. Dios no es cruel como para quitarle a las personas los seres que más aman. Muy por el contrario: la Biblia nos muestra que Dios ofrece la solución definitiva. Por fin, cuando llegue ese día: la muerte no será más, porque las cosas anteriores serán cosa del pasado (Apocalipsis 21:3, 4).






















