sábado, 17 de noviembre de 2018

320. Justicia para Emma | T13/A52

Este artículo está en el Podcast "Donde Panchito". ¡Escúchalo!

 
 


Me encantan los animales. En especial las mascotas. Y muy especial aun, los gatos. Adoro los gatos, y creo que quienes me leen seguido saben que es así. El artículo anterior trataba justamente de Jerónimo III, mi mascota (si no lo has leído, te invito a que lo leas aquí). Lo cierto es que, como me encantan los animales, no solamente los gatos, sufro mucho cuando me entero de algún maltrato animal por parte de un energúmeno.

En los albores de mi blog, en la temporada 3, les comenté acerca de otro tipo de maltrato animal, referente a los toros, ¿se acuerdan? Pues siempre he sentido que la agresión hacia los animales es una maldad horrible. Y hace unos días me enteré de un terrible caso de maltrato animal acá en Chile, protagonizado por una mocosilla de tan sólo 14 años.

Según indica el portal de noticias adn.cl, esta niña (niña entre muchas comillas) se le ocurrió la fantástica idea de torturar a una gatita, llamada Emma, dejándola con problemas en los ojos, en sus orejas, y dos de sus cojinetes en las patas quemadas. Sí: QUEMADAS. Debido a la gravedad de sus heridas, finalmente Emma murió, a pesar de los intentos por salvarla.

Marchas exigiendo justicia (tomada de adn.cl)
A tanto llegó el impacto de este caso, que hubo protestas en todo el país llamando a la justicia para esta pobre gata. La mamá, intentando justificar ese acto, indicó que estaba bajo tratamiento con medicamentos. A este caso se le suma uno, ocurrido el año pasado, donde un estúpido (esa es la palabra más adecuada) mató a palos a una gata preñada en un supermercado.

Bibliografía de ambas noticias:
1. Justicia para Emma: El caso de maltrato animal que terminó con una pequeña gatita muerta
2. Gata preñada muere apaleada en supermercado Unimarc de Las Condes y alcalde presenta querella

¿Hasta cuándo deberemos soportar a idiotas como estos dos personajes? ¿Cómo puede ser tanta la maldad dentro de ellos como para matar a animales indefensos? Existe una ley que supuestamente endurecería las penas para quienes maltratan animales. Pero, obvio, una ley no es más que un mandato... una ley no puede cambiar el corazón y el alma de estos criminales, porque al final quienes se abstienen de maltratar a gatos, perros, etc., lo hacen más por miedo a la condena de la ley, que por amor y cariño a los animales.

Publicación en Facebook comunicando la muerte de Emma

La ley nunca, pero nunca podrá reemplazar la crianza que se reciba en casa. Es en el hogar donde se debe enseñar a respetar a todos los seres vivos. Y esto, claramente, incluye tanto a los animales como a las plantas. Todos merecemos vivir y en paz. Pero bueno, este mundo está en decadencia, y eso todo el mundo lo sabe.

¿Saben? No quiero lograr con este artículo que la gente cambie. No soy nadie para hacer eso. Solo me estoy desahogando de ver tanta injusticia y maldad en este mundo. Pronto cambiará, pero por mientras, deberemos aguantar todo este caos en que vivimos. Por lo pronto, espero que se haga justicia para Emma, y para todos los animales que no tienen cómo defenderse. ¡Saludos!

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lunes, 5 de noviembre de 2018

319. El regreso de Jerónimo


Corría el año 2011. En este mismo blog les comenté de la muerte de mi gato, Jerónimo, luego de haber estado con nosotros durante 10 largos años. Fue muy triste todo. Y, sin mentirles, a 7 años de su muerte, aun me emociona ver el vídeo que le hice en su oportunidad. Y es que uno se encariña mucho con las mascotas y, cuando éstas mueren, dejan un vacío que solo los amantes de los animales podemos comprender a cabalidad. Por ello, durante algunos meses, no tuvimos ninguna mascota en casa de mis padres. 

Luego vino Óliver, quien no estuvo mucho tiempo con nosotros, ya que lamentablemente lo atropellaron y murió. El idiota que iba manejando le pasó por encima y ni siquiera se inmutó. Siguió su camino como si nada... Bueno... gente mala hay en todos lados.

Jerónimo II
Mis papás nunca más quisieron tener una mascota en casa luego de Óliver. Les bastaba con el hermano de éste, Tomás, quien es de mi abuela, pero que se lo pasa en casa de mis padres. Yo quería un gatito para nosotros, pero no me dejaron.

Algún tiempo después, independizado, decidí adoptar una gatita. Se llamaba Fanny. Era hermosa, blanquita con patitas negras, muy llorona y regalona. Un día salió a pasear por el vecindario y nunca más volvió. Quizás qué fue de ella.

Pasó el tiempo, y nos mudé a mi actual casa. Ahí decidí adoptar un nuevo gatito, así que di el aviso para que nos regalaran uno. Luego de algunas semanas, un matrimonio amigo me indicó que su gata había dado a luz hace un tiempo y podía llevarme un gatito. Es así como en noviembre del año pasado llega a mi casa Jerónimo.

Óliver
Sí, se llama igual que el anterior Jerónimo que tuve en casa de mis padres. Pero, para diferenciarlo del gato blanco con negro que nos duró 10 años, nuestro actual gato se llama Jerónimo III ("tercero" puesto que es el tercer gato con ese nombre durante mi vida).

Jerónimo III es un gato muy, pero muy regalón. Su rutina es muy movida y ajetreada (entiéndase esto como una ironía). A las siete de la mañana me despierta con sus maullidos para que le de desayuno. Luego descansa en su cama. Se pasea por el patio y toma sol. Almuerza y se echa a dormir en el futón o en la cama. Ronronea como loco y le encanta que le haga cariño. Incluso llega a desesperarse si escondo mis manos, y las busca para que le haga cariño. Luego de comer por última vez, se va a su cama y duerme hasta el otro día, donde hace exactamente lo mismo.

Jerónimo III, jugando en el patio cuando era chiquitito

Es un excelente cazador. Hasta el momento ha cazado lauchas pequeñas y saltamontes. Como casi todos los gatos, no se los come. Simplemente juega con ellos. Después los deja abandonados y sigue con su rutina descrita anteriormente. Ha intentado cazar gorriones y palomas, sin éxito hasta el momento.

Descansando

Espero que Jerónimo III me dure unos buenos años. Cuando estoy en casa Jero me hace compañía, aunque algunas veces bota mucho pelo o se mete en mi comida, pero lo quiero mucho. Es que, sencillamente, tener una mascota es hermoso.

Bueno, eso quería comentarles sobre mi gato. Quería que lo conocieran, ya que hace años tuvieron la oportunidad de conocer a Jerónimo II, más conocido como Poromo. ¿Y ustedes tienen mascota? Conversemos en los comentarios. ¡Hasta pronto amigos!

viernes, 26 de octubre de 2018

318. El oso teddy

 
Hoy les quiero hablar (o mejor dicho, escribir) sobre algo que me trae muchos recuerdos. Es algo que recibí cuando era muy pequeño, y que me ha acompañado por muchos años. Hoy les quiero hablar de Teddy, mi oso Teddy

Teddy es un oso café, con ojos anaranjados, que tengo hace ya la no despreciable suma de 28 años. Sí, casi tres décadas. ¿Cómo llegué a tenerlo? La historia cuenta que, para cuando nací, mi padre me regaló ese hermoso oso. Claramente, cuando me lo regaló, era muchísimo más grande que yo. Junto con él, también me regaló otro oso, más chico, de color amarillo, cuyo nombre era Panchito.

Algunas veces le da por creerse humano
Conforme fueron pasando los años, Teddy y Panchito me siguieron acompañando. Claro, obviamente al crecer, estos osos quedaron chicos al lado mío. El vínculo que tenía con ellos era único. Les agarré mucho cariño. Es raro, porque al fin y al cabo son solo unos osos de peluche. Pero bueno, eso pasó: les tomé cariño y siempre estaban en mi cama cuando iba a dormir.

Lamentablemente, Panchito "murió" hace unos años, por el desgaste propio del tiempo. El que sigue "vivo" aun es Teddy. Y hoy, casado y con 28 años a cuestas, aún lo tengo en casa. Claro, ya no duermo con él, pero está en el dormitorio. Quizá termine viviendo con él hasta que me muera... o se "muera" él primero :P

¿Y tú? ¿Tienes algún oso de peluche que sea de tu niñez? ¿O algo que sea de cuando eras niño y lo guardes en la actualidad? Conversemos en los comentarios. ¡Hasta la próxima!

Izq: yo, cuando chico, con Panchito (a mi derecha) y Teddy (a mi izquierda). Der: Con Teddy hace un par de años 



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lunes, 22 de octubre de 2018

317. Obsesión por las visitas


Cuando inicié este blog, hace ya más de doce años, jamás pensé que, primero, duraría tanto tiempo. Tampoco pensé que la cantidad de visitas llegarían a las 230 mil. Pero aquí estoy: acercándome al final de la temporada 13. Y siempre me pone feliz que la gente visite mi blog y pueda comentar (saludos especiales a Wladimir y a Carlos, quienes son los que más comentan).

Sin embargo, hubo un tiempo en que las visitas decayeron notablemente. Durante los años 2010 - 2012, las visitas estaban a la orden de unas 2500 mensuales aproximadamente. Pero desde ese año en adelante, la cantidad que gente que llegaba a Donde Panchito decreció hasta unos 500 mensuales. Claramente era una gran disminución, y comencé a sentirme frustrado puesto que concluía que mis artículos no eran lo suficientemente interesantes como para que más gente llegara acá.

La desesperación fue en aumento, a tal punto de que, rendido, dejé el blog algo abandonado. Eso lo podrás notar en las temporadas 2013 al 2016, donde la cantidad de artículos escritos por año bajó considerablemente, llegando a los míseros 8 artículos en el 2016. Para que se hagan una idea, en todo el año 2016 escribí la misma cantidad de artículos que en marzo de este año.

Mi blog en el año 2015

Pero, luego de un profundo análisis, llegué a pensar que estaba saliéndome del motivo principal por el cual estaba escribiendo en este blog, motivo que está en el primer artículo de Donde Panchito, escrito en noviembre de 2007: abrí "este humilde blog para dar a conocer lo que me gusta"

¡Claro! ¿Qué importa si la cantidad de gente que me lee es mucha o poca? Nunca he dejado de recibir gente en mi blog, y cualquiera que llegue aquí será bien recibido. Este blog es mi pasión, es mi hobbie, y aquí cuento "lo que me gusta": mis escritos, mis vacaciones, mis reflexiones sobre la vida, mis curiosas historias que vivo día a día... ese es el motivo por el cual Donde Panchito existe, y no la cantidad de visitas que lleguen mensualmente.

Desde chico escribiendo "lo que me gusta".

Entonces, decidí volver en grande. Y sí que lo hice, puesto que este año ha sido el año en que más artículos he escrito (este es el número 52 del año, y el 49 de la temporada 13). ¡Qué gran logro! Sigo teniendo en promedio unas mil visitas mensuales. Y eso me tiene muy feliz. Y agradezco, como siempre, a todos quienes llegan a mi blog, ya sea por primera vez, o quienes ya son frecuentes por este lugar.

¡Por fin saqué un nuevo artículo! Espero sacar adelante otros borradores y seguir contándoles "lo que me gusta". ¡Hasta una nueva entrega!

martes, 2 de octubre de 2018

316. Canciones: Me cuesta tanto olvidarte (Mecano, 1986)


¡Vaya! Ya estamos en octubre. El tiempo no se detiene y dentro de solo 3 meses se acabará este año y, por consiguiente, la temporada 13 de mi blog.

En esta ocasión quiero dejarlos con un tema que se ha convertido en un clásico. Me refiero a la canción "Me cuesta tanto olvidarte", del grupo Mecano. Esta canción es del año 1986, y el vídeo que verás a continuación es de cuando la cantaron en el Festival de Viña del Mar, en 1992. Disfrútenlo.