468. Cambio de horario


Amo el horario de verano. Ver que, conforme nos vamos acercando a diciembre, el sol se pone más tarde me pone feliz. En invierno es deprimente que, a las 18 horas, ya está casi oscuro. En el verano puedes andar hasta tarde porque el sol está ahí, listo para darnos su luz. Pero, claro, esto es una opinión personal: es mi gusto. A mí me gusta este horario. Y a muchos más también. Pero muchos lo detestan, y prefieren el horario de invierno. Cada uno tiene sus razones para gustarle uno u otro horario, y sus razones son totalmente válidas. En gustos no hay nada escrito.

Cada vez que hay un cambio de horario en Chile (en abril y septiembre) sale a la palestra el temita de si realmente es necesario cambiar el horario dos veces al año. Algunos están a favor porque se ahorra energía. Otros están en contra porque produce cambios en el cuerpo producto del desfase de la hora.

La semana pasada, cuando cambió el horario, me pasó algo que nunca me había sucedido. Y siento que es porque la edad ya comienza de a poco a pasar la cuenta. Cambiamos el horario con mi Eve a nuestros relojes y, claro, al adelantar una hora, se duerme menos. A la mañana siguiente, y durante todo el día domingo, anduve super mal. Sueño, dolor de cabeza, un poco de mareo... fue un día de mugre en ese aspecto. De hecho, en la tarde sólo dormimos... no hicimos nada más. Sentí por primera vez el peso del cambio de horario. Y pude entender, en parte, a quienes tienen este problema cada vez que se cambia el horario, ya sea para atrasar o adelantar una hora.

Es cierto que, a estas alturas, parece una chacota esto de cambiar la hora dos veces al año. ¿Sería hora quizá de mantener un huso horario fijo durante todo el año? Es una buena opción. Así que me puse a pensar, ¿qué sucedería si nos quedáramos con el horario de invierno, que es el huso horario −4? No es muy difícil hacer el ejercicio.

La ventaja sería que no tendríamos que cambiar la hora siempre. Claro, en el verano se oscurecería más temprano, a eso de las 20:15 hrs. acá donde vivo. Eso, a mi gusto, no me agrada. Más, considerando lo que sucede al amanecer. Si con el horario de verano (huso horario −3) amanece a eso de las 6:30 hrs. a finales de diciembre, con el horario de invierno amanecería a las 5:30 hrs. Y eso, para mí, y en especial para mi esposa, sería terrible. Nuestro dormitorio da justo hacia la salida del sol. A esa hora, por muchas cortinas que tengamos, nos dará el sol en la cama, y el cuerpo asimilará que amaneció, y despertaremos. ¿A las 5:30 de la mañana?

Al tener un huso horario como el −4, amanecería y atardecería más temprano

Pero, ojo, que el huso −4 no es el que nos corresponde acá en Chile. Si uno mira el planeta según su división de husos horarios, nosotros tenemos el −5. Es decir, deberíamos atrasar otra hora más. En verano oscurecería a las 19:15 hrs., y amanecería... ¡A las 4:30 de la mañana! Y mientras más al sur estemos, más temprano amanecería. En Punta Arenas, por ejemplo, amanecería a las 3:13 de la mañana. Una locura.

Según el mapa de husos horarios, a Chile le corresponde el −5

¿Cómo lo harán quienes viven en los extremos del planeta, ya sea en el norte o en el sur? Hay ciudades donde por meses el sol no aparece en invierno, y el sol no se pone en verano. La gente se acostumbra a vivir así. ¿No nos faltará eso a nosotros? Acostumbrarnos al horario que, naturalmente, nos corresponde, y hacer nuestra vida de acuerdo a ese horario. Quizá flexibilizar los horarios de trabajo y clases de acuerdo al sol... no lo sé. Pero es obvio que hay que pensar en si realmente es necesario mantener el cambio de horario.

Hace unos años se decidió mantener el horario de verano todo el año, y fue terrible. En invierno amanecía después de las 9 de la mañana y todos andábamos con sueño. Se agradecían las tardes más largas, pero... ¿despertar aun de noche? Por eso creo que hay que intentar buscar un equilibrio entre el aprovechar la luz del sol al máximo y cuidar nuestro cuerpo, ya sea física o mentalmente.

¿Y a ti? ¿Qué horario te gusta más? ¿Tienes alguna idea de solucionar esta situación? Conversemos en los comentarios. ¡Saludos a todos!
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Procedencia de la foto de husos horarios:
Huso horario - Wikipedia, la enciclopedia libre

Más información:

467. Cuando sientes que ya no das más


¿Cómo saber cuándo es tiempo de parar? ¿Cómo saber que es momento de tomar una pausa y pensar en cómo llevas tu vida? ¿Es trabajar y trabajar el único motivo por el que debo vivir? ¿Hay algo más que simplemente sacarme la mugre para llevar el sustento a mi hogar? Preguntas como éstas creo que todo el mundo debe hacerse de vez en cuando. La cuestión es: ¿En qué momento de nuestra agitada y apresurada vida hay que detenerse y meditar?

En esa encrucijada estaba yo hasta hace unos meses. Hasta entonces llevaba una vida que, para la gran mayoría, es normal. Una esposa, una hija, un trabajo... subsistir, estar en familia, salir a pasear, descansar... adorar a Dios, tener ratos libres... una vida común y corriente. Pero, lo que muchas veces sucede, es que tu vida puede transformarse sin que te des cuenta, en una rutina: una pesada, aburrida y triste rutina. Y no hablo de mi familia: me gusta estar con mis chicas y hacer cosas juntos. Y tampoco hablo de adorar a Dios, que eso lo disfruto muchísimo. Hablo del resto: y cuando hablo del resto, hablo de cómo gasto mi tiempo en traer el sustento a mi hogar.

Me gusta mi trabajo. Amo viajar. Es sentir una libertad que no todos los trabajos te dan. Disfruto haciendo lo que hago. Siento que mi trabajo (repartir insumos médicos) es un trabajo con sentido: que aporto mi granito de arena en que la gente se recupere. Pero, llega un punto en que ya no das más. Y tu cuerpo y tu mente lo saben. Y te comienzan a avisar cuando es momento de parar.

Sé que es importante trabajar. Mas también sé que es importante descansar. Es cosa de poner las cosas en su lugar, y en su debida perspectiva. ¿Tiene uno la capacidad de darse cuenta de que ha pasado del "trabajo para vivir" al "vivo para trabajar"? ¿Me doy cuenta de que he pasado ese límite? Y, si me percato de ello, ¿hago algo para cambiarlo? La rutina claramente afecta tu capacidad de darte cuenta de que debes detenerte. Y a mí me estaba pasando eso: trabajaba y trabajaba. No era un trabajador empedernido. Pero sí tenía largos turnos de trabajo (de hasta 15 horas) viajando de aquí para allá entregando aquellos insumos.

Pero ¿es que vale la pena tanto esfuerzo? ¿Vale la pena el dinero que recibes a cambio de levantarte a las 5 de la mañana y volver a casa a las 10 de la noche? ¿Vale tanto el dinero, a tal punto de que estás dispuesto a sacrificar tiempo y descanso con tal de obtenerlo? ¿Y mi familia? ¿Valdrá menos que mi sueldo? ¿Y Dios? ¿Dónde dejo a Dios en todo esto? Todas estas preguntas que he formulado en este artículo las creé mientras pensaba y pensaba en si realmente todo lo mencionado valía de algo.

Y es que, cuando te sientas y, con calma, meditas en todo esto, comienzas a abrir los ojos. Y te das cuenta de que el tiempo pasa: la vida corre. Y tu hija crece. Y tú te pones más y más viejo. ¿Y qué he hecho con mi juventud? ¿Dónde está el tiempo que debí gastar en cosas de mayor importancia? No es que quiera dejar de trabajar: es que hay que buscar el equilibrio que justamente te ayude a trabajar para vivir, y no vivir para trabajar.

Y tu mente y tu cuerpo te lo hacen saber: andas cansado todo el día, te duele el cuerpo, tienes jaquecas, te estresas, te irritas, te frustras con facilidad. Y, cuando pasa eso, decides parar. Decides darte un tiempo para ti y los tuyos. Y eso hice: tomé una consulta con una psiquiatra que me dio muchos tips para hacer frente a todo esto. Y, en mayo pasado, estuve 20 días con licencia, descansando en casa. ¡Y vaya que mejoré! Mi ánimo y humor mejoró, no anduve cansado, ni con sueño ni con dolores. Disfruté mi tiempo haciendo cosas que me gustan, estando con mi familia y adorando a Dios. Volví a llenar mi alma con cosas lindas y con mucha paz. Y eso se notaba en mi semblante. Comencé a ir con calma, sin que nadie me apurara.

Pensé mucho en lo que volvería a hacer una vez que se acabara mi licencia. ¿Volver a la misma rutina? Quizá ya era tiempo de intentar otra cosa. Buscar otra forma de subsistir y mantener a los míos. Cuando uno hace las cosas con la motivación correcta, Dios ayuda. Sentía que era el momento en el que debo demostrar que confío en Dios, y dejar todo en manos de Él. Total, en toda mi vida, jamás me ha dejado. Y no iba a hacer esta la excepción.

Y sí: una vez que volví a trabajar, renuncié.

¿Me costó? Claro que sí. Trabajar 6 años era como para no dejarlo así como así. Pero lo hice. Lo hice a finales de mayo y hoy, 31 de agosto, fue mi último día en ese trabajo. ¿Lo echaré de menos? Por supuesto. ¿Será fácil lo que se viene? No lo sé, pero digamos que mi vida ahora se pondrá más... interesante.

No sé cómo será todo de aquí en adelante. Con mi Eve tenemos un plan que confiamos en que nos resultará. Lo que sí sé es que ya era la hora de poner todas las cosas en su lugar, y comenzar a ir por la vida tranquilo, a mi ritmo, con mi familia, con mi Dios...

Sí: definitivamente era hora de ser realmente feliz.

465. ¿Qué estamos haciendo con nuestras vidas?


Hace unas semanas fallecieron dos personas muy queridas para mí, que marcaron varios años de mi vida. Al margen de lo triste del momento, todo lo vivido en esos días me llevó inevitablemente a una pregunta que todos deberíamos hacernos de vez en cuando: ¿qué estamos haciendo con nuestra vida?

No es fácil pensar en la muerte. De hecho, solemos evitarla como si nunca fuera a alcanzarnos, aunque sabemos que es lo único seguro que tenemos desde que nacimos. No se trata de obsesionarse con la idea, sino de recordar que el tiempo es limitado y preguntarnos si lo estamos usando en lo que realmente importa.

En el funeral de estas dos personas, cuyos discursos escuché por Zoom, no dejaba de pensar: "¿Qué hago yo con mi vida? ¿La estoy usando bien?". Y ahí me di cuenta de algo: amo vivir. Y creo que todos compartimos ese deseo de querer vivir para siempre. Esa chispa en nosotros nos recuerda que la vida es un regalo, y que vale la pena vivirla de la mejor manera posible.

El problema es que muchas veces corremos de un lado a otro, persiguiendo metas que, aunque importantes, no siempre llenan el corazón: dinero, fama, prestigio, placeres. No digo que esté mal tener sueños o disfrutar de cosas buenas como viajar o alcanzar un logro personal. El punto es el orden en que ponemos las prioridades. Porque al final, ¿qué vale más: tener éxito externo o tener una familia unida, buenos amigos y una relación profunda con Dios y con uno mismo?

La vida está hecha de momentos sencillos que no vuelven: una conversación con tu hijo, un abrazo sincero, una risa compartida con amigos, una oración en silencio. ¿De qué sirve acumular riquezas o reconocimientos si al final no tenemos tiempo para disfrutar de lo esencial?

La muerte nos recuerda que todos llegaremos al mismo destino. Y cuando eso ocurra, lo que quedará será la huella que dejamos en otros. No en cuántas cosas conseguimos, sino en cómo amamos, cómo acompañamos y cómo hicimos sentir a quienes caminaron con nosotros.

Por eso me lo pregunto con sinceridad: ¿cómo me recordarán el día que ya no esté? ¿Como alguien que corrió tras lo superficial, o como alguien que supo estar cerca de su familia, de sus amigos y de Dios?

Yo elijo vivir mi vida con calma. Trabajo, sí, porque es necesario. Pero también disfruto de mi esposa, de mi hija, de mis amigos, y de mi relación con Dios. Porque, de nada sirve ganar el mundo entero si al final se pierde lo más valioso.

Vale la pena detenerse un momento y preguntarse: ¿qué estamos haciendo con nuestra vida?

464. Viajando con Panchito y Evelyn 19: Talcamávida


Es hora de una nueva entrega de una de mis secciones que más me gustan: Viajando con Panchito y Evelyn. De hace tiempo que no escribo un artículo sobre mis viajes, y en esta ocasión quiero hablarles sobre un hermoso pueblo que queda aproximadamente a 1 hora de Concepción. Visitemos la localidad de Talcamávida.

Conociendo Talcamávida en nuestro aniversario


¿Se acuerda que, hace algún tiempo, les relaté sobre Quilacoya? Pues bien, después de ese pueblo, siguiendo el mismo camino, llegarás a Talcamávida. Claro, también se puede llegar en tren, utilizando el servicio "Corto del Laja" (actualmente "Tren Talcahuano - Laja"), bajándote en la estación homónima del pueblo.

Talcamávida (cuyo nombre significa "Montaña del trueno") está ubicada en la comuna de Hualqui, a 49 kilómetros de Concepción, siguiente la ruta Q-60-O hacia el sur de la provincia de Concepción. Es un lindo pueblo de unos 1000 habitantes. Con mi Eve fuimos para allá a quedarnos un fin de semana (estábamos cumpliendo 1 añito de casados) en unas cabañas que quedaban cerca del río Biobío.
Es un lugar muy tranquilo y campestre, ideal para desconectarse del ajetreo de la ciudad. Estuvimos allí 3 días. ¿Qué cosas conocimos de Talcamávida?

Lugares de interés


Plano de Talcamávida. El camino en rojo es la Ruta Q-60-O, que une Cabrero con Concepción por Yumbel y Rere.

En este artículo les contaré sobre los lugares que nosotros visitamos en aquella ocasión. Claro, hay muchos más, que pueden conocer ustedes mismos al visitar Talcamávida. (Más información en el artículo "Talcamávida" de Wikipedia).
  • Plaza de Armas: visitamos la plaza el sábado por la mañana y, la verdad, había su movimiento. En una de las calles aledañas se instala una feria donde venden sus productos varios locatarios y agricultores. La plaza la sentí como si la hubieran renovado no hace mucho. Es hermosa. Tiene muchos árboles y está muy bien cuidada.





  • Laguna Rayencura: ubicada en la zona oeste del pueblo, entrando a Talcamávida desde Unihue. Recuerdo cuando chico ir varias veces desde Quilacoya a esta laguna para refrescarme en las calurosas tardes de verano. Para cuando fuimos en nuestro aniversario, lamentablemente nos percatamos que estaba algo mal cuidada. En realidad, nunca hallamos una entrada para poder ver la laguna en todo su esplendor. Sólo accedimos a un trozo pequeño de playa por un camino de ripio junto a la posta del pueblo. Esa semana había llovido así que había un poco de barro. Igual admiramos algo de esta laguna.


  • Estación de tren: el tren es algo muy importante y está ligado a Talcamávida, al igual que para Quilacoya. La estación queda en el sur del pueblo, cerca de la plaza. Recorrimos sus antiguos trenes, que están oxidándose frente al paso del tiempo. Es un bonito lugar como para recordar años gloriosos del ferrocarril. Cuando chico viajé mucho en tren para ir a esos lugares en verano y, la verdad, me dio mucha nostalgia ver los trenes abandonados a su suerte.






Además, existe el fuerte de Talcamávida, que no pudimos ir a ver en esa ocasión.

Un pueblo lindo para visitar


El pueblo conta con bomberos, posta, colegio, registro civil, carabineros y varios locales de comida. Ten en cuenta que algunos negocios sólo aceptan efectivo. No hay bencinera en Talcamávida. El más cercano está en Hualqui. En nuestra visita comimos sushi (contaba con reparto a domicilio y nos llegó a la cabaña), y pudimos comprar cosas para comer en la cabaña en uno de los negocios del pueblo.

Talcamávida es un lugar muy bonito y con varios atractivos que valen la pena visitar. Si me permiten darles una sugerencia, vayan en tren. Hay varias salidas diarias desde Talcahuano, Concepción y Hualqui y la vista al río Biobío es espectacular.

Ese ha sido un nuevo artículo de "Viajando con Panchito y Eve". Esperamos que les haya gustado. ¡Hasta el siguiente artículo!

463. ¿Por qué la gente es tan sucia?

Este artículo formó parte del "Tema de portada" de abril y mayo de 2025

¿Te has preguntado alguna vez por qué la gente es tan sucia? Y no hablo de que no se duchen ni se aseen a modo personal. Hablo de la manía de botar basura en la vía pública. A lo largo de los años en los que he escrito en este blog, varias veces he tocado el tema de cómo la gente. ¿Será la crianza? ¿Será la cultura? ¿Será pura flojera?

Es un tema interesante de tocar, puesto que donde yo vivo hay mucha gente que acostumbra a botar la basura en la calle, en sitios eriazos, sin importar la limpieza de su entorno. Antes de casarme, vivía en casa de mis padres, que quedaba en la esquina de dos calles. Desde que tengo uso de razón que recuerdo basura en el poste de aquella esquina. No importa cuántos letreros pusiera la municipalidad prohibiendo el botar basura: siempre había allí escombros, basura... hasta sillones y refrigeradores en mal estado tiraban en ese lugar.

Me daba rabia: era tanta la indiferencia de la gente que, minutos después de que pasaba un camión a recolectar lo que esta gente desechaba, ya iban de nuevo a botar más porquerías. Nunca hubo un miserable día en que esa esquina estuviera limpia. Y, como no, mis padres también se molestaban. Mi padre en un principio salía a increpar a los sucios. Dejó de hacer luego de que, al encarar a un tipo que había ido en una camioneta a botar desperdicios, justo en esa noche apedrearon la casa. ¿Coincidencia? No lo creo.

Creo firmemente en que el problema de la suciedad en las calles será de nunca acabar mientras los seres humanos gobernemos en este planeta. Al ser humano (en general) no le interesa su entorno. Es egoísta: sólo piensa en sus propios intereses. ¿Cuántas empresas contaminan a destajo sin importar el daño que provocan? Es lo mismo que ese vecino que ensucia la esquina de su pasaje, pero a mayor escala.

Por lo menos quedo con mi conciencia tranquila de que YO hago algo por mantener el frontis de mi casa limpio, por botar la basura donde corresponde, y por inculcar esos valores en mi hija. Como me dijo un buen amigo tiempo atrás: la limpieza de la casa habla de quien la habita. Y eso aplica a toda esfera de la vida: la casa, la vecindad, la ciudad... el planeta. Ahí se las dejo...

462. El concierto de Camilo Sesto


Ha pasado más de un mes desde que, en este mismo lugar, les había comentado que entrábamos en receso por algunos meses. El receso continúa; de hecho, no hemos subido absolutamente nada a nuestro podcast y canal de YouTube. Pero echaba de menos escribir aquí, así que decidí desempolvar un artículo que tenía en borrador hace muchos años y, finalmente, terminarlo.

En el año 2019 les pude relatar, en este mismo lugar, uno de los pocos conciertos a los cuales he ido: el del pianista argentino Raúl Di Blasio, que dio en el teatro de la Universidad de Concepción. Fue un concierto inolvidable, donde escuché buena música y disfruté de la amena conversación que Raúl tenía con nosotros, su público. Pero este no ha sido el único concierto al cual he ido en mi vida. También les relaté el de 31 minutos, que dieron un año antes acá mismo en Concepción. Hoy, eso sí, les hablaré de un concierto que jamás en mi vida pensé que iba a asistir... para ello hay que remontarse al año 2008, año en que Camilo Sesto se presentó en Chile.

Yendo a mi primer concierto

La verdad es que ni siquiera recuerdo cómo obtuve la entrada para ver a uno de los cantautores hispanos más importantes del siglo XX. (Actualización 23.07.25: Mi madre, luego de leer el artículo, me indicó que ella compró mi entrada. Linda mi mami 😍) De hecho, lo mejor de todo es que ni siquiera tuve que viajar a Santiago a verlo (ya que la mayoría de los cantantes cuando vienen a Chile se presentan en Santiago o en Viña del Mar para el festival). Camilo Sesto vino acá donde vivo: a Hualpén. Sí: no es un error. Estuvo en la comuna de Hualpén. Y, en este concierto, pasaron varias cosas, cosas que intentaré recordar y comentarles en las siguientes líneas, incluyendo cómo terminé al lado del vehículo de Camilo, y él saludándome (o eso creo).

Ticket de entrada al concierto

El concierto fue el 23 de mayo de 2008 a eso de las 21 horas. Llegamos con bastante tiempo de anticipación y había su fila para entrar. En total fuimos más de 3000 personas (sí: no fue mucha gente, pero estaba repleto el SurActivo, lugar donde se presentó Camilo). Luego de entrar nos ubicamos a unos cuántos metros del escenario. Para mí era toda una experiencia nueva. Nunca había asistido a un concierto así que mis expectativas eran más bien altas... o en realidad deseaba pasar un buen rato y disfrutar de vivir algo diferente.

Mi mamá estaba refeliz. Siempre le ha gustado Camilo Sesto, y en su casa tiene aún algunos LP de él, aunque no puede escucharlos porque el tocadiscos está malo. Gracias a ella comencé a escuchar las canciones de este cantautor español. A mis hermanos también les gusta, y hasta el día de hoy comentamos, de vez en cuando, alguna noticia o algún videíllo de Camilo que pillamos en YouTube.

Viviendo el concierto

Al concierto fuimos mis hermanos, mi madre, la novia de uno de mis hermanos (actualmente su esposa) y yo. No recuerdo cuánto duró el concierto, pero lo disfruté mucho. La gente coreaba sus canciones (mi madre también) y, a pesar de que para ese año Camilo ya no cantaba como antaño, lo hizo bien para su edad y la cantidad de tiempo que llevaba de carrera.

De las canciones que recuerdo que cantó estuvieron "Amor mío: ¿qué me has hecho?", "Samba", "Tarde o temprano", "Algo de mí", "El amor de mi vida", y muchas otras. Con mi celular grabé un miserable vídeo de 5 segundos de la canción "Samba", pero comprenderán que el celular que tenía en ese entonces tenía una patética calidad de vídeo, así que ni me dignaré a subirlo aquí. Eso sí, les dejo un vídeo de un tercero con la canción "Donde estés, con quien estés", grabado en una excelente calidad (?).


Además, aquí tengo algunas fotos de ese día, tomadas por una cámara NICON que, de hecho, aún tengo en casa. La calidad no es la mejor, incluso intentando mejorarla en el PC:







A la caza de Camilo

La cosa se puso más entretenida una vez que terminó el concierto. Nos sacamos algunas fotos con el escenario de fondo. Si mal no recuerdo, mi hermano Andrés nos sugirió ir a espera a Camilo al estacionamiento trasero del local a ver si podíamos pillarnos con el artista cuando saliera para irse al hotel, que no quedaba muy lejos de allí. Nos pareció una genial idea así que, mis hermanos y yo, partimos a esperarlo.

Claro... era obvio que no íbamos a ser los únicos en tener esa idea. Cuando llegamos atrás la cantidad de personas (casi todas mujeres) era increíble. Todos estaban esperando a Camilo para una foto, un autógrafo o un saludo... lo que fuera. Andrés logró llegar a la puerta de acceso al SurActivo, por donde saldría Camilo, y yo me puse al lado del vehículo que trasladaría a Camilo al hotel.

Yo, al lado del vehículo donde Camilo volvería al hotel
(omitan mi juventud por favor XD)

No sé cuánto tiempo pasó entre que llegamos allí y apareció Camilo. Pero, cuando lo hizo, quedó la santa escoba. Los guardaespaldas y carabineros intentando contener a la gente, las mujeres gritando como locas y Andrés que logra inmortalizar el momento en esta foto:

Camilo Sesto saliendo del centro de eventos


Yo, por mi parte, estaba apretado entre el vehículo y el tumulto de gente que estaba allí. Camilo se sube al vehículo por el lado contrario donde estaba yo, pero al subir se movió y quedó justo en la ventanilla donde podía verlo y saludarlo. "¡Camilo! ¡Camilo!", le grité. Miró e hizo un saludo con sus manos. Luego de ello un guardaespaldas jetón me empujó a un lado y el vehículo se fue. Muchas se fueron corriendo detrás hasta que desapareció en la calle. El griterío continuó unos segundos y, de ahí, todo volvió a la tranquilidad.

¿Me habrá saludado a mí? Quizás. Quiero pensar eso. Fue un momento muy loco que, hasta el día de hoy, recuerdo con mucha nostalgia y risa.


Un detalle curioso: mi madre, junto con mi cuñada, pasaron por detrás de una persona que estaba siento entrevistada para un medio de comunicación. Al día siguiente aparecieron en el vídeo que les dejo. Aparecen específicamente en el segundo 13. Mi cuñada va con un gorro rosado, y mi madre va a su lado.


El crítico de espectáculos siendo entrevistado. Al lado del camarógrafo, de gorro rosado, mi cuñada

De este concierto ha pasado ya más de 17 años. Camilo murió en 2019, y dejó un tremendo legado de muchas canciones hermosas para escuchar y, por qué no, dedicar. Y también dejó atrás cientos de conciertos que dio por todo el mundo. Y puedo decir que yo, Panchito, tuvo el placer de asistir a uno de ellos.
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461. Transición

Yo, cuando joven, al iniciar mi más grande proyecto

¡Cómo ha pasado el tiempo amigos! Ya son casi 20 años con este proyecto llamado "Donde Panchito" y, como siempre les digo, estoy muy feliz por todo lo logrado. Sin embargo, quiero contarles algo. Porque todo lo que están viendo ahora va a pasar por una transición muy importante. Me atrevería a decirles que es el cambio más grande de "Donde Panchito" en años.

Volviendo a los inicios de "Donde Panchito"

No sé cuántos de los que actualmente me leen conocen cómo comencé a construir lo que hoy ves aquí. Todos los detalles están en la sección "Historia", en el menú superior. Pero, en un breve resumen, en mayo del año 2006 creé en el antiguo servidor web "Googlepages" un intento de sitio web (porque cuando comencé lo que tenía ni siquiera podía catalogarse como sitio web) llamado "Panchito On Line". Les dejo una imagen de cómo era en ese entonces:

La única imagen de mi extinto sitio web

La cosa es que eso era al principio: un sitio web. Conforme fui avanzando el tiempo lo fui amononando hasta tener algo más decente, como lo que ves en la foto. Debo reconocer, eso sí, que ahora me da mucha vergüenza esa cabecera donde salen fotos mías de cuando tenía 17 años (o menos... me atrevería que tenía unos 15). En fin: era lo que había, y así comenzó todo.

Luego de más de un año (con un paso exprés por "página web gratis"), abrí el blog "Donde Panchito" como continuación del sitio web. Y durante estos años se fueron agregando más cosas, como nuestro Instagram, el canal de YouTube, el Podcast, y mucho más. Sin embargo, siempre quedó dando vueltas esa idea de que "Donde Panchito" fuera un sitio web, y no sólo un blog más.

"Donde Panchito" entra en receso

Amigos: este es el último artículo que escribiremos, tanto Eve como yo, por ahora. Se vienen meses muy movidos, no sólo en "Donde Panchito", sino como familia y matrimonio. No se preocupen: todos los detalles los sabrán a su debido momento. Y no: no cerraremos "Donde Panchito". Sólo estaremos en receso durante unos meses hasta tener todo ok para nuestro regreso.

Pronto iniciaremos otro proyecto como matrimonio

Durante este tiempo, seguiremos atentos a sus comentarios en el blog e intentaremos subir contenido a nuestro podcast y canal de YouTube. Ojo: lo intentaremos. No es nada seguro. Pero esperamos que todo lo que se viene ahora sea para mejor en todo sentido. Creemos que así será, y deseamos que ustedes también sientan lo mismo cuando sepan de qué les hablamos.

¡Gracias por estar aquí! Hoy llegamos a la barrera de las 645.000 visitas. ¡Todo un logro! Sin ustedes, este proyecto hace años habría quedado en el olvido. ¡Volveremos pronto! ¡Se los prometemos!

460. ¡Estamos de aniversario!

Mi antiguo sitio web, en julio de 2007

Queridos amigos y lectores de "Donde Panchito":

Hoy es 16 de mayo de 2025. Un día muy especial para este pequeño rincón en el gran internet. Un día como hoy, hace ya 19 años, nacía "Panchito On Line", el precursor de "Donde Panchito". Han pasado ya casi dos décadas dedicado a esto. Y me siento muy orgulloso por lo que he construido, tanto solo como con mi esposa Eve.

¿Cómo olvidar el día en que decidí iniciar esta aventura? Luego de varios meses trabajando en casa de uno de mis tíos (ya que no teníamos internet en casa en ese entonces), con un computador Windows 98 (sí, tal como lees: esto lo inicié con Windows 98) que era increíblemente lento, finalmente a las 3 de la tarde de ese 16 de mayo de 2006, publiqué la primera versión de "Panchito On Line".

"Donde Panchito" en el año 2009

Estéticamente hablando era una porquería. No tengo fotos de los inicios de "Panchito On Line", y deben darle gracias a Dios por ser así, porque de verdad era feo. Recuerdo que era una miserable página negra, con un menú en tono más claro. Sólo tenía una página de bienvenida... y era. Sí: estéticamente era patético. Pero, a pesar de eso, sentía que era el inicio de algo grande. Y, si bien es cierto, lo que ves no es grande, sí supera con creces las expectativas más grandes que tuve con respecto a este proyecto.

El camino ha sido largo: y muchos han estado a mi lado ayudándome a crecer. Andrés, mi hermano, me ayudó mucho al darme las ganas de iniciar esto hace ya 25 años, cuando creó el abandonado sitio Supersitio. Mis excompañeros de la media, quienes comentaban con ganas en mi libro de visitas y leían con carcajadas las famosas "Frases de oro". Mi familia, quienes siempre me leían y me daban sugerencias para escribir. Y mis amigos, quienes me apoyaron, en especial cuando creé mi podcast en el 2020, en la peor época de mi vida.

Pero, sobre todo, le quiero dar las gracias a mi esposa Evelyn. Su entusiasmo, sus ideas y el apoyo que me ha dado para construir el blog, el podcast y el canal de YouTube me contagian a tal punto de continuar sin desfallecer. Amo hacer este proyecto con ella, y lo disfruto mucho porque pasamos tiempo como pareja en algo que nos une. ¡Gracias, amor! ¡Te amo mucho!

Con mi Eve trabajado para "Donde Panchito"

Ya son 19 años... comencé con esto cuando tenía 16 años. Hoy, con 35 años, con una familia compuesta (e hija incluida), sólo me queda darles las gracias a ustedes, nuestros fieles lectores, oidores y televidentes (aunque más específico sería "YouTuvidentes" XD). ¡Gracias por formar parte de este proyecto! Y esperamos seguir creando contenido de calidad, con el cariño con que siempre lo hemos hecho.

¡Feliz aniversario, "Donde Panchito"!

459. Noticias Panchito 22: muchas novedades

Yo hace más de 10 años, trabajando en mi blog

¡Hola, queridos amigos! Ha llegado una nueva entrega de la sección "Noticias Panchito", en donde con mi Eve tenemos muchas cosas que contarles. Y estamos entusiasmados, porque ahora que tenemos más tiempo (yo en especial), avanzaremos con varias cosillas que teníamos inconclusas. Así que pónganse cómodos y entérense de las últimas novedades del blog:
  • Nueva imagen del blog: como ya habrán visto, el blog ahora tiene un look renovado. El cambio de estética incluye el cambio de todos los logotipos de "Donde Panchito", incluyendo el blog y el canal de YouTube. Gracias a quienes votaron por los nuevos logotipos. Esperamos mantener este look por mucho tiempo.
  • El regreso de "InfoPanchito": en abril pasado retornó el informativo del blog. Para quienes me leen desde que creé este lugar, recordarán que todos los meses enviaba un correo informativo con las últimas novedades del blog. Incluso, por allá por el año 2014, imprimí algunos informativos y los repartí en un par de supermercados. Pues bien: hemos decidido retomar este proyecto. El primer número de "InfoPanchito" ya está disponible y lo puedes descargar desde este enlace. En el menú podrás hallar todos los números a medida que vayan publicándose una vez por mes.
Parte de la primera página de "InfoPanchito"
  • Nuevos vídeos en YouTube: volveremos con el podcast "Las aventuras de Panchito y Eve", tanto en nuestro canal de YouTube "Donde Panchito TV" como en Spotify y Apple Podcast. Secciones como "Chistes fomes" también comenzarán a retomar el ritmo.
  • Regreso del antiguo podcast: Entre los años 2020 y 2022 tuvimos el Podcast "Donde Panchito", con varios programas que, en su momento, fueron muy buenos. Con mi Eve hemos decidido que dos de esos programas volverán a emitirse, pero sólo por Spotify y Apple Podcast, en formato audio: "Zona 80" (con música de esa década y otras) y "Concierto" (conciertos de varios artistas en vivo).
  • Novedades en el blog: ya tenemos casi 20 bosquejos de artículos nuevos que iremos subiendo a medida que pasan las semanas. Además, estoy haciendo una revisión de todos los artículos del blog, reasignándoles un tema y agrandando la letra si es necesario.
Al principio de este artículo les comenté que ahora disponemos de más tiempo. ¿Por qué? En mi caso, eso se los comentaré en el siguiente artículo, que tratará de algo que es muy común que suceda y no se le toma mucho el peso: la salud mental. No se lo pierdan.

¡Nos vemos en un siguiente artículo!