jueves, 8 de marzo de 2018

279. Colegio versus Trabajo

Colegio (2007) versus trabajo (2013)

El siguiente es un diálogo que tuve con uno de mis primos hace algunos años atrás, mientras él como estudiante estaba de vacaciones en verano y yo trabajando.

Primo: Qué pena por ti que te toque trabajar mientras yo puedo disfrutar de mis vacaciones.
Yo: Sí, así es la vida pos. Dentro de algunos años más yo descansaré mi jubilación mientras tú aun seguirás trabajando.
Primo: Pero falta mucho para eso, y yo tendré varias vacaciones más mientras tú seguirás trabajando.
Yo: A mí igual me dan vacaciones dos veces al año.
Primo: Pero no son tan largas como las mías, que tengo tres vacaciones al año para descansar.
Yo: Ah... me alegro por ti. A todo esto primo, dime: ¿Cuántas horas pasas en el colegio cuando estás en clases?
Primo: Unas 9 horas de lunes a viernes.
Yo: Ah, ¿y te dejan tareas para la casa?
Primo: Algunos días sí.
Yo: Eso quiere decir que tienes que ocupar tiempo en hacer las tareas en tu casa... digamos una hora diaria en promedio, ¿no?
Primo: Sí, eso es cierto, pero después descanso tirado en la cama.
Yo: ¿Pero si tienes prueba? ¿No tienes que estudiar?
Primo: Sí, algunos días debo estudiar y si no alcanzo dejo para el fin de semana.
Yo: Es comprensible, hay que estudiar mucho... digamos entonces que tiempo para descansar durante los 10 meses de clases no es mucho por las tareas y las pruebas. ¿O me equivoco?
Primo: Ya pero tú tienes que trabajar también y ocupas mucho tiempo en eso.
Yo: Sí, tienes razón. Pero... ¿cuánto te pagan por ocupar en promedio 9 horas en estar en el colegio, otra hora en hacer tareas, de lunes a viernes, y ocupar los fines de semana en estudiar para las pruebas?
Primo: Eh... nada.
Yo: Pues yo trabajo de lunes a domingo de 8am a 4pm. Tengo todos los miércoles libres y dos domingos libres al mes. Luego de salir del trabajo no ando preocupado por estudiar ni hacer tareas ni nada. Llego a casa y descanso... pero descanso de VERDAD, sin preocuparme por cosas pendientes en el trabajo. En el verano me dan dos semanas de vacaciones pagadas y en el invierno otra semana más de vacaciones, también pagada Y cada día 25, me llega una suculenta cantidad de dinero que tú no posees para poder comprar las cosas que a ti te compran tus papás. Así que... bueno, prefiero trabajar que estudiar, ¿no?

De ahí nunca más me tocó el tema.

lunes, 5 de marzo de 2018

278. La Olimpiada: Capítulo 1


La olimpiada
Luchando por la vida

Un delincuente en Atenas,
y un emperador
que lo obliga a ir a las Olimpiadas
para que logre salvar su vida...
¿Podrá, finalmente, escabullirse
de las garras de la muerte?


– Capítulo 01 –

Corría el año 450 a. de C.. En la ciudad de Atenas, capital del Imperio Griego, corrían vientos de violencia. Trifulcas y peleas de suma gravedad. El causante: Constantine, uno de los delincuentes más buscados de la ciudad. Robaba cuanto y cuando podía. Era temido por los soldados griegos e incluso por el mismísimo Senado. Por eso, el emperador Alejandro quería que se pudriera en la cárcel. 

“Con que robe una o dos veces más – pensaba Constantine –, tendré lo suficiente como para escapar de este asqueroso imperio y no volver jamás. Con todo lo que he hecho, ya fue suficiente venganza”. 

“Si logro apresarlo y matarlo – pensaba Alejandro –, seré reconocido como héroe, y los dioses y el pueblo me honrarán por el resto de la historia. Y nunca más se sabrá de este fulano”. 

Un día, los soldados griegos logran dar con el paradero de Constantine, luego de que unos informantes indicaran que andaba en las andanzas nuevamente, en el extremo norte de la ciudad. Un gran contingente de soldados fueron en su búsqueda, con miedo en sus corazones. Y, ¡cómo no iban a tener miedo! Constantine había matado ya a muchísima gente y nadie se atrevía a hacerle frente, ni siquiera el peor delincuente. Pero, después de una ardua lucha e, instalándole una emboscada, logran apresarlo. 

Así pues, deciden llevarlo a la presencia del emperador Alejandro, quien, a esas horas, estaba cenando en el palacio. 

- ¡Oh, su majestad! – irrumpe uno de los siervos del emperador –. 
- ¿QUIÉN OSA INTERRUMPIRME CUANDO ESTOY COMIENDO? – grita Alejandro, muy enojado –. 
- Soy yo, su siervo, señor. Lo que pasa es que... 
- ¿Y SE PUEDE SABER – grita, enojado, parándose de su trono – QUÉ DIANTRES HACES AQUÍ? 
- Es... que... – con miedo – yo, yo, yo, yo... 
- ¡Habla de una vez, ¿quieres?! 
- Atraparon a Constantine, mi señor. 
- ¿Y qué me importa eso? Lo único que quiero es... – la expresión de Alejandro cambia drásticamente de enojo a felicidad - ¿Qué? ¿Es verdad lo que me dices, eso de que lo atraparon? 
- Sí, mi señor. Se lo juro. O sino dejo de llamarme Isidoro. 
- Pero tu nombre es Otis, no Isidoro. 
- ¿Ah sí? – se asusta –. Bueno, es que Isidoro es mi segundo nombre y... 
- – interrumpiendo – Otis, no es momento para que comiences con tus bromas. Eres mi sirviente, no mi payaso. Hazme el favor de traerme a ese inútil bueno para nada de manera inmediata. 
- Sí mi señor. 

Otis va en busca de Constantine. Cuando lo traen, entre 5 soldados, Alejandro lo mira de pies a cabeza, soltando una sonrisa burlesca. 

- Bien, bien, bien, Constantine – comienza a hablar el emperador, con una sonrisa de oreja a oreja –. Por fin te hemos atrapado maldito bastardo. Más de 100 robos, y una cantidad indeterminada de dinero robado… y para qué hablar de las decenas de muertos inocentes. Sus sangres están clamando desde el olimpo. ¿Y tú? ¿Ni siquiera muestras una pizca de arrepentimiento? 

Constantine, sentado, mirando hacia abajo y moviendo el pie de un lado para otro, no emite ninguna palabra. El emperador está atónito. 

- ¿Qué acaso estás sordo? ¡RESPONDE! 
- No – responde al fin Constantine, con una mirada desafiante e intimidante –. No lo estoy para nada. 
- No me das miedo Constantine – responde el emperador – Si yo fuera tú, pediría alguna clemencia… 
- ¿Crees que te temo, Alejandro? Más te vale que ni siquiera se te ocurra soltarme, porque tu vida se acaba aquí mismo. Eres muy valiente teniéndome amarrado y sujetado por tus soldados. Pero veamos qué tan valiente eres en un frente a frente tú y yo solos. No creas que lo he olvidado...

En un rápido movimiento, logra zafarse una mano y tomar por el cuello a Alejandro. 

- … ¡Eres un maldito cobarde Alejandro! ¡Vamos! ¡Suéltame y demuéstrame que no lo eres! ¿A qué esperas? – seguía gritando mientras no soltaba el cuello del emperador - ¡¡Aún no olvido que hayas matado a mi familia!! ¡¡Mi madre era inocente!! ¡¡Mi padre era inocente!! ¡¡Mi hermano era inocente!! Por los dioses... Créeme que gozaré mucho cuando logre acabar contigo, y esa será la dulce venganza de la que tendré el honor de recibir por parte de los dioses... ¡Ya lo verás!

Los soldados finalmente lograron sujetarlo y que soltara el cuello de Alejandro. Y el emperador se decía a sí mismo: “¿Qué hago con él?” 

Al fin, luego de varios minutos de silencio, en donde pasó la tensión vivida anteriormente, Alejandro habla de manera muy nerviosa. 

- Yo... yo lo sentencio a muerte. - luego recupera su cordura y agrega - No le tendré ninguna compasión a este hombre. Tus padres fueron unos mal nacidos que me hicieron la vida imposible, y tú bien sabes por qué. Serás decapitado al amanecer... a menos que a alguien se le ocurra una mejor idea. Mándenlo a prisión – luego, mirando a Constantine, dice: - Te llegó la hora de una vez. Que los dioses se apiaden de ti. 
- No no, Alejandro. Que yo me apiade de los dioses. Eso tenlo por seguro… y será mejor que te encomiendes a ellos mientras puedas, porque esto no quedará así – dicho eso, le escupe -. Y más te vale que tengas entre ceja y ceja a tu familia... ¡No te olvidarás nunca de mí, Alejandro! 

Los soldados golpean con firmeza a Constantine, pero ni se inmuta. Entre los mismos cinco soldados que lo habían llevado a ver al emperador, se va a su prisión en donde pasaría su última noche con vida. 

Una vez marchado el prisionero, Alejandro se sienta en donde estaba merendando y, tomándose la cabeza, decía: 

- ¿Qué haré con este engendro? ¿Será capaz de escaparse de la cárcel? 
- Mi señor – respondió Otis -. Tome este trozo de seda. Límpiese la cara del escupitajo que recibió.
- Oh, si...gracias Otis.
- Ya lo mandó a prisión y por la mañana será ejecutado a las afueras de la ciudad. Hizo lo correcto. Las fechorías de este hombre deben ser pagadas con muerte. Se lo merece por tanta crueldad. 
- Sí lo sé. Pero su mirada… su forma de hablar… el escupo… Este hombre es capaz de hacer cualquier cosa por escapar y cumplir su palabra. Mi vida corre peligro, y también la de mi familia… 
- No se amargue tanto mi señor. Ruegue a los dioses que le de sabiduría y protección para enfrentar esta situación. De todas formas, en mi humilde opinión, debería dejar custodiando la celda de Constantine durante toda la noche, para seguridad de usted, su familia, y de todos nosotros. 
- Tienes razón Otis – aseveró el emperador –. Manda a que custodien la celda toda la noche. Iré donde mi esposa y mi hija para ver que se encuentren bien. 

Dicho esto, Alejandro se va a su alcoba, mientras Constantine es encarcelado, a la espera de su ejecución por la mañana.

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Nota: recuerda que esta obra, compuesta de varios capítulos, tiene licencia y no puede ser plagiada. Más información en el apartado Licencia y condiciones de uso.
Nota: la imagen al principio de este escrito está tomada Guía de Grecia.

jueves, 1 de marzo de 2018

277. Los viajes de Panchito 12: Los Saltos del Petrohué



Siempre les he dicho que una de mis secciones favoritas es, justamente, Los viajes de Panchito, donde les relato diferentes lugares que he conocido a lo largo del tiempo tanto en Chile como en Argentina. Y, revisando las publicaciones de esta sección, me he percatado que el último lugar que les mostré fue hace casi 1 año, cuando hablamos de Caleta Lenga. Así que me dije a mí mismo: "Mí mismo, es hora de que hables de otro lugar que conozcas aquí en tu blog". Y bueno, el resultado es lo que estás leyendo ahora. ¿Tienes tu equipaje listo? ¿¡Qué!? ¿Otra vez no tienes tus maletas? Me iré sin ti entonces... ¿Ya las tienes? Pues vamos.

Los Saltos del Petrohué, ¿cómo llegar?

Wooo, del año 1998 :O
Recorrido Concepción - Petrohué
Hoy nos iremos lejos. Quizá sea uno de los lugares más lejanos de los que les hablaré en Viajando con Panchito hasta el momento, junto con Chile Chico. Nos iremos a Los Saltos del Petrohué, ubicados en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, en la región de Los Lagos. ¿Cómo llegar?

Si vienes del norte (en mi caso Concepción) debes viajar por la ruta 5, pasar Temuco, la bifurcación a Valdivia y, luego de pasar Osorno, salir de la carretera a la altura de Puerto Varas. De ahí, tomar la carretera que orilla el Lago Llanquihue hasta llegar a la localidad de Ensenada. De ahí, virar a la derecha para continuar por el camino hacia el Lago Todos los Santos. El camino es en su totalidad asfaltado y muy bien señalizado. En el mapa adjunto a la derecha se muestra el recorrido, con una pequeña variación pasando Osorno, usando la carretera por Puerto Octay y la ribera norte del Lago Llanquihue. Esta variante es hermosa y se puede pasar cerca del Volcán Osorno.

Al llegar a la entrada al Parque, se debe cancelar estacionamiento, que son $1.000 (actualizado a enero de 2018) y, en el Parque, cancelar otros $2000 por persona (niños creo que tienen otro valor) y si eres extranjero son $4.000 (actualizado a enero de 2018).

De ahí, si gustas, puedes avanzar unos 5 kilómetros por camino de ripio hasta el Lago Todos los Santos, donde puedes embarcarte a Peúlla y continuar tu camino a Argentina. Ese recorrido no lo he hecho, así que volvamos a Petrohué.


Accediendo al Parque

Una vez dentro, puedes recorrer tres hermosos senderos. Por tiempo, siempre nos íbamos directamente al sendero que conduce a los Saltos del Petrohué, pero en mis últimas vacaciones, pude recorrer el Sendero de Los Enamorados. Veamos todo esto por parte.

Los caminos están perfectamente señalizados. El sendero para llegar a los Saltos no es de más de 500 metros. Al llegar, podremos acceder a una pasarela que nos lleva a los Saltos para poder verlos de más cerca. El espectáculo es genial, teniendo como fondo el Volcán Osorno, como verán en las siguientes fotos de mis vacaciones de este año:






El Volcán Osorno en 1998
En mi opinión mera y absolutamente personal, no logro aceptar que las cosas hayan surgido de la nada. Estos hermosos espectáculos de la naturaleza revelan a un diseñador inteligente que ha creado todo esto.

Luego de poder observar con detenimiento los saltos y el volcán, puedes volver atrás en tu camino. Hay un boliche con bebestibles que, claro está, cuestan un ojo de la cara. Puedes tomar el Sendero de Los Enamorados que es más largo que el anterior camino, pero vale la pena el recorrido, porque es hermoso.

En el camino podremos encontrar una escalera que nos conducirá a una laguna. La laguna de los enamorados. Sencillamente hermoso.



Se recomienda ir temprano por la mañana (no sé a qué hora abren el parque. Yo fui por la tarde y lo cerraban a las 7. Puedes averiguar ese dato por tu cuenta) porque así no hay tanta afluencia de público y se puede disfrutar mejor. Si viajas al sur, los Saltos del Petrohué son una parada obligatoria. Se puede almorzar en Puerto Varas, que tiene una variada gastronomía, o también en Frutillar o Puerto Octay. En este último lugar recuerdo sus sabrosos jugos naturales.

El Lago Todos los Santos y el Volcán Osorno

Imagen satelital del Volcán Osorno, los Saltos del Petrohué y el Lago Todos los Santos
 
Como mencioné anteriormente, se puede llegar en sólo 5km de camino de ripio (actualizado 09.09.2021: Está pavimentado) al Lago Todos los Santos, donde se puede ver un paisaje maravilloso y muy hermoso. Les dejo alguna fotos de ese lugar.






Y así estamos terminando una nueva edición de Los viajes de Panchito. Espero que les haya gustado y nos vemos en una nueva entrega, aquí, Donde Panchito. Hasta entonces.
 

lunes, 26 de febrero de 2018

276. Top Five de Donde Panchito


¡Vaya! Ya se nos está yendo el segundo mes de este año y hasta el momento esta 13ra temporada ha sido bien movida. Espero que tenga el mismo éxito que la temporada pasada.

Hoy regresa la sección algo olvidada Top five de "Donde Panchito". En esta oportunidad, le mostraré 5 artículos que, aunque no son los más leídos de mi blog, considero que deben leerlos porque son buenos. Antes, eso sí, igual les haré una mención de los artículos más leídos durante los últimos 30 días. Son los siguientes:

Artículo 185: Operación Panchito, parte 1
  1. 273. La Mochila (114 visitas)
  2. 274. Noticias Panchito 14 (74 visitas)
  3. 051. ¿Es "Don Quijote de la Macha" una obra clásica? (70 visitas)
  4. 185. Operación Panchito, parte 1 (64 visitas)
  5. 179. Experiencias de un simple cajero 5 (61 visitas)

Pues bien, estos son los artículos que les recomiendo que lean:
  1. 248. El botiquín (Temporada 12): A mi esposa lo atajan los carabineros para un control rutinario. ¿Qué tiene que ver un botiquín en todo esto? No te pierdas este pequeño artículo.
  2. 198. Blanco, blanco, blanco (Temporada 9): A una vecina le pasó una chistosa experiencia con un detergente y el inspector incógnito. Entérate en este artículo del año 2014.
  3. 120. El cambio climático, prueba del calentamiento global (Temporada 5): El cambio climático es una realidad, por muy ciegos que nos hagamos. Apropósito: en esta temporada tocaremos nuevamente este tema, así que atentos.
  4. 087. Cruce donde quiera... bajo su responsabilidad (Temporada 4): Una mirada a la conducta irresponsable de los peatones al cruzar una calle.
  5. 012. El chascarrillo del tonel (Temporada 3): Este artículo no merece un resumen. Es un vídeo. Sólo tienes que verlo.
Espero que puedan leerlos porque son muy buenos. A todo esto, ¿saben cuáles son los tres artículos más leídos en toda la historia de este blog? Son estos:
  1. 079. El misterioso número 241543903 (16.422 visitas)
  2. 156. ¿Cómo obtuve mi licencia de conducir? (7.034 visitas)
  3. 181. Sobreviviendo en una sociedad sin respeto (4.541 visitas)
¡Gracias por leerme y hacer de este blog un lugar para todos! Nos vemos :D

viernes, 23 de febrero de 2018

275. Series de televisión 15: Maravillozoo


¡Hola! Continuamos en la temporada número 13 de Donde Panchito. Seguramente todos ustedes quienes me leen deben tener sus programas de televisión favoritos que veían cuando eran niños. No sé de dónde me leen, pero es muy probable que sea así como les digo. Acá en Chile no es la excepción. Yo, personalmente, tengo muchos recuerdos de mi niñez cuando hablo de ciertos programas de televisión o series de TV. Hace un tiempo les hablé de El Conde de Pátula, pero puedes leer todos los artículos de la sección Series de televisión y así, quizá, veas tu programa favorito en la lista.
Aquí va la descripción personalizada de la entrada que queremos mostrar y que sólo se verá en la portada del blog. Puedes repetir un fragmento de la entrada o agregar una descripción completamente nueva; ésta sólo será visible cuando la entrada esté resumida, una vez que el lector ingrese a la entrada esta descripción no se visualizará.
Hoy les hablaré de un programa que se emitía a finales de los años 90, y que no solamente era entretenido, sino que también me enseñó mucho durante esas geniales noches de día viernes. Hablo del programa Maravillozoo.


Programas de calidad para disfrutar en familia


Maravillozoo (no es que me equivoque en escribirlo. Así se llama el programa, haciendo alusión a la ZOOlogía) fue un programa de televisión transmitido en Canal 13, acá en Chile, entre los años 1995 y 2002. La idea del programa era aprender del reino animal mediante preguntas con alternativas. Constaba de un animador (Javier Miranda), y el experto en zoología, Iván Arenas (conocido como el Profesor Rossa). Las preguntas debían ser respondidas por cuatro panelistas. Por cada respuesta correcta, ganaban un Jumbito (Elefante de peluche) y el que juntaba más Jumbitos ganaba al final de programa. 

Por medio de este programa uno podía realmente disfrutar de la televisión en familia. Como era en día viernes a las 22 horas, no había problema de quedarse hasta tarde, puesto que al otro día podía levantarme más tarde porque no tenía clases. El programa de descontinuó en 2002, cuando el canal decidió reemplazar los programas de entretenimiento y educación por los de espectáculos, apareciendo así los programas de farándula y demás porquería que hasta el día de hoy se ve.

Les dejo el vídeo con uno de los episodios del programa y que, teniendo mucho que ver con la temática del programa, tenía por tema de introducción una melodía llamada El Carnaval de los animales, del compositor francés Camille Saint-Saëns. Disfrútenlo.


¿Habías oído de este programa? ¿Qué opinas de la televisión de ahora? Conversemos en los comentarios. Recuerda que todo comentario me es importante, y es respondido a la brevedad. ¡Nos vemos en un siguiente artículo! :D